POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 142/2008
“...algo acaece en el mundo para que el
poema caiga, como el fruto, sobre las horas;
para que el poema se recorte, nítido como el árbol,
sobre un espacio abierto...”
Jorge Monteleone
Poeta invitada: ELENA CABREJAS (*)
UNA ANTORCHA
Una antorcha agoniza cuando tu voz la apaga
para encenderme.
Una antorcha con su melena roja
doblegándome en las colmenas del placer
sumergiéndose en las sales de la extenuación
descendiendo con su mortaja de cenizas
y un mensaje para descifrar
en las claridades de tu mirada.
Eso era antes.
Cuando éramos lago de sed y escaldadura
cuando todas las puertas se abrían
para que huyeran los fantasmas que nos lastimaban
cuando la música marcaba el ritmo del jadeo
en la catedral del cuerpo.
Eso era antes.
Anterior a la piel flamante del poema
escrito en el espejismo necesario
para continuar viviendo.
Cuándo comenzó la pesadilla
de andar sobre los clavos inevitables del desgarro?
Exterminio de sueños
tercas picanas en la mesa de la realidad
escuadrones de risas asesinas
custodiando el insomnio.
En la noche de mi corazón ladran los perros.
En mi alcoba hay olor a jazmines y a manzanas
hay un bosque inventado para ocultar los besos
que te doy y te niego cuando jugamos a atraparnos.
Hay un vaso de rosas que nos miran y una antorcha...
Eso era antes.
V I G I L I A
Mi memoria te guarda en estrechas galerías
donde anduvo el sol de adentro
señalando el sortilegio que nunca acaba.
Sortilegio que asoma los vahos secretos
que desbordan mi mirada.
El misterio llamea ocultando sus carbones.
Crecen en la piel de mis manos
lenguas de esclava frente a la cerradura.
Hablo de lo que debo cultivar
para aguardarte.
De la recóndita tenacidad que invade
todos mis sueños de clamor imposible.
Se que volverás para mirarme
que volverás para nombrarme
hasta la exhalación
en esta feroz paciencia de comenzar a esperarte.
SINFONÍA HECHIZADA
Mi amor tiende sus manos de mago
y me cubre la piel con furia de relámpago y asombro
y galope de caballos blancos.
Mi amor trae versos de torrente
y vuelo de pájaro de trescientos sesenta colores
y brasas de encender suspiros en el bosque de mi pelo.
Me oyes? Eres tú el que me crea mujer y me proclama
en los bandos del mundo.
Tú el que me ofrece la boca de imán nocturno
y licores y ungüentos y flor
con sus dos únicos pétalos de fuego que me abrasa.
Mi amor tiene la llave de todos los cantos
y por eso lo espero
con mi traje de novia de princesa de esclava
sobre mi desnudez.
Con un ramo de clavelinas en el umbral de la tarde.
Con la sed de los muelles a la hora de la última marea.
Con la danza de nuestra sinfonía hechizada
en la curva de las caderas que no cesan de oscilar tu nombre
húmedo y profundo como la noche
cuando me amas.
VIVIENDA DE EMERGENCIA
De chapa helada
cuando los inviernos crecen
en los árboles
cuando las ilusiones
se escapan por las ventanas rotas
y la realidad clava sus raíces
en el barro.
Las hendijas silban vientos amarillos
la madrugada golpea la puerta
inexorablemente cada día
la emergencia se burla
desde los techos grises
suenan sus tambores oscuros
martillean las gargantas anudadas
con ásperas impotencias.
Afuera la lluvia
destiñe promesas violetas.
SIEMPRE EL HOMBRE
El hombre siempre el hombre
sediento y pronunciado desde la sal
de todos los linajes
hasta el adiós infinito de las puertas el tiempo
y su voz esparcida por el aire.
Dónde la mordedura que parte sus pedazos?
Dónde los espejismos
de abarcar lo perdido?
Y aquél día desnudo con olor a madera
golpe de hacha y silencio
sobre su antigua memoria.
Y el llanto que atiza en la cuna desmembrada
de no ser más que un niño
que regresa por la noche
para volver a nacer.
TIEMPO DEL NUNCA MÁS
Desde esa larga ausencia
su lengua era una daga agudizando la hiel
de sus gemidos
penetrando mansamente la brumosa cortina
que tendía la tarde
cuando la aldaba de la noche comenzaba a llamar.
Entonces se podía ver relucir
el alambre furioso que atravesaba su mirada
conocer el oculto cordel de su esqueleto
lanza de guerrero sobre las siete cuevas
del maligno
que arrebatara a su presa
sin saber que ella estaba hecha
de llanto y furor, bellisima y demente
creciendo como un bosque
creciendo como la ausencia del hijo
en el volcán del pecho.
TIEMPOS OSCUROS
Ramajes encorvados sobre mi sombra
en la tarde que cruza
como un horizonte electrizado.
Cuajos de sangre y lodo se pegan a mi piel
y no puedo huir. !Oh niño de cenizas!
que me atisbas desde el rincón del fuego.
Y no puedo. No logro escapar del vaho perverso
en el socavón del tiempo que todo lo lleva.
Es inútil. Cadáveres de peces en la playa
del abandono. Pájaros ciegos en la negrura
del agua. Niño ven a salvarme.
Que no consigo sino la asfixia en mi propio ruego.
En mi propia saliva que te nombra
por el túnel del grito. Ven a salvarme.
Quién nos ha despojado? Quién se viste
mi ropaje de pasear en los sueños?
Dónde tu luz de corazón ardiendo
en las telas del silencio?
Y ese miedo que crece como un muro sediento.
Ven a salvarme. Oh aniquilación.
Oh espectros desdentados. Oh infierno.
Y yo sola en los bosques de la noche.
Niño ven a salvarme.
A LA HERMANA FRANCESA DESAPARECIDA ALICE DOMON
El amor le bramaba sobre el pecho
sobre su vientre de arca para las criaturas
salvadas del naufragio
-pequeños universos de tibieza a la intemperie-
en plena calle en plena selva
en plena soledad galopando con ramalazos secos
su rostro luminoso y sediento.
Fue conducida hasta la honda habitación
de la noche
con su túnica de sal
y el rosario alzado hacia la única resurrección.
Sus pies heridos persiguieron las huellas del Gólgora
y sus ojos de agua derramada
quedaron abiertos como una fuente interminable.
(*) Elena Cabreras: Poeta y escritora nacida en Buenos Aires. Estudió Letras en Universidad del Salvador. Es colaboradora de los suplementos literarios de los diarios: "La Nación", "La Gaceta" de Tucumán y "La Capital" de Mar del Plata. Dirigió talleres literarios. Fue miembro de la Comisión de Cultura de la Fundación El Libro para la Feria Internacional, y secretaria de Arte y Cultura de la Fundación para la Prevención de la Violencia Infantil. Fundadora y directora de la revista "Centauro", junto a Alejandrina Devescovi, creó y dirige "Poesía viva". Obtuvo diversos premios: Sociedad Española de Cosquín, Universidad de Belgrano y Fundación Argentina para la Poesía, entre otros. Su novela: "Algo habrán hecho", que trata sobre las monjas desaparecidas durante la última dictadura militar, recibió el Premio Municipal (Bienio 1998/99). Dueña de una voz muy personal, su poesía sabe indagar, valiente y sin apelaciones, en los aspecto más trágicos y dolorosos de la realidad social de su país. Algunos de sus libros de poemas: "Canilla popular" (1975); ; “Poemas para la madre” (1981); "Tiempo que duele" (1983); "Vencer al miedo" (1984), "Como un pájaro en llamas"(1986); “Herederos del silencio” (1992 y 1993). Recibió, en el 2008, una mención por su poemario presentado en el Premio de Casa de las Américas.
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Gracias a Todos
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