POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 245/2011
“Todo poeta se ha angustiado,
se ha asombrado y ha gozado.
La admiración por un gran pasaje
de poesía no se dirige nunca a una
pasmosa habilidad, sino a la novedad
del descubrimiento que contiene…”
Cesare Pavese
Poeta invitada: MARÍA CECILIA MICETICH (*)
Del libro “Música de Cámara”
NADA
Nada
sobre la rivera de tu espalda
un llanto de arena ruda
arena tibia sin crepúsculos. Siroco: al tiempo
la vuelta le resta veinte años
para seguir la trama de la memoria.
Hoy se asoma el colibrí que sólo tu jardín visita,
y el aljibe
deja de sr fondo para transformarse
en profundidad;
deja de ser agua quieta sin bríos,
para ser arte. Arte en el sueño arte en la hondura
del pañuelo
que suavemente va
borrándose en las arrugas de su rostro.
Rostro que no cae, no cierra
ni prende la luz del espejo
porque le teme tanto, tanto al viento.
MÚSICA DE CÁMARA
Cámara es la síntesis,
es el viaje del encuentro, la idea sublime
que asoma en el perfume de la pipa
que nos mueve,
la sonrisa que nos convierte.
El gestar, comprender y hasta decir
coexisten en allegro, adagio y vivace:
las tres caras
del hombre que se triplica
infinitamente en el espejo del arte
del libro de arena
sobre un atril.
Nueve es la cifra del espacio
que nos invoca en la plenitud;
también en la unidad de las derrotas
la música calla
para volver a ser otra vez fénix.
Y los ángeles se agrupan en el espacio nueve,
los nueve coros, tres tríadas,
la silla, un piano y el cello:
tríadas de la perfección, orden en el desorden,
unidad de tres
o más de tres en el mundo.
Música de cámara: descender nueve escalones
que dominan y multiplican los sentidos.
Mirarse, un gesto para comenzar.
VUELTAS POR LA ESCUELA
Entras y es un embrujo que llega con aires
viento sur, humedades de ríos linderos.
Una frase nos pinta la cara desde años
en que los colores eran patrimonio todavía
de las palabras.
Un embrujo en la trompeta que desafina,
cuando alguien, mientras canta, decide salirse
del tono y desentonar:
va pensiero…, oh mío caro…
o un hechizo que repiquetea y una tempestad
que abruma las maderas
y el marfil templado del aula 3, templado.
Un tres que se duplica en el piano: seis, seis bis
en la reexposición del camino.
Tres son los universos que circulan
de quinta en quinta por sembrar,
salas de extrema paciencia, solas
por abrir.
Todo se vuelve encanto.
Un calderón de espera descubre
la belleza interna de nuestro espacio:
habitar el hogar
se parece tanto al paraíso de un Dante
que puso al sonido Uno
en el lugar de Dios.
Este paraíso que sienta sus raíces
en el patio y nos sobrevive
en el intersticio del sonido.
Si toda distancia es también lenguaje,
desde la escalera a la biblioteca ocho compases
nos separan.
No es Fauré, Mozart o Beethoven.
Es sólo ese banco, esa vena que perpetúa
el fugaz solsticio del arco y la guitarra
en el instante.
Silencio.
Orfeo nos visita. Música de Cámara
en el oírse respirar, en la gracia de un diálogo
que invita a permanecer
en la geometría habitada, a veces,
por Brahms o Schumann
ocultos
en gestos
maestros.
“Sólo el soñador que se colma de gozo
contemplando sabe
de esas alegrías sencillas
del reposo
dibujado”.
CAVATINA
“L ‘univers moins hideux et les
instants moins lourds?”
Charles Baudelaire
Nace una estación cuando los árboles
se aquietan; el desplegarse
en el calvario de una guerra que nos une.
Un cenit palidece.
Cuando entre la fronda (ciprés y abedul, cedro
y almendro)
rozando los hombros de acero, alguien
tritura al ciervo (que manso no espera ni huye)
de la caída
para escapar. Afuera
las piedras en el escenario de la carne.
Extemporáneo al jardín es el grito
de espanto, es el humus estéril de la pradera.
