POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 18/2006
“Quien escribe el poema debe necesariamente abrevar de la producción colectiva del lenguaje
en su totalidad, y no meramente del discurso establecido
que en ese momento da forma al mundo: las aguas más claras
no son siempre las únicas potables.”
Diana Bellesi
Poeta invitada: DORA NÉLIDA ZAMBRANO (*)
SER POETA
1) El poeta descree de lo que ve. Sólo acepta lo que su sensibilidad le propone.
2) Un poeta reinventa, redescubre, mediante un proceso de fragmentación. Luego une las piezas con su pegamento (estilo) particular.
3) Un poeta puede vivir entre la gente o de la gente. Pero no puede vivir con la gente, pues debe tomar distancia para “ver” y “verse” desde el lugar que ocupa en la creación.
4) Un poeta es una persona que lucha incesantemente con sus fantasmas, aunque a veces les deba sus mejores poemas.
5) Un poeta es un ser netamente racional que a menudo ingresa en el intrincado laberinto de lo irracional.
6) Un poeta es un ser que trasciende los límites que su condición humana le propone y explora un mundo desconocido, misterioso.
7) Un poeta es un ser contradictorio, que asume sus debilidades y las transforma en bellas imágenes.
8) Un poeta sabe que la vida, tal como es, sólo vida, es absurda. Sin embargo obviará ese detalle a lo largo de su obra intentando convencernos de que existen atenuantes para ese juicio.
9) Un poeta es un ser que no sabe nada de trucos que aparecen y desaparecen palomas o conejos, pero sí sabe utilizar la magia de las palabras para transformarlas en una dimensión desconocida.
10) Finalmente, un poeta es un ser mutante. Cada poema es una piel madura que se desprende inevitablemente de su cuerpo-ser-mente.
DELIRIO DE ABRIL
No hay piedades en el ocaso
ni gratitud en la sepultura.
Sólo final que apetece
el orgasmo de los días.
Ninguna boca. Ningún trébol.
Sin párpados para la lluvia.
Ayunando las certezas.
Convidando con la duda.
Quizás. Es muy probable.
La fiebre afila en mis ojos
sus dientes de ceniza.
LABIOS
Navegar a la deriva
en el palpitante océano del cuerpo
buscando unos labios
-nocturnas orillas-
aguardando el beso
o la mentira o ambas cosas.
LA HERIDA DEL POEMA
Nada que decir.
El silencio se ovala
en las encías de la tarde.
Verde congoja de algas y miedos.
Sólo por costumbre las horas pasan.
Demasiado nadie. O un pez herido
observa el tedio de mis ojos.
Descalza espero el milagro de la lluvia.
Es vidrio el poema
me abre y me desangra.
EXTINCIONES
Ha cambiado el curso de mi rostro,
en el ángulo diverso de los días.
Me arma una sed que no comprendo,
un torrente de flujos viscerales.
Lo sabio almuerza con mi cuerpo
y una mesa distinta nos reúne.
(*)Dora Nélida Zambrano: nació en la ciudad de Ramallo (provincia de Buenos Aires, República Argentina) en 1954. Ha participado de distintos talleres literarios y ha obtenido numerosos premios tanto por su obra poética como narrativa. Es una activa integrante de la Comisión Directiva del C.E.R. (Círculo de Escritores de Ramallo). En el año 2001 obtuvo el primer premio en el Premio Municipal de Literatura de la ciudad de Ramallo, producto de ello fue la publicación de su libro “Los muros de la noche” (2003). Reside en su ciudad natal.
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