POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 112/2007
“Una extraña cualidad de la poesía,
como lenguaje, es que cada gran hablante
de ese lenguaje lo cambia... cambia
lo que otros poetas pueden decir
y lo que los lectores pueden experimentar.”
Kenneth Koch
Poeta invitado: JOSÉ EMILIO TALLARICO (*)
MUERTE DE ADÁN
Ha comenzado la derrota de los nombres.
Sólo hablo de mí, de mi distancia.
Los animales pasan, me lamen, pero yo no recuerdo
qué sonidos interpuse una vez entre sus cuerpos y el mío.
Pasan y me abandonan, conocen la proximidad del invierno.
El más hermoso de ellos permanece.
Con dedicación moja mi frente, sostiene mi cabeza,
despacio me besa los labios.
La escucho sollozar,
presiento que ella cerrará mis ojos,
de ella será mi última palabra olvidada.
EN INVIERNO
No preguntés
qué fuego
encender
ni para qué
los álamos
se llenan
de fuga
consentida
hay por debajo
pétalos
lúcidos huesos
cuya estirpe
es la rabia
caminos
soledades
extramuros
corazón corazón
(de “Ese espacio que tiembla”)
IEMANJÁ
Ramitos a Iemanjá
llevábamos como raíces de la luna.
El mar espeso, errante,
confitado por nuestras flores repentinas.
¿Su número? No importa.
(Flotan, son pequeñas mamilas celestes,
una suerte de enagua instantánea
que deshilacha el murallón.)
El mar. ¿Y la Diosa del mar?
¿Subió donde tu boca, hecha rocío?
¿O acaso agradecer
significó abrigarte con espuma,
mientras de la extraña, oscura plegaria
huían trozos de cielo?
Demasiada atención había entonces
merodeando tus ojos.
Y una divinidad sin sacrificios.
Y un rezongo en el mar.
(de “El arreo y la fuga”)
UNA FICCIÓN
Fue mi pibe quien dijo:
-“La vida no es más que una naranja abierta
por el cuchillo de la mentira”.
-¡Ahh, Tomahawk! ¡Sigilo corporativo
entre sustancia y tajo!
El voyeur que todos llevamos dentro, ¿no?
¡Los infinitos resquicios, la imaginación
de bruces en la muestra!
¡Nada! –quise gritar. ¡Allí no hay nada!
¿Abriste un sapo alguna vez?
A medida que entrás el mecanismo
de sus contracciones se atenúa,
va silenciándose de a poco:
¡muere! -¿entendés?
¡Adentro de esa naranja está el vacío!
Mientras se iba,
un difícil temblor cubrió mis ojos.
¿Quién era yo sino un ser extenuado?,
(incapaz incluso de esgrimir
la bendición del poema).
¿Y quién era él para arrojar así, al pasar,
casi con displicencia, una instantánea del vivir?
-Tengo nervioso el nervio malo –murmuré por lo bajo-,
¿qué hago con esta naranja ahora?
(de “Andariveles”)
TRIBUTO A BILLIE HOLIDAY
Un pétalo de tu gardenia,
un ala que la memoria usa
para ingresar al túnel del trombón
y reencontrarte al otro lado, lady,
sostenida en tu nota, feliz.
Donde quiera que estés se despega tu hondura
y un hálito de viejas emociones
canta en mí, con tu Bronx, con tu Dios
(que cuida niños en noches alcohólicas)
y las teclas persiguen raudamente
esa ronquera tuya, ese gritito elástico, el aire.
Donde quiera que estés me estás diciendo:
“alójate en mi voz, su intermitencia azul cura el espíritu”.
Y tu gardenia es blanca y luminosa y grave
cuando empieza a volar.
UNA ENTREVISTA DE TRABAJO
Yo quise traspasar el umbral de los cerdos.
Comí con ellos bajo el espíritu de las edades,
con la parte cautiva de mí,
con mis orígenes de pobre tipo fiel.
Fue inútil: la verdad, como una rosa fría, sangró por mi boca.
(Inéditos)
(*) José Emilio Tallarico: nació en Buenos Aires en 1950. Tiene cinco poemarios publicados: “Huésped y testigo” (1986), “Siglonía” (1988), “Ese espacio que tiembla” (1993), “El arreo y la fuga” (2000) y “Andariveles” (2006). Parte de su poesía fue incluida en antologías y publicaciones argentinas e iberoamericanas. Se han publicado artículos y poemas de su autoría en numerosas revistas literarias. Coordinó junto a los poetas Gerardo Lewin y Alejandro Méndez Casariego el ciclo de lecturas y entrevistas “El orate y la musa”. Fue traducido fragmentariamente al portugués, al belga y al italiano. Reside en su ciudad natal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario