viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 120 - Patricia Díaz Bialet

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 120/2007





“La poesía procura sostener en la palabra

la inasible presencia de lo incógnito...”

Santiago Kovadloff









Poeta invitada: PATRICIA DÍAZ BIALET (*)





EMILY BRONTË


Emily Brontë: sacúdete el cuerpo y vuelve a la vida.



Escribe para mí ese capítulo negro en donde la bruma descubre tu máscara de fuego

y el salvaje placer de liberar las manos como águilas.



Yo te envidio, Emily,

sin más excusas que las raíces nocturnas que unían tus pies al centro de la tierra.

Por eso te exijo que prolongues el insomnio;

que vuelvas hacia mí tus ojos de borrasca envejecida,

que extiendas tus manos hasta tocar todo lo que sueño.



Gira alrededor de mi cabeza el plumaje de tu cuerpo

y junto con él tráeme la última ráfaga que amaste.



Emily Brontë: roe la madera y encuentra el camino de regreso.

Aunque ahora duermas solamente bajo el tibio reflejo de la luna

donde nunca despiertas al llamado de la hierba.



(de Los despojos del diluvio)







LA FUGACIDAD DE LAS LUCIÉRNAGAS (XXXVIII)



Mendiga entre los pobres

voy recorriendo las estaciones de un pueblo deshabitado.



He probado hacer el amor con novios anteriores.



Nada más molesto que un papel usado para limpiarse la boca.



(de El hombre del sombrero azul)








LA PUNTADA PENETRANTE DE LA POESÍA


De una vez por todas hagamos algo de valor.



Arrojemos al fuego el traje inservible de poeta,

los anteojos opacos de la literatura de molde,

las estupendas manoplas de la estupidez.



Que nos perfumemos solamente con el aire.

Que nos arranquemos la sudorosa piel de los halagos.



De una vez por todas hagamos algo de valor.



Un canto que reanime a los muertos

y pase su llamarada por sobre el letargo de los escritores.



Algo de valor.



La lucidez de la poesía.

La intuición de las palabras arrojadas desde la garganta del misterio.



Basta de las rondas nocturnas

en donde se lucen las ropas más que las genialidades.



Estoy cansada de los pobres lectores confundidos.





Ante el poema

quedar encorvados como el cuello de un cisne.



(de El hombre del sombrero azul)



EL RECREO


El teniente querrá beber algo en su descanso.



No gracias.



Sólo un poco más de sangre.



(de El hombre del sombrero azul)



AGUALAVA


Agualava cae de mi sexo.

Aguafuerte de químicos poderes.

Agua de prisión desmedida.

Agua de pequeña prostituta subterránea.



Agualava cae de mi sexo.

Pintado artilugio de mis labios.



Agualava aguaceite en borbotón de añeja ingle carcomida.

Agualava aguaceite de espeso puntapié en caída libre.

Agualava en queja de paracaídas.

Agualava en frotación constante.

Agualava por vos mi amor de veinte identidades.



De a sorbos te ofrezco mi agualava paraíso.

Mi edema ensanchada.

Mi rocío de muslo disgregado.



Yo te ofrezco mi dulce artimaña de gacela.

Mi amague de nudo.

El ardor de mi ojo de circo.

O el timbal de cópula en permanencia.



Gruta áspera de pico que penetra

la púrpura pluma de aire cuando gozo.



Agualava y su fluir en cauce anónimo.

Agualava y su tambor en talle de gladiolo.

De gorjeo.

De gruta acorazada.



Agualava por vos mi amor de quince abrazos.

Agualava aguapéndulo de piedra para ser fundido en franja de furia.



(de Soy dos y una se anticipa)





PISTA DE BAILE


y yo bailaba mi diminuta Italia

-ópalo de pista untada de muerte ahora-

y yo bailaba en hueco de hiena la verdad aristotélica

en orfandad de navío errante yo bailaba

mis piernas taconeando la madera

-los orgullos agónicos ahora-

y yo bailaba

con pablo con mariano con josé el fenicio maloliente

a través de la ventana tu oscuro maldecir de novio

y yo bailaba la melodía erguida

los póstumos repiques de útero

la menta en mi vaso de vapor y yo bailaba

los sillones eran góndolas de anclaje

un hilo hecho de sábado

una mesa en reposo

-los gatos escondidos en la luz a veces nos traicionan-

pero yo bailaba la eternidad de tu recuerdo el bretel de flores

bailaba en idiomas irresueltos

festejando mi naufragio mi partir hacia lo que queda

-un gramo de dolor se aferra a mí en estos días-

pero yo en mi hamaca de diosa o de zarina

yo bailaba la portentosa música

mi suerte tu whisky tu hermosa hermana



(de Soy dos y una se anticipa)





TU CUELLO VIOLETA ENTRE LA NOCHE


Como la poderosa anémona de la vigilia.

