viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 160 - Ana Guillot

POEMANÍA



la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 160/2008






“La poesía es la ambición de discurrir, que aspira

a verse cargada de más sentidos y ungida de más

música, que el lenguaje ordinario.”

Paul Valéry









Poeta invitada: ANA GUILLOT (*)





Del libro “La orilla familiar” (en proceso de edición)



se rompe el cascarón

en él habita el mundo

clara la disolución

más espesa hacia abajo

se escurre por el piso patinosa

más densa en el costado prohibido

más densa aún en la sombra de las sombras

en manos de caín

la tierra prometida

que no cesa su exilio

(hay cadáveres aún en israel

y el rojo es un mar que nombra sangres)

se rompe el cascarón

y guardo la yema en el pocillo

la agito

me alimento del huevo

que es el orbe

íntimo en mi boca

se derrama en ríos subterráneos

se hace blanco en el ojo del vecino

a punto de nieve se condensa

se rompe el cascarón

se pulveriza

(como si arena fuese)

en él habita el mundo

un gigante dormido

un trueno a punto de decir

el nombre que se oculta

se rompe el cascarón

lo frío en la oliva elemental

(el monte fue un infierno

o una pesadilla

nadie quedó velando parece)

en él habita el mundo

un planisferio muerto

de hambre

plano como la fritura

que excede a la sartén

y cruje

las pulgas de pan-ku caminan por el cuello de mi perra

me da pena este invierno

a mí también







***







derretir la aurora con el cuerpo

(mujer que has de arder)

con aroma asequible

precisa en el reclamo

(mujer que has de martillar)

raspajes con corcheas

sones que te anidan el cuerpo

que no cejan

el abuso

de ser

una hembra que excita y que suspira

el himen

como si fuera un plumerillo

la infancia





***





la muerte en off

es ese campo neutral

donde todo permanece

inalterable

la viuda corre el grito

sin garganta

-el grito que no cesa

el grito-

pasos y pueblos, kilómetros distantes

sólo para conseguir

cebollas en el vientre

algo de carne en los bolsillos



la muerte en off

es el aterrador silencio

que acota cada bombardeo

destrozarse las manos

sólo para arañar

la raíz

arrancarse las crías sólo para que prevalezca

la propia



la muerte en off

es fraccionar luego en la casa

para que todos puedan

comer

de ese pan que no tiene religión

ahora

ser republicano es un pecado

el cielo bate nubes en su contra

y el fuego se lleva las casas

como marcas judías

si el ángel negro es

el que delata

aún en su propia familia al traidor



la diagonal que gira hacia el océano

es un puerto y su gente

escapando

como sea posible

como puedan

-el grito que no cesa-

polizones del mundo

(¿emocionarse?)





retornar la memoria

sólo

para sorber la lágrima caliente

en manos de la abuela

la viuda (que ya fui)

y elegir su dolor para calmarla

-que duerma en paz- le digo

-y el grito que no cesa-parece

que ya está



la muerte en on ahora

justifica mi canto

-que ya es suficiente

que te duermas en paz-le digo













***







si acaso la memoria fuera

un refugio gentil

una añoranza

pero hay una pared

y la cara y el cuerpo

en contra de ella

la camisa golpeada

la nariz

el pómulo saliente

toda la dentadura

(cada fusilamiento es una guerra)

nadie a quien llorar

parece

los muertos se esconden

se calcinan

se juega la camisa

para el mejor postor

-tenía pocos años-dicen

y estaba en la pared

porque no delató

detrás mataron a su padre

y ella

que perdía a un sobrino

y a un hermano

(como la neumonía

como haberlo visto

morir)

llegaban a la casa

luego

apenas una hebilla un zapato

a veces el vacío del mundo

en ese muro

toda la hostilidad

llegaba

el esperpento

danzaba con la noche

una sardana

reía como ríen los muertos

que no vuelven

y ella

que llora sus pestañas

en la alcoba

que grita porque dice

que no puede

-¿estará él acá?- pregunta el hijo

y se ata los ojos

se cierra el maxilar

la hembra

como animal herido

defendiendo













***





esto que me rebalsa los párpados

pestañas sobre el plato derramadas

los abrazos después

cuando acabó la guerra

las migas solidarias cuando el resto

trató de sepultar

toda la historia

después

aunque hubiera censuras

(y la lengua estuviera prohibida)

después

cuando escribían disimulando el trazo

los huérfanos pequeños

(pequeñitos en serio

como mi padre antes)

volvieron al colegio

a los juegos posibles, cotidianos

(a merecer cierta longevidad

y cierto alivio)

después

pudieron abrazarse

y pintaron las casas, las paredes

……………………………………………………

¿quién habrá entonado el primer canto?

¿quién habrá dispuesto los panes con tomate

y puso a hervir las papas?

¿quién extrañó al vecino

y fue a llevarle flores a la fosa común?

¿cuándo aceptaron la franca primavera

como un camposanto lineal?

