viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 142 - Elena Cabrejas

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

142/2008


“...algo acaece en el mundo para que el

poema caiga, como el fruto, sobre las horas;

para que el poema se recorte, nítido como el árbol,

sobre un espacio abierto...”

Jorge Monteleone







Poeta invitada: ELENA CABREJAS (*)









UNA ANTORCHA



Una antorcha agoniza cuando tu voz la apaga

para encenderme.

Una antorcha con su melena roja

doblegándome en las colmenas del placer

sumergiéndose en las sales de la extenuación

descendiendo con su mortaja de cenizas

y un mensaje para descifrar

en las claridades de tu mirada.

Eso era antes.

Cuando éramos lago de sed y escaldadura

cuando todas las puertas se abrían

para que huyeran los fantasmas que nos lastimaban

cuando la música marcaba el ritmo del jadeo

en la catedral del cuerpo.

Eso era antes.

Anterior a la piel flamante del poema

escrito en el espejismo necesario

para continuar viviendo.

Cuándo comenzó la pesadilla

de andar sobre los clavos inevitables del desgarro?

Exterminio de sueños

tercas picanas en la mesa de la realidad

escuadrones de risas asesinas

custodiando el insomnio.

En la noche de mi corazón ladran los perros.



En mi alcoba hay olor a jazmines y a manzanas

hay un bosque inventado para ocultar los besos

que te doy y te niego cuando jugamos a atraparnos.

Hay un vaso de rosas que nos miran y una antorcha...

Eso era antes.









V I G I L I A



Mi memoria te guarda en estrechas galerías

donde anduvo el sol de adentro

señalando el sortilegio que nunca acaba.

Sortilegio que asoma los vahos secretos

que desbordan mi mirada.

El misterio llamea ocultando sus carbones.

Crecen en la piel de mis manos

lenguas de esclava frente a la cerradura.

Hablo de lo que debo cultivar

para aguardarte.

De la recóndita tenacidad que invade

todos mis sueños de clamor imposible.

Se que volverás para mirarme

que volverás para nombrarme

hasta la exhalación

en esta feroz paciencia de comenzar a esperarte.











SINFONÍA HECHIZADA



Mi amor tiende sus manos de mago

y me cubre la piel con furia de relámpago y asombro

y galope de caballos blancos.

Mi amor trae versos de torrente

y vuelo de pájaro de trescientos sesenta colores

y brasas de encender suspiros en el bosque de mi pelo.

Me oyes? Eres tú el que me crea mujer y me proclama

en los bandos del mundo.

Tú el que me ofrece la boca de imán nocturno

y licores y ungüentos y flor

con sus dos únicos pétalos de fuego que me abrasa.

Mi amor tiene la llave de todos los cantos

y por eso lo espero

con mi traje de novia de princesa de esclava

sobre mi desnudez.

Con un ramo de clavelinas en el umbral de la tarde.

Con la sed de los muelles a la hora de la última marea.

Con la danza de nuestra sinfonía hechizada

en la curva de las caderas que no cesan de oscilar tu nombre

húmedo y profundo como la noche

cuando me amas.











VIVIENDA DE EMERGENCIA



De chapa helada

cuando los inviernos crecen

en los árboles

cuando las ilusiones

se escapan por las ventanas rotas

y la realidad clava sus raíces

en el barro.

Las hendijas silban vientos amarillos

la madrugada golpea la puerta

inexorablemente cada día

la emergencia se burla

desde los techos grises

suenan sus tambores oscuros

martillean las gargantas anudadas

con ásperas impotencias.

Afuera la lluvia

destiñe promesas violetas.











SIEMPRE EL HOMBRE



El hombre siempre el hombre

sediento y pronunciado desde la sal

de todos los linajes

hasta el adiós infinito de las puertas el tiempo

y su voz esparcida por el aire.

Dónde la mordedura que parte sus pedazos?

Dónde los espejismos

de abarcar lo perdido?

Y aquél día desnudo con olor a madera

golpe de hacha y silencio

sobre su antigua memoria.

Y el llanto que atiza en la cuna desmembrada

de no ser más que un niño

que regresa por la noche

para volver a nacer.









TIEMPO DEL NUNCA MÁS



Desde esa larga ausencia

su lengua era una daga agudizando la hiel

de sus gemidos

penetrando mansamente la brumosa cortina

que tendía la tarde

cuando la aldaba de la noche comenzaba a llamar.

Entonces se podía ver relucir

el alambre furioso que atravesaba su mirada

conocer el oculto cordel de su esqueleto

lanza de guerrero sobre las siete cuevas

del maligno

que arrebatara a su presa

sin saber que ella estaba hecha

de llanto y furor, bellisima y demente

creciendo como un bosque

creciendo como la ausencia del hijo

en el volcán del pecho.









TIEMPOS OSCUROS



Ramajes encorvados sobre mi sombra

en la tarde que cruza

como un horizonte electrizado.

Cuajos de sangre y lodo se pegan a mi piel

y no puedo huir. !Oh niño de cenizas!

que me atisbas desde el rincón del fuego.

Y no puedo. No logro escapar del vaho perverso

en el socavón del tiempo que todo lo lleva.

Es inútil. Cadáveres de peces en la playa

del abandono. Pájaros ciegos en la negrura

del agua. Niño ven a salvarme.

Que no consigo sino la asfixia en mi propio ruego.

En mi propia saliva que te nombra

por el túnel del grito. Ven a salvarme.

Quién nos ha despojado? Quién se viste

mi ropaje de pasear en los sueños?

Dónde tu luz de corazón ardiendo

en las telas del silencio?

Y ese miedo que crece como un muro sediento.

Ven a salvarme. Oh aniquilación.

Oh espectros desdentados. Oh infierno.

Y yo sola en los bosques de la noche.

Niño ven a salvarme.











A LA HERMANA FRANCESA DESAPARECIDA ALICE DOMON



El amor le bramaba sobre el pecho

sobre su vientre de arca para las criaturas

salvadas del naufragio

-pequeños universos de tibieza a la intemperie-

en plena calle en plena selva

en plena soledad galopando con ramalazos secos

su rostro luminoso y sediento.



Fue conducida hasta la honda habitación

de la noche

con su túnica de sal

y el rosario alzado hacia la única resurrección.



Sus pies heridos persiguieron las huellas del Gólgora

y sus ojos de agua derramada

quedaron abiertos como una fuente interminable.






(*) Elena Cabreras: Poeta y escritora nacida en Buenos Aires. Estudió Letras en Universidad del Salvador. Es colaboradora de los suplementos literarios de los diarios: "La Nación", "La Gaceta" de Tucumán y "La Capital" de Mar del Plata. Dirigió talleres literarios. Fue miembro de la Comisión de Cultura de la Fundación El Libro para la Feria Internacional, y secretaria de Arte y Cultura de la Fundación para la Prevención de la Violencia Infantil. Fundadora y directora de la revista "Centauro", junto a Alejandrina Devescovi, creó y dirige "Poesía viva". Obtuvo diversos premios: Sociedad Española de Cosquín, Universidad de Belgrano y Fundación Argentina para la Poesía, entre otros. Su novela: "Algo habrán hecho", que trata sobre las monjas desaparecidas durante la última dictadura militar, recibió el Premio Municipal (Bienio 1998/99). Dueña de una voz muy personal, su poesía sabe indagar, valiente y sin apelaciones, en los aspecto más trágicos y dolorosos de la realidad social de su país. Algunos de sus libros de poemas: "Canilla popular" (1975); ; “Poemas para la madre” (1981); "Tiempo que duele" (1983); "Vencer al miedo" (1984), "Como un pájaro en llamas"(1986); “Herederos del silencio” (1992 y 1993). Recibió, en el 2008, una mención por su poemario presentado en el Premio de Casa de las Américas.

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