Como una púa perpetua tatuándote tus mejores muslos.

Como la serpiente enemistada de la selva

te atrapa mi cardumen infinito,

mi nalga abierta,

el ruido tempestuoso de mi aire viciado.



Te atrapa solamente con la punta de sus piernas

mientras los curiosos caen como velas absurdas.



Tu piel de escamas de lobo.

Tu cuello violeta entre la noche.

Tus manos enormes cediendo paso en este lago leve de mi cuarto.



Cuando te encuentro siempre finjo ser inocente.

Sin embargo te atrapo cadenciosamente

con lenguas tenaces,

con mi filoso jadeo de ermitaño,

con mi camisón de seda verde.

Te atrapo en el sinuoso paraíso infame del sexo.



Porque hacerte el amor es parte de mi rito

como lamer el espacio vacío en tus rodillas

o conquistar los nudos de nuestro pasado inservible.



Hacerte el amor es parte de mi fuerza.

Todo bajo la antorcha muriendo.

Todo por sobre los otros.

Por sobre la noche ácida de mi vida.



Mejor pensar que los osos temibles de la infancia no vuelven.

Mejor hacerte el amor

como la reina exiliada

y tocar tu hueso absoluto

y traerte hasta mí.



Animal desatado en mi tormenta.

Bestia infiel rejuveneciendo en mi cama.



(de Los equipajes invisibles)







LA INMERSIÓN NOS REFLEJA TAL CUAL SOMOS
al hombre de flecha de imán húmedo



cada vez que vuelvo a ese cubo de luz en donde flotan tus ojos submarinos

cada vez que intento devolverme a tu traje de acuanauta y a tu músculo ceñido

y que regresan las tardes de intrépidas tormentas

y mi entonces pequeño cuerpo atiborrado de cables telefónicos en una estéril cabina de un

/pueblo del sur

cada vez que reanudo la muerte de la amiga

el raso púrpura que te endulzaba el semen derrochado

o cada vez que tu dedo interminable merodea esta silla que ahora me deleita

cada vez que en posiciones extremas los ojos incautos de los vecinos se impregnan en el

/vidrio, en la maceta cómplice

cada vez que me zambullo en la opulenta carne que aún bebemos gota a gota en lo que se

/sueña

cada vez que en tu diáfana ingle de aguardiente me rozas la vida la urgencia las amarras



(era el tiempo imprevisto,

era el tiempo de la cadena que aún luzco en noches de fiesta,

era tu pierna erecta como un mástil de fiebre,

era el incesante automóvil hacia el hotel que todavía nace en el sur,

era la duermevela con que adherimos nuestros cuerpos a través de los kilómetros de

/espera,

era el tibio escozor de aquello que perdura siempre aunque nos duela)



cada vez que trago lo que extraigo de tu densa piel después del mar

sé que alguien conspira contra el mundo

y grita que no debo



sin embargo

yo me acerco a mi acuática mochila para olerte

como se huelen los búfalos antes de aparearse

como se huelen las camisas aún tibias de los muertos

como se huele el siempre fresco cadáver de la infancia



(de En órbita de fuego)



(*) Patricia Díaz Bialet: nació en Buenos Aires (Argentina) en 1962. Poeta, Profesora Nacional en Idioma Inglés egresada del I.N.S.P. Joaquín V. González, Co-conductora radial del programa cultural El Descubrimiento en FM 88.7 La Tribu. Actualmente cursa la carrera de Licenciatura en Actuación en el Instituto Universitario Nacional de Arte. Publicó los libros de poesía: “Los Despojos del Diluvio” (1990); “Testigo de la Bruma” (1991); “La Penumbra de la Luna Llena” (1993); “La Dueña de la Ebriedad de la Rosa” (1994); “Los Sonidos Secretos de la Lluvia” (1994); “El Hombre del Sombrero Azul” (1° ed., 1996, 2° ed., 1998); “Papeles de Resurrección” (versión en castellano de Resurrection Papers, de la poeta estadounidense Heather Thomas, 2004). Poemas suyos fueron incluidos en la película “El Lado Oscuro del Corazón II” de Eliseo Subiela. En febrero de 2005 fue invitada a presentar su poesía en la Feria Internacional del Libro de la Habana, Cuba. Entre sus premios se encuentran: 1° Premio Fundación Argentina para la Poesía 1987, 1° Premio Fondo Nacional de las Artes 1989, 1° Premio Fondo Nacional de las Artes 1993.

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