Entretanto, al acorde perfecto del mundo se
pulveriza
en tu semblante;
larguetto ma non tanto en el ángulo de los
brazos,
una estela de halo diezma
la piel sin dejar rastro ni rostro
en la palabra.
Sólo la guitarra
que abre y cierra doseles en el horizonte.
Sólo cinco cuerdas bastan para despertarte en
el arcano.
Sólo tres pasos para llegar al fondo
y sólo hasta el centro de la mano
para que vibre
el mundo
y alguien me suelte al fin de todo el cabo.
Alguien suelta la driza
para modular al rictus y volverla murria, pisada
hoy señera en el paraíso que se extingue
en lo áspero de la sabana
un olor ácido: la agonía de los pinos, mientras
pienso
que un lirio abierto es el espacio
de esta sonrisa taciturna,
-bruma varada-
pudiera ser bálsamo
para cuando la suerte mía esté echada.
(*) María Cecilia Micetich: nació en 1979. Es escritora, docente universitaria, profesora de música y de literatura (UNR) e investigadora (UNL). Publicó sus trabajos en las antologías “Poetas rosarinos” (Editorial UNR, 2005) y “Argentina y sus escritores” (Editorial Nuevo Ser, 2002). “Música de cámara” es su primer libro de poemas.
POEMANIA...
Inventario de poesía hispanoamericana contemporánea
viernes, 26 de febrero de 2010
Poemania Nº 244 - Juan Carlos Miranda Ponce
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 244/2011
“Una vez abierta la puerta al sismo inextinguible
de la poesía, todo, absolutamente todo será
visto por el ojo creativo de la poesía que va
por el mundo conocido y soñado para
regresar con un mundo reinventado.…”
Marcos Silber
Poeta invitado: JUAN CARLOS MIRANDA PONCE (*)
ARTE DE LA POESIA
Un poeta debe conocer diversas leyes implacables
J.A. Valente
Borro tu rostro
eclosión de tinta adyacente
el navío no se hunde en la tempestad
rescato tu nombre
y el eco me responde el sagrario del silencio
quietud de marioneta
redibujo tu rostro
te presiento
autorretrato fallido.
FERNANDO PESSOA NACE FRENTE LA
OPERA DE LISBOA
En el día más caluroso del tiempo
Tres lobos blancos en la sombra de lobo negro…
QUIJOTE Y EL OTRO ABISMO
A Michelle
Conocí a una mujer
que deduce la geometría en los molinos de viento
en qué dirección viaja el fuego en su abrazo
espero en sus muslos una bandolina
mi armadura no se compara con el acero de toledo
has cabalgado durante varias vidas
para llegar a sus ojos y no salir jamás de su ceguera
cuanto amo en ella la argamasa de la locura.
CARABELAS EN YUCATÁN
Desde el Palacio Azul se conspira
contra el devenir del tiempo
bajo la pirámide
el jaguar inserta sus colmillos
en la tabla bizárrica del universo
el joven navegante
soñó que desafiaba
a los dioses míticos
del océano
Columbus
es hora de zarpar
antes que los marineros
se embriaguen
hoy es un magnífico día
para descubrir
el veneno emplumado
de su sangre
bajo el cielo
del último sacrificio.
SÍNDROME DE CORAL
Cantador
derrotero de azafrán y roble
coronado
cinto del burdel
conviviste desde los doce años
en campamentos tribales
escueto
miras al arcano mayor
escondido en la guitarra
los niños juegan
villanos enmascarados
desde la torre de marfil
escucho tu zapateo
en el retablo salado
de la tempestad
poeta de acertijos
Camarón de a Isla
por qué tuviste temor al minotauro
muerto
en la arena
viñedo
aljibe.
EL PÉNDULO DE REDDING
Viajabas dentro del anillo
lago de Constanza
hoy olvidaron tu nombre
mástiles
sumergidos
por el mercader de seda
incertidumbre
cicatrices devoran tu piel
agujero de péndulo
Oscar w. persuadido por su fantasma
remite rostros desde la cárcel de Redding
hoy llegaron tus cartas.
