POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 219/2010
“En mi propia casa como en la ajena,
he creído sentir que la poesía,
al penetrar en la palabra, la descompone,
la abre como un capullo a todos
los matices de significación…”
José Gorostiza
Poeta invitada: MARÍA ELENA ROCCHIO (*)
Poema I
Interacción del alma con los fantasmas del parque,
cubierto de hojas secas
como el recuerdo del verano,
en estos días de mayo el corazón tembló tanto,
que solo muy lentamente va reconociendo el cuerpo que habita.
Las palabras, heridas de ausencia,
se enredan como espinas alrededor de las manos.
La soledad descubre infiernos,
tenidos mansamente en la memoria.
La felicidad, olvido de la muerte,
momentos en que se detiene el corazón
para anunciar el vértigo con ojos de música.
Hay calles que me llevan a lo más alto del espíritu,
habitadas por la inminencia del encuentro,
ahora las recuerdo para adormecer en el alma
las sensaciones del paisaje.
Hay que entibiarse en un fuego inventado, a veces.
Poema VIII
la oscuridad se mueve
o es una fragilidad de luz
que no puedo apresar
Poema X
me gusta la palabra siempre
más fuerte que el oxígeno
y los latidos que amenazan
no será suficiente
la sensibilidad
el ángel llegará en su boca
sólo me detengo a agradecer
los días la palabra
Poema XV
abandonar un poema
una luz indefensa
que pueda entristecer a los amigos
lejos de las pasiones
en la imaginación del alba
destejo fantasmas
persiste una vaga inocencia
los hijos el viejo mantel
persiste la amistad
esa ráfaga de sol en la garganta
la inspiración es un altar
donde la cobra del pasado
sacrifica recuerdos
mis versos no respiran
imaginan el aire
enrarecido a veces por un vago temor
la inquietud de abandonar un poema
una luz indefensa
que pueda entristecer a los amigos
Poema XIX
confieso que temo las armas del dolor
sobrevivo respiro deleite
por aquella felicidad
la plenitud de la piel
resplandor de la mesa que supe tender
escribo porque fluye en palabras
la sal de mis heridas
gastadas por el tiempo y el olvido
Poema XXIII
el amante aleja la voracidad del silencio
vino seductor de la lengua
recorre las vetas del alma
no es otra cosa la sed
sobre los ojos húmedos
Poema XXX
jirones del espíritu
la gracia del poema
recobro las cosas y los nombres
tantas veces volveré a decir
palabras ancestrales
el alma se comprende
en círculos y círculos de amor
nada se muere
Poema XXXIII
los muy sensibles mueren
en los huecos oscuros
una torva sonrisa
vestida de libro
una larga mudanza
hasta que el poema
se vuelve mariposa
(*) María Elena Rocchio: nació en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires (Argentina. Reside en la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Publicó los libros “Ahora mis alas, ahora” (2000); “Himno circular” (2002); “Luz indefensa” (2009). Sus poemas fueron incluidos en diversas antologías. Desde el año 2000 es coordinadora del Café Literario “Antonio Aliberti”. Citada en el “Diccionario Histórico” dirigido por Fermín Chávez, en el año 2005. Fue coordinadora de la peña literaria Julia Prilutzky Farny desde el año 2005 al año 2007 inclusive. Participó de numerosos encuentros literarios.
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