………………………………………………………………………

esto que me rebalsa los párpados

que me lleva a cerrarlos

para no ver su pecho

y su vestido negro, negrísimo,

la abuela entre las tumbas

su pelo alborotado

como su corazón

(el coro de mujeres que la lleva

esa corona de espinas)













a Abelardo Castillo y Juan José Saer



-la grandísima perra-digo

la grandísima historia, ¿cuál?

¿cuál es la voz que dice esa historia?

un hombre en el balcón, transpirado y sediento

del último solcito

el otro en parís, con aguacero

(canta vallejo en las griegas tiendas)

-y helena no es helena-dice el joven

-la historia es otra cosa-

el hilo del teléfono es la línea frugal de los dos hombres

uno en la terraza

sudando el último solcito

otro en parís mirando la niebla tras un vidrio

la niebla como una forma de baile

en la cabeza

en la lengua del otro

-el baile es de castillo-digo

pero el otro, el de la voz en línea,

se esparce en la secuencia

en la voz que dice esa historia

¿qué cuerpo tiene aquello que se cuenta?

¿o son los espacios vacíos los que dicen?

el cielo en la terraza es un paréntesis azul

ni una nube

la niebla en parís es tenaz

¿qué miran los que miran?

¿qué miraba helena desde la alta torre?

¿por quién lloró?

¿cuál de los dos fue el hombre que poseyó a la bella?

¿tan bella?

la historia como un baile

la lengua en reverencia de palabras

-nada-dijo

-nadie

te llamo otro día- y cortó







***







a Juan José Saer



yo veo una sombra también

un calidoscopio de mí

las tiendas griegas

y helena en la alta torre

el deseo era de ella

y es mío

la bella describe la silueta de paris con su lengua

yo desprendo mis noches a fin de interrogarlas

adelina no puede fornicar

pero sí puede helena

de las dos soy un rostro posible

dos hombres me amaron también

¿la historia se repite o somos solamente arquetipos?

¿qué celebra el que canta?

¿qué descree?

veo una sombra y sé que estuve estando

los sitios se acumulan en mis huesos

¿qué habré de recordar?

¿esclava en galilea o señora?

¿fervorosa creyente o paria?

helena se devora al amado porque quiere el tesoro de ilión

adelina se mece

soy el rostro de ambas

la inocencia sostiene el esqueleto

pero es ambigua esta razón

de ser

sensuales y promiscuas

o vírgenes de cándida pureza inalcanzable

(un coro de mujeres me sujeta a la herencia

me hostiga con sus voces)

yo canto lo que ellas

las sombras que me dictan

la salvaje manera de decir

helena ha de ser perdonada

adelina muestra su seno mutilado

y devienen las dos

evanescentes







***









a César Vallejo



-hay golpes en la vida-dice

y esparce la semilla

en el obrador

hay la mañana azul y luminosa

hay un canto entre dientes

hay esa flacura

y el arroz como solo alimento

-tan fuertes

tan certeros-

y cubre la semilla con la tierra

hay una lentitud

en esas manos

-yo no sé- dice

y el otro lo mira

en el silencio vacuo de sus ojos

en el lienzo que late

al calor de ese día

azul y luminoso

-como del odio-dice

y abrevia la frase

y riega los terrones que cubren la semilla

hay el perro que husmea

y un viento clandestino

un animal que huele

a excrementos y sangre

aunque sea ahora la mañana

azul y luminosa

hay cierta similitud entre los hombres

hay cierta similitud en esparcir la semilla

y regar esperando

hay una hoz también adentro del granero

un animal untuoso, embravecido

que amenaza la zanja y la celebra

-hay golpes- dice

martillos, coces, bombas

el portazo del hombre sobre el hombre

y rastrilla la tierra y cubre la semilla

como una promesa

como un ataúd

la hoz en el granero

calla

el hombre de los ojos vacuos calla también

hay en ese silencio

una peste que hiende el paladar

en una arcada









***





a Juan Rulfo





-el camino va o viene según parezca-dice

-preciado el don de entender

la gramilla como si el cielo fuese-dice

-vine a comala

a buscar a mi padre-

y le da un fustazo a la bestia

(que va, ¿o viene?)

-mi padre es también el tuyo- dice

(¿el que se va a desmoronar?)

preciado el aire que tenían ahí abajo

donde la calavera toca los abusos

y ella parece enloquecer

ahora está muerto el hermano

(¿y qué los otros?)