MUSICA IRANI
Latitud de tranvías sobre el techo vertical del mundo
oquedad cobriza tus ojos ciegos
-háblame sobre el vacío de la piedra-
el vuelo cóncavo de las aves
cómo te sanaste de aquel recuerdo
turbia el agua debajo de tus pestañas
-háblame sobre la aritmética de Bach-
porqué no quieres escuchar el fluido de las olas
dentro del torrente de tu frente
el rey moro luego del festín
no tuvo piedad con el cuarteto de música iraní
/no hables
/concéntrate en la composición de la quimera.
GEISER
A Ulises
Habito la escritura de tu despojo
acorazado en el fondo de la tasa de café árabe
es abismo de tu laberinto
el paraíso se esconde
los ojos del tigre seducen
Mr. Dédalus se despide frente al espejo de la lluvia
hace un acercamiento de su antiestética
Aquiles su mejor enemigo
comprenderá lo suscitado
en el bosque de maple
se divisa un diminuto geiser
es el corazón de Mr. Dédalus
bailando en al disfrazada oscuridad.
ANGEL
Levitaré en quietud
en la cima del monte de los Olivos
probaré
el madero cortante.
(*) Juan Carlos Miranda Ponce: nació en Quito, Ecuador, en 1975. Realizó estudios de Ciencias del Lenguaje en la Universidad Central de Ecuador, como así también en dramaturgia y danza en distintos establecimientos especializados de su ciudad natal. Ha presentado sus obras por distintas ciudades del Ecuador, Colombia, Chile, Perú y Argentina. Ha obtenido -entre otros- el Premio Internacional Heraldo de Vallejo con la perfomance literario-músico-dancístico Piedra Negra Piedra Blanca, otorgada por la alcaidía de Santiago de Chuco y el Instituto Nacional del libro y la lectura (2002). Ha publicado “Poemas del No-Mundo” (Editorial Regina, 1999); “Cosmogonía de la carne” (Casa de la cultura ecuatoriana, 2000); “La letra con sangre entra” (Bigsur –Argentina, 2009); “Las cuatro estaciones del frío” (Ediciones de la línea imaginaria, 2009) y “Extra/territorios” (Ministerio de Cultura del Ecuador, 2011).
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 244/2011
“Una vez abierta la puerta al sismo inextinguible
de la poesía, todo, absolutamente todo será
visto por el ojo creativo de la poesía que va
por el mundo conocido y soñado para
regresar con un mundo reinventado.…”
Marcos Silber
Poeta invitado: JUAN CARLOS MIRANDA PONCE (*)
ARTE DE LA POESIA
Un poeta debe conocer diversas leyes implacables
J.A. Valente
Borro tu rostro
eclosión de tinta adyacente
el navío no se hunde en la tempestad
rescato tu nombre
y el eco me responde el sagrario del silencio
quietud de marioneta
redibujo tu rostro
te presiento
autorretrato fallido.
FERNANDO PESSOA NACE FRENTE LA
OPERA DE LISBOA
En el día más caluroso del tiempo
Tres lobos blancos en la sombra de lobo negro…
QUIJOTE Y EL OTRO ABISMO
A Michelle
Conocí a una mujer
que deduce la geometría en los molinos de viento
en qué dirección viaja el fuego en su abrazo
espero en sus muslos una bandolina
mi armadura no se compara con el acero de toledo
has cabalgado durante varias vidas
para llegar a sus ojos y no salir jamás de su ceguera
cuanto amo en ella la argamasa de la locura.
CARABELAS EN YUCATÁN
Desde el Palacio Azul se conspira
contra el devenir del tiempo
bajo la pirámide
el jaguar inserta sus colmillos
en la tabla bizárrica del universo
el joven navegante
soñó que desafiaba
a los dioses míticos
del océano
Columbus
es hora de zarpar
antes que los marineros
se embriaguen
hoy es un magnífico día
para descubrir
el veneno emplumado
de su sangre
bajo el cielo
del último sacrificio.
SÍNDROME DE CORAL
Cantador
derrotero de azafrán y roble
coronado
cinto del burdel
conviviste desde los doce años
en campamentos tribales
escueto
miras al arcano mayor
escondido en la guitarra
los niños juegan
villanos enmascarados
desde la torre de marfil
escucho tu zapateo
en el retablo salado
de la tempestad
poeta de acertijos
Camarón de a Isla
por qué tuviste temor al minotauro
muerto
en la arena
viñedo
aljibe.
