viernes, 26 de febrero de 2010

Poemanía Nº 215 - María Laura Coppié

POEMANÍA



la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

215/2010





“…el poeta es quien tiene la palabra y

es en el lenguaje donde se juega su suerte…”

Rafael Felipe Oteriño









Poeta invitada: MARÍA LAURA COPPIÉ (*)





A-penas Otra vez alunece a mis espaldas.Buenos Aires es una puntilladecorando el horizonte. Voy, proa lenta,abriéndome paso entre el barro.Espero el milagro.Me abrigo.Acaba sobre mí este miércolesque huele a viaje. Entre esos guiñosalguien me espera.A esta que soy hoy.A ésta.Unos brazos que aún creen.A pesar de.A través de.A mí. ¿Nos habremos dormidodurante el carnaval?¿Se cerrará el telóndespués de la función?¿O seremospor finel aplauso? A los pies de la cama



Hasta de mi crueldad,

la guerra silenciosa

que insinúan mis ojos,

me aferro.



¿Qué será de mis habitantes

cuando yo,

por fin,

cambie de piel?

¿De esos inquilinos

acechantes?











Amplio margen





Hoy sos la verdad

y los horizontes

se acurrucan en mis manos

sólo con acariciarte.

La pena, el dolor,

los límites y las distancias

se funden

y son en tu cuerpo inagotable pasión,

en tu boca miel

y riendas en las manos

que me guían a otros campos.

Hoy sos la verdad

y mientras dormís

las mareas se aquietan a mi costado.



Envuelta en vos

me abro al día

y amanece

a mi entrega absoluta

silencioso.









Desperdicio





Mucho lujo la vida.

(Oscar Corbacho)



Volvés cansado a tu peldaño,

me mirás con tus ojos de agua turbia,

buscás el sol en tu terrible noche,

entre tus trágicas geometrías.

Y esperás

pacientemente

a que vuelva el luto.

Hilás destellos

que no llegan a iluminar el camino,

y aún así,

lucís hermoso

en tu traje

de niño en comunión,

las flores en la mano

intentando colorear la pena,

ésta tan enorme

de saber que todos nuestros sueños

entraron en una sucia

furgoneta blanca.

Ésta que sabe

que el placard

se cerró para siempre,

como queriendo no ver

la soledad instalada

como niebla

sobre nuestra cama.



Yo ni siquiera me maquillo los gestos

que cuentan

las veces que fui violada,

aunque nunca.



Me observaré cuando pase el sismo.

Espero reconocerme,

a pesar de las grietas.

Quizás entonces sepa

quién quedó

más muerto de los dos.













Pobre jueves de mayo





Duele.

Lastima.

Hiere

y no cicatriza.



La desconfianza,

el no creer,

no creérsela del todo,

es lo que se convierte

en sal en la boca.



Arde.

Arde tanto

que no puedo hacer más

que trepar hasta la rama más alta

y hacer un clavado

en la profunda pileta de mi orgullo.













La noche estrellada





Sopla,

fuerte,

y rasga el cielo seda

que nos cubre.

El viento canta,

zozobra la luz,

pero ya no hay miedo.

Las manos se enlazan,

son red donde caer serenos,

donde confiar,

donde ceder.



Sabemos bien

cuánto tardan los septiembres

en nacer.

Lentos, certeros.

La espera

se paga con creces.













NY




La tregua es tu cuerpo.

Y tu verdad

mi propia guerra.













Papi





No me sorprende tu espalda

a esta altura del camino.

Sí mi frialdad

y la espina en tus palabras.



Hoy por vos

soy un poco huérfana

de nuevo.











Parece junio





Sin pena ni gloria

pasó el verano.

Y sos vos lo que se llevó:

mi ilusión, mi paciencia,

el agrio tiempo.



La rutina de la lluvia diaria

y la densa soledad

transpiran las paredes

de mi angosta guarida

que se descascara un poco más

cada día

imitando a mi temple.



Se invitan a pasar tu sombra

y tu silencio,

la oscuridad abismal de tus ojos,

los huecos de tus manos

y del amor.



El frío vacío

duele.

Yo ya no grito



pero tampoco cierro las ventanas.











Pimpollos





En este duro invierno,

a falta de jazmines,

llenaste floreros

de ramos de mustios perdones.



Envejecen enseguida

y el tiempo



huele a rancio.









Prohibido pasar





Corramos

antes de que alguien me robe el mar.

(Joaquín Fraga)







Extraña la sensación

del toco y me voy,

del trago amargo

de saberte y no verte.

Es que me convertí

en persona no grata,

leprosa.

rodeada de malas compañías,

una barrera baja.

La casa

se reserva

el derecho de admisión.



Se me negó la visa al paraíso,

sin previo aviso

y hasta siempre.

No seré más esa Eva sin pecados.



Ojalá un día vuelva.

Ojalá que no viuda

ni ciega.

Ojalá caminando

y no en una caja

de polvo esparcido al viento.

Ojalá.









(*) María Laura Coppié: nació en la Ciudad de Buenos Aires un frío mes de mayo. Productora de modas por vocación, poeta por pasión, y orgullosa mamá de Joaquín desde hace 7 años. Forma parte del Grupo Literario Pretextos, y es co-organizadora de su café literario mensual, y del Encuentro Anual Iberoamericano de Poesía “Reunión de Voces”.Su primer premio literario lo recibió a los 11 años, siguiéndose éste por otros nacionales e internacionales. Participó en el libro “Música y Letra” de Bibi Albert, y en “Ronda de Pretextos”, publicado en el año 2007. Además es la autora de “Temporada” –poesía- y “Puede ser pero no creo” –novela-, próximos a editarse. Puede visitarse parte de su trabajo en http://primeros30.blogspot.com.

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