viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 143 - Graciela Caprarulo

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 143/2008



“La poesía, ese mundo mágico de la creación espiritual,

establece unas coordenadas en el tiempo de la palabra...”

Miguel Fajardo Korea




Poeta invitada: GRACIELA CAPRARULO (*)



SELECCIÓN DE POEMAS


a mis abuelos







ésos los que traían

a soslayo la noche

los que se hartaron de vino

sobre las tumbas de alabastro



ilusión del nido y de llegar



aunque los pájaros se fueron



deambulan en el abanico esa memoria

de atajarse con las manos



no van a volver



la última flexión

fue aquel giro en el borde de sus nucas

y el gesto perpetrado ingenuamente

como un adiós







(El clan de la cicatriz, La Bohemia, 2006)







***





Isis en Sais


I



emerge desde el vientre altivo

sin despertar sospechas

es ya la Tierra el territorio

acostumbrado



y busca a Aquél

que ha de portar la cicatriz



hay dos pilares en su trono

donde yace

sentada desde siglos



guarda la entrada en la cual dice

ningún hombre mortal

ha descifrado lo que oculto



caen los velos que son siete



y lo indeciso del agua la contempla

mientras el mundo duerme su sueño

y se descuida





II



tendida en esa mansedumbre

distendida intuye



y piedra sobre piedra

edifica la propia catedral



es el ombligo su columna

la noche luego abierta

a los misterios



conjuga profecías en su vientre

y entrega el fruto



el polvo al polvo



arde el útero y da forma

a la materia



la Oscura entronizada

contempla la estampida del aire

y sabe







(El clan de la cicatriz, La Bohemia, 2006)





***



esa mujer que yace
pelirroja y pequeña

no es mi madre

pero me pertenece



la veo descansar tan blanca

y me pregunto por qué

la alejo

por qué la quiero lejos

si es tan blanca y si duerme

mientras yo divago



o esa mujer que yace

sí es mi madre

y no me pertenece

a mí que soy pequeña

y que no duermo

porque no hay regazo



apoyo mi cabeza

en su hombro izquierdo

me inclino

simbólicamente emulo

lo que pudo ser

la infancia

un hombro izquierdo

un hueco tibio donde apoyar

la cabeza

y que no supe encontrar



la mujer que está yaciendo

soy yo y alguien me observa

alguien que cree ser mi hijo

se acurruca y busca

en mi hombro izquierdo



ahora somos tres

los que emulamos la infancia

los que buscamos

un hombro infinito donde apoyar

la cabeza

¿es eso la eternidad?

¿hundir la cabeza en el hueco?

¿es eso morir?

¿dejarse ir en el hueco

que me acuna rítmicamente

como un fuelle y me respira?



el hijo que no es mío pero pudo

está yaciendo

y mientras duermo espera

que la infancia le dure

que este hueco le sorba la memoria







(El clan de la cicatriz, La Bohemia, 2006)









Génesis


aún desde la oscuridad y el caos
por encima del Abismo
lo vislumbraba
en su negro traje esplendoroso



en medio del jardín

el árbol

la fruta maldecida por la historia



juegan ellos, ríen

y en tanto la ciudad

planea derrotarlos



en medio de la rama

roja, inalterable

redondeada persiste



y ellos juegan cada vez más alto

cada movimiento muerden

cerca crece el árbol

rompe

el equilibrio inestable del jardín



detrás del árbol

vestido de negro resplandece

es hermoso y coquetea a la mujer

el eslabón débil en la cadena

la pieza del naufragio



que arda ella que baile

la muy entre las lenguas

en la luz como luciérnaga encendida

Lucifer Luzbel luzmala

la malnacida serpiente

sempiterna y tierna



de esmoquin viste

como un astro

y bautiza universos en su nombre



ella, la bella mal maridada

contempla a su mitad y muerde

la manzana muerde su destino

de condenada hembra

que arderá





(El clan de la cicatriz, La Bohemia, 2006)







***







en el centro

la isla

la mansedumbre atada



ser la inteligencia

y no saber cómo matar



la sed y lo que ansía



(Psiqué, La Bohemia, 2003)



***




fue coronada en algún tiempo

guardiana de las piras ancestrales



las silenciosa vela los misterios



saben sus dedos

tejer coronas con las calas

y abriga entre los muslos

ofrendas derramadas por la tierra



yo fui collares en sus manos

cuando ella leía las estrellas

y el hilo invisible nos unía



si hubiera las redes sosteniendo



(Psiqué, La Bohemia, 2003)





***


yo que nací adulta y armada
de la cabeza de mi padre

yo que fui amada por tantos guerreros

que me entregaron su vida sobre las hecatombes

fui espada en manos de los asesinos

daga sacrificial en los altares

brújula en los abismos del océano

constelación, grial



yo que fui la favorita contra toda profecía

tuve apenas este pétreo corazón de virgen

yo que deseaba el amor

las manos tibias y callosas de las labradoras

la moldura del pan

el hijo que me fue negado



yo que habito en este Olimpo

de eternidades y de prodigios

yo que gobierno el destino de tantos hombres

veo el futuro

las áureas estatuas

los mármoles, los holocaustos

los versos escritos en mi nombre



y aún así anhelo

sentir bajo la piedra

el mínimo roce

medular

hace falta un lugar y una persona

para nombrar el hallazgo

algo escondido y único

como un cuenco que nunca se vacía



hace falta la fe y dispararse

hacia el centro de la Noche

cumplidas las instancias esperables

pagado todo derecho a descender



hace falta una guía



la sutil entrega a lo invisible

que bajo forma de hombre

o de pájaro o de ángel

nos lleve al mísmísimo núcleo

del infierno



y allí, donde se sabe que no hay retorno

los monstruos se organizan

para guardar la entrada

hecha de miedos indivisos



allí, detrás del río y de la ciudadela

hay un cuenco y un puñado

de tierra luminosa

que cifra los destinos del mundo





(Sutura, inédito)





(*) Graciela Caprarulo: Nació en Buenos Aires (Argentina) en 1967. Es Profesora en Letras y Master en Teología. Coordina junto a Ana Guillot el Taller de la Siesta en San Isidro y Buenos Aires, desde 1992 hasta la fecha. Es fundadora y directora del sello Ediciones de la Siesta. Ha sido conductora del programa radial Dos Palabras (1992-2000) y del Ciclo literario Las Hermanas de Casandra auspiciado por la Fundación Telefónca Argentina y la Casa de la Poesía (2004-2006). Recibió el premio de cuento Jorge Luis Borges de la Academia Hispanoamericana de Letras de Los Angeles (EE.UU.) en 1991. Publicó los libros de poesía “En abrazo de Barro” (Libros de Tierra Firme, 1995) y “A la Sombra de los Paraísos” (Libros de Tierra Firme, 1998), ambos con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes. Y publicó también los libros “Psique” (La Bohemia, 2003), que cuenta también con una edición electrónica y “El Clan de la Cicatriz” (La Bohemia, 2006). Participó en varias antologías poéticas nacionales e internacionales entre 1991 y 2006. Algunos de sus poemas, cuentos y artículos literarios han sido publicados en distintos medios de Argentina, Estados Unidos, Puerto Rico, Costa Rica, España y México.

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