EL PÉNDULO DE REDDING
Viajabas dentro del anillo
lago de Constanza
hoy olvidaron tu nombre
mástiles
sumergidos
por el mercader de seda
incertidumbre
cicatrices devoran tu piel
agujero de péndulo
Oscar w. persuadido por su fantasma
remite rostros desde la cárcel de Redding
hoy llegaron tus cartas.
MUSICA IRANI
Latitud de tranvías sobre el techo vertical del mundo
oquedad cobriza tus ojos ciegos
-háblame sobre el vacío de la piedra-
el vuelo cóncavo de las aves
cómo te sanaste de aquel recuerdo
turbia el agua debajo de tus pestañas
-háblame sobre la aritmética de Bach-
porqué no quieres escuchar el fluido de las olas
dentro del torrente de tu frente
el rey moro luego del festín
no tuvo piedad con el cuarteto de música iraní
/no hables
/concéntrate en la composición de la quimera.
GEISER
A Ulises
Habito la escritura de tu despojo
acorazado en el fondo de la tasa de café árabe
es abismo de tu laberinto
el paraíso se esconde
los ojos del tigre seducen
Mr. Dédalus se despide frente al espejo de la lluvia
hace un acercamiento de su antiestética
Aquiles su mejor enemigo
comprenderá lo suscitado
en el bosque de maple
se divisa un diminuto geiser
es el corazón de Mr. Dédalus
bailando en al disfrazada oscuridad.
ANGEL
Levitaré en quietud
en la cima del monte de los Olivos
probaré
el madero cortante.
(*) Juan Carlos Miranda Ponce: nació en Quito, Ecuador, en 1975. Realizó estudios de Ciencias del Lenguaje en la Universidad Central de Ecuador, como así también en dramaturgia y danza en distintos establecimientos especializados de su ciudad natal. Ha presentado sus obras por distintas ciudades del Ecuador, Colombia, Chile, Perú y Argentina. Ha obtenido -entre otros- el Premio Internacional Heraldo de Vallejo con la perfomance literario-músico-dancístico Piedra Negra Piedra Blanca, otorgada por la alcaidía de Santiago de Chuco y el Instituto Nacional del libro y la lectura (2002). Ha publicado “Poemas del No-Mundo” (Editorial Regina, 1999); “Cosmogonía de la carne” (Casa de la cultura ecuatoriana, 2000); “La letra con sangre entra” (Bigsur –Argentina, 2009); “Las cuatro estaciones del frío” (Ediciones de la línea imaginaria, 2009) y “Extra/territorios” (Ministerio de Cultura del Ecuador, 2011).
Poemania Nº 243 - Norman Petrich
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 243/2011
“No basta con abrir el Libro de la Poesía
y leer en público. La luz no es suficiente.
Está en otra parte, y nos abandona
en la mesa, ante una verdad ilegible…”
Osvaldo Picardo
Poeta invitado: NORMAN PETRICH (*)
mirando colectivos se aprenden muchas cosas
no hacemos poesía
apenas una grotesca antología de soledades
donde vidrios empeñados escriben paradas
sobre el cordón de tu nombre
pidiendo ser los próximos en bajar
fatigando eternidad
a ojos llenos
ubicación gramatical de un sueño
habíamos soñado con esto
ahora
visto desde acá
era tan sólo un paisaje de sobrevivientes
eso puedo
es mía esta boca digo
con ella te nombro
junto tus pedacitos por un rato
te coso los fragmentos
antes de que me cosan
/y hace falta tan poco/
si me preguntan
eso puedo hacer por ti
agitar antes de usar
el resto es tuyo
unpaís
el resto es tuyo
como veían que resistía fueron a llamar a otro
elefante
desaprender el círculo improvisado
hecho de nombres y más nombres
que se deshacen en dirección arriba – abajo
hacia lo profundo de lo no nombrado
donde diecinueve generaciones
practicaron la barbarie
de preguntar quién eres
sólo para desaprender el círculo improvisado
hecho de nombres y más nombres
que se deshacen en dirección arriba – abajo
hacia lo profundo de lo nombrado
donde veinte generaciones
practicaron la barbarie
de preguntