viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 155 - Edmundo García Caffarena

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 155/ 2008






“La poesía es un pan crujiente…”

Nilda Salgueiro






Poeta invitado: EDMUNDO CARGÍA CAFFARENA (*)






EL RÍO ENSIMISMADO

"Il fiume rallentando, illimpidisce"
Danielo Dolci


Dejad que corra el río entre márgenes verdes
sin consuelo y sin pausa
que resbale
sin destino ni tiempo, como un llanto.

Río de azul, de todos olvidado
¡que solo que está el cielo entre araucarias!
¡Y que largo recuerdo su pasaje!

(Su recuerdo y el cielo son una sola nota.
El cielo y su recuerdo, un solo cielo)

El río ensimismado.
Y debajo, muy lejos
-sí recién descendidos-
una manada de corderos
que ya no serán lluvia,
aire.

Río de neomeolvides que hueles a pureza
como un cofre de ropa campesina.

Nada más
Cielo río.
Cielo y río ya azul de tanto olvido.
(¡Cómo estoy solo y lo comprendo!)

Azul y sigiloso
callado de su nombre y su misterio
como un río de mapa.
(El río, ensimismado
con mi enmimismamiento).
Y yo, desnudo, río
-quiero decir, no, cielo-
te abordo simplemente con palabras.

(Amar el cielo y recordarlo.
El cielo es el país de su mirada).

Te abordo con palabras
solamente
como un amante pobre.

Y, puesto que eres cielo,
si yo te amo,
soy cielo.

Entre todas mis penas
¡cómo me duele que te ignoren!

Y que -tal vez- te pierdan
y te pierdas

(Este cielo que es puro
también -también-
porque el amor no es mío)

Y, porque, si te quiero
y eres cielo, soy cielo...

Dejadme que lo quiera
mansamente
con toda mi tristeza.



EL ÁNGEL

“En verdad os digo que sus ángeles
ven de continuo en el cielo la cara de mi Padre”


Como un pequeño dios, pero seguro
de que Dios lo ha sacado de la nada
sólo te exige un corazón más puro
para hacerse presente a tu mirada.
Éste que está sentado aquí, a mi mesa
la brújula contempla de mi suerte.
Este ingrávido ser que tanto pesa
Este ángel humilde de tan fuerte.
Era inútil decir: “era de nieve”
o que “era un ángel de cristal”
El poeta hasta al ángel se le atreve
Y no es extraño que lo nombre mal.

A veces me parece que me espía
como cuando era chico y me escapaba.
Yo, pensando que nadie me quería
Y el ángel, dulce trueno, me miraba.
Viajero y fiel, tendido como un arco
de sol, está en el cielo y va conmigo.
Se queda aquí, pero se irá en mi barco.
(Él va anotando todo lo que digo).
Tan consigue pasar inadvertido
que hasta parece que me lo han robado.
Pero si llega un verso hasta mi oído
es que el ángel camina a mi costado.
Un ángel tan discreto me rodeaba
de luz secreta en este mundo oscuro.
Iba conmigo y nadie lo notaba
como una sombra del color del muro.







LA LUZ



Escribo sin pensar. Adivinando.
“El recuerdo es un tren que nunca llega.
La noche, un mar, de pie sobre sus costas.
Y el verso, esta calandria balbuciente”.

El ángel que me mira en este instante
tiene un gesto de amor tan transparente
que el aire se ha incendiado en su contorno.






POR SI LA ROSA NO ABRE


Cuando pido una rosa, y es la rosa
cima glacial de mi oración prolija
porque me aleja un cielo de otra cosa,
por otra flor no es fácil que transija.
El arcángel de lata que se posa
sobre el techo en que el alma se cobija,
puede variar su orientación gozosa
y buscar otro viento que lo rija.
Si la rosa no viene. Si la rosa
falta a la cita que mi angustia fija,
y si sólo la espina cautelosa
logra otra rosa, por la sangre, mi hija.
Si la rosa me mata y crucifica.
Si todo mi color pide la rosa.






TEATRO VOCACIONAL


Ensayemos la muerte. Pero el gesto
no lo puede dictarla cobardía.
Aunque siga en cartel, la vida es esto:
tenemos que morirnos cada día.

Ensayo la sonrisa más distante,
la del que intenta adivinar el cielo.
Y saco un blanco lienzo, y al instante
se me hielan el brazo y el pañuelo.

Sólo silencio, de mi espeso copo
quisiera hilar para mi pensamiento.
Alguien que está en continuo movimiento
socava mis cimientos como un topo.

Las cosechas de un hombre son su exceso.
Se siembra bien y se recoge asombro.
Y se nota, al final, que falta el peso
de una viga cargada sobre el hombro.

Me reservé lugar: viajé parado.
Quise decir adiós y ya he partido.
En la estación en la que nadie ha estado
queda un resto de humo y un silbido.

Así será, por mucho que trabajes,
nunca se vuelve a repetir la vida.
Era un ensayo general con trajes
que fue también función de despedida.




FE


Hay un ciego, mendigo
sentado bajo el árbol total de tu ternura.
Dicen que entre sus ramas
pasan cielos azules
cada vez más profundos y más puros
y que en la noche tiemblan
como hogueras lejanas, las estrellas
(Tú dices que en la noche
de tu alma hay un pájaro).
Y yo creo en los hondos, hondos
azules cielos.
¡Qué rápidos que pasan!
(Pero traen la dicha).
Por entre su ramaje
gotean esa miel de que los creo.
Como creo en las voces que incendias cada noche
(En la que un solo pájaro
guarda toda tu vida).
En tu vida hay un pájaro.
Porque soy un mendigo
ciego y feliz.
Y están lloviendo sobre mí todas las hojas
de las ramas de tu árbol de ternura.





(*) Edmundo García Caffarena: Nació en San Nicolás (provincia de Buenos Aires, Argentina), en 1913. Sacerdote y poeta. Participó, con su obra, en diversas antologías, entre ellas “Primera antología de la poesía nicoleña"(FESN, 1986). Publicó los libros “Romance del buen amigo” (1936, dos ediciones); “La semana y su sombra” (1941); "Mundo del accidente -Ensayo sobre Estética-" (Premio mensual al mejor trabajo por el Catholic Readers Internacional de Londres, 1949); "Los cuadernos de Artur Da Cunha" (1952); "Cuarta dimensión" (ensayos, 1960); "Idiolecto de Leopoldo Marechal y otros ensayos sobre su obra" (1965); “Todo el trébol” (Primer premio -región litoral y centro de la República- de la Secretaría de Cultura de la Nación; Editorial Guadalue, 1974); "Teología de la cultura" (1980); "El río ensimismado" (Ediciones Fundación Mater Dei, 1991) y "Clara noche más que la alborada". Falleció en la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe, Argentina) en el año 2000.

3 comentarios:

pdv dijo...

Querido Piero
Maravillosa poesía la de Edmundo,
se la agradezco y te la agradezco.
Es un bálsamo en días de desencuentro inútiles.
Y que el ángel de este poeta nos cobije a todos.
Un abrazo inmenso

Concepción Bertone

pdv dijo...

pIERO, no lo conocía...pero qué poetazo, hermanito. Te felicito por la lista,
me escribió la poeta de España, de Torremozas, muy buena.El blog está
muy atinado. Cariños, Sebastián Jorgi

MIGUEL ERRE dijo...

tengo una edicion de caffarena de 1030, Romance del buen amigo. si a alguien le interesa, estoy en rosario y la vendo
153 942 672 miguel angel. gracias