-vine a comala-dice

y el cuervo repite-cuar cuar cuar-

va o viene el camino

y murmuran arriba

buscando al padrecito

para que él perdone la falta

-siempre se estuvo yendo- dice ella

vine a comala a buscar el páramo paterno

esta desolación reducida a escombros

diosito

y el calor como infierno de arcilla

me come los bordes de la cara

siempre andamos buscando a ese padre

sin ver el cielo azul

en las arterias

(el camino va o viene

interminable)













***





el universo es una inquisición

sombra china cambiante

cabeza de lobo

mano que se agrieta

cordero

(dónde reverdecer

dónde aparearse)

la sirena expele

su exhibición obscena

(la guerra es un encuentro cotidiano

una sombra agigantada china)

después silencio

corredores húmedos, orina

cortinas metálicas

graffitis

el universo es

un lugar inseguro

(aunque la propaganda siga hablando

del hogar y la sopa caliente)

el universo es una boca

que se abre







mujer 2

a Guadalupe Wernicke



la baba de ese beso

la saliva en la espalda

en la vagina

la yerma lascitud

de haberse equivocado

de hombre

los corpiños al borde

de la cama

las enaguas que retienen la seda

no hay canto primoroso

no hay gemido grito rasguño gutural

espasmo

no hay nada

hay la pared y su humedad

como un augurio

el olor hueco de sus crines

sobre el desaguadero

ella tensa las manos

en el hierro

se sujeta de la cabecera

él empuja la queja más dolida

ella hace silencio

los corpiños al borde de la cama

una ladera montañosa

la roca de por medio

(haberse equivocado de hombre)

el hueco de las crines

no hay roce caricia extremaunción

no hay nada de nada

se encoge frugal ella

él avanza las crines y el quejido

taladra la madera del abdomen

los músculos más tiesos

se agigantan

las noches

pesadillas del aire la baba en los pezones

nada de nada

en el vejamen sólido

en el entretejido de las mantas

ella reza para que pase pronto

él oscila las crines

las masa de su cuerpo

no hay más techo no hay sigilo

no hay ternura

no hay nada de nada

ni acaso rebelión

habría

él se come la zarza en ese grito

ella detiene el rezo

él bosteza

ella gira en la cama

el pueblo es un espectro

una calavera amenazante






mujer 7



-el vuelo de las golondrinas-dijo

cuando la sangre empuja

y ellos miran los hombros

y las piernas

de otras

tan largas esas piernas

las mareas más íntimas

ahí

en la cúspide de cada sed de cada migración

el vuelo de las golondrinas

el sonido

el calorcito en medio de la enagua

que esconde

sudores más frutales

el vuelo de las golondrinas

las palabras que aturden

la sólida virginidad

las alas de la aurora

si no cubre la sábana

la penumbra en el cuerpo

si el cuerpo no sostiene

si el límite es una caída

-el vuelo-dice, y jadea

sola en su pecado

elemental

la boca que se traga el jadeo

el jadeo que se traga a la hembra

las golondrinas que anidan en su frente






(*) Ana Guillot: nació en Buenos Aires (Argentina) en 1953. Es profesora en Letras (egresada de la Universidad Católica Argentina) y ha ejercido la docencia secundaria y universitaria (en dicha Universidad y en el Colegio Santo Tomás de Aquino, dependiente de la misma, como profesora y coordinadora de área). Fue una de las primeras en implementar el sistema de talleres literarios en las escuelas, tarea que la llevó, además de los libros que se mencionan más abajo, a dictar cursos para docentes en Capital, Gran Buenos Aires y el interior del país, así como a participar con diversas ponencias en el Encuentro de Rectores que se realiza anualmente. Junto a Graciela Caprarulo (y con la colaboración de Belén Ancizar y Florencia Abadi) coordina, desde hace más de quince años el “Taller de la Siesta”, que cuenta en la actualidad con un promedio de sesenta alumnos y que está integrado por grupos de escritura y lectura, y grupos sólo de lectura y análisis de textos. También ha conducido el programa radial “Dos Palabras”, que estuvo en el aire alrededor de seis años, y fue emitido por FM San Isidro Labrador, FM Palermo y, finalmente, por AM Radio de la Ciudad. Ha sido invitada a leer en la Semana de la poesía (Festival internacional. Barcelona, España). Entre sus libros publicados, en el género poético, podemos mencionar “Curva de mujer” (Libros de Tierra Firme, 1994) ; “Abrir las puertas (para ir a jugar)” (Libros de Tierra Firme, 1997); “Mientras duerme el inocente” (Libros de Alejandría, 1999); “Los posibles espacios” (Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, 2004). En narrativa, editó el volumen “¿Querés que te cuente el cuento?” (Ed. Lumen-Magisterio del Río de la Plata, 1989) y en el género ensayo “El taller de escritura en el ámbito escolar” (Ed. Stella, 1987). Participó en diversas antologías Ha dictado y dicta seminarios acerca de diferentes temas literarios, mitos y crecimiento personal, en su país y en el exterior. Ha colaborado con numerosos autores de diferentes disciplinas en el armado y corrección de sus libros.

2 comentarios:

pdv dijo...

Muchas gracias por enviar la poesia de Ana GUILLOT. Es muy interesante, nueva, original.
Me gusto mucho.
TERESINKA PEREIRA (EEUU)

pdv dijo...

Muchas gracias por tu gentileza. Un gran abrazo!!
Ana Guillot