viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 241 - Juan Carlos Bustriazo Ortíz

POEMANÍA



la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 241/2011



“En cada poema uno se despide

de un instante cenital…”



Enrique Molina







Poeta invitado: JUAN CARLOS BUSTRIAZO ORTÍZ (*)







Tan huesolita que te ibas


tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita
la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era
una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla
dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran
tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia piedra

te ibas quién te roba última brisa de la brisa o
flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan
de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis
días oh piedra llena llaga
hermosa!








Te regalé unas cuentas indias


y había un color de aroma hereje tan sobre mí caía el
cielo amarilleaba su piel verde yo sé que labro joya
oscura sólo por vos que me la entiendes porque a vos
te hablo en esta piedra enrumorada de caldenes quién
sino vos me la naciste y en quién sin vos ellas se mece
te di en la tierra qué colores sonorositos magamente
remotas gemas de collares ascuas de piedras de otras
gentes besos de piedras recobradas entre tus manos
vieja fiebre alegría vieja o amoríos de aquella aquel que
están sin frente te regalé gualicheríos piedras de dulces
redondeles








En mi tazón te traeré músicas




para no verte tan callada flautas pisadas templadoras
bellas guitarras mordereadas en mi tazón de soledades
de uvas sangrosas carne gualda y moliditas qué milongas
arrobadoras y rasgueadas piedra sonriente piedra
mía digo que mía por cantada lejosa vientre de tu
ausencia en estos lados de la patria oh ruidoroso
continente piedra no piedra sí muchacha lo más hermoso
de la piedra lo que nos da tras de la lágrima lo que
nos queda de la piedra su carocito y perdurada en mi
tazón o en mi esqueleto o en su ceniza si es que
canta






balada arcaica



ya te vas vegetal tornasolada no me prendas la flor del exterminio fulgimiento del agua de los ojos no me prendas la flor del exterminio hinchamiento del cielo qué potencias no me prendas la flor del exterminio qué hinchadura del mundo taza turbia no me prendas la flor del exterminio con el hijo salido de tu entraña no me prendas la flor del exterminio con el ala punteada de tu ángel no me prendas la flor del exterminio con arcillas que vuelan soberanas no me prendas la flor del exterminio en olor de adiós que me espeluza no me prendas la flor del exterminio con tu boca antañera tras tu boca no me prendas la flor del exterminio en amor de tu sombra sonadora no me prendas la flor del exterminio!







17

y anduve solo y no era la luz
fuíme por duros corredores
por los pasillos pesaroso
y saquéme un papel azafrán
con un saludo de tez granate
“he aquí que llégueme a verte
juancarlos estuvo en esta torre”
y fuíme solo y no era la luz
por los pasillos musitantes
atrás dejé los corredores
negros y más que hechos con cuervos
quedóse el papel inclinado
esperando tus ojos de mora
y como un ciego fui con las manos
interrogando a las paredes
buscando la puerta brillante
los tragaluces del castillo
el aire que andaba en el mundo
“juancarlos estuvo en este cuarzo”
fuíme solo y no era la luz







el intenso dice




un adiós el intenso dice una sombra mi amor aterciopelada palaciega en esta tarde regocijante y tristonosa las gentes se ponen máscaras oh mi amor se sacan los rostros se arrancan infantilizados la identidad remota y saltan saltan y no son langostas siquier y tristemente remedan al ancestral sagrado qué estoy diciendo mi amor yo celebrante rojo celebrante amarillo y negro y azul huelo a collón a piedra pintada a sien quemada huelo a corazón ahumado huelo a rodillas blanconas a canillas bermejas mi amor dios quiera que no pienses como yo en esta tarde que huele a tambores colorados a bajo vientre castaño a tobillos simulones a talón pintarrajo mientras la soledad los va comiendo y chilla








Guardo tus ramas en mi casa

y tan del monte o hijas del árbol entenaditas de la
noche hijas de diablo hijas de santo día me dan su
mancha de oro en madrugadas pencos largos yo me las
traje de tu ausencia son un adiós ensortijado yo me
las tengo creo y creo supersticioso las ensalzo sus
pequeñeces son un mundo terrible y fino desangrado y se
están quietas como piedra briznal piedra de pájaro
quiero decir pájaro seco crucificado en cal y clavos
rama del pájaro bebido corazón del dulcevaciado están
están pena de leña tan piedrosita en mi
costado!









Primera Palabra


Y aquí estoy yo, pensoso y descendiente,
junto a esta luz meralda que se mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué tonto.
Quién me dirá qué-buscas-en-lo-huyente?-,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.





Décima Séptima Palabra


Renqueante voy bajo esta luz, confuso,
a tu fulgor, ay vino. Yo me acuso
de ir a robarte donde un dios te puso
en el mesón sabido. Yo, que iluso
ando en dolor violeta. Quién dispuso
que pase así? Perdón si yo te uso.
Es mi destino y el telar y el huso:
mi Tejedora Tinta, vino infuso.






Vigésima Primera Palabra


Cómo será la cola de una bruja?
Azafranada, viola, miel, canela,
color durazna, de damasca prieta,
poma escarlata, ciclamor de luna?
Cómo será la cola de una bruja?
Color de espiga, leche, tuna, hoguera,
o de ostra de oro, de sirena intensa?
Cómo será la Cola de una Bruja?
Yo me pregunto, pobre Juanca. Nunca
sabrás del todo, porque te es tiniebla!




Vigésima Séptima Palabra


Yo les pregunto y a las gentes duchas
qué es esta música que se me bifurca?
Valse, ranchera, polca, si es mazurca,
minué del ángel, chotis de la bruja?
Esta feliz sonorería oriunda
del corazón, de la pasión nocturna,
la rara avis que me canta y turba,
me amasa nuevo, que me descorrupta?
Yo no lo sé. Son hartas las preguntas.
Quid de la sien, la lengua. Me disculpan?







(*) Juan Carlos Bustriazo Ortiz
: nació en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa, Argentina) en 1929. Autodidacta. Su actividad de radiotelegrafista lo llevó a recorrer y conocer la mayor parte del Territorio de la Pampa Central. Durante muchos años fue corrector y linotipista del diario La Arena. Animador cultural de varios boliches y peñas de la ciudad de Santa Rosa. Varios de sus poemas han sido musicalizados por los músicos pampeanos. Su obra fue declarada de interés provincial. La profesora Teresa Girbal lo incluye en el texto de investigación Estudios de Literatura Pampeana (1974), 1981. Ha sido publicado en las revistas Bardo; La Danza del Ratón; Alguien llama. Carpeta de poesía argentina; Diario de Poesía; Patagonia/Poesía; Museo Salvaje; Alter Ego; y en los suplementos “Confines” (diario El Patagónico, Comodoro Rivadavia, Chubut) y “Caldenia” (diario La Arena, Santa Rosa, La Pampa). Entre sus libros publicados, podemos mencionar: “Elegías de la piedra que canta” (1969); “Aura del estilo” (1970); “Unca bermeja” (1984); “Poemas Puelches”; “Quetrales. Cantos del añorante” (1991); “Libro del Ghenpín” (1977). Falleció en su ciudad natal, en 2010.

No hay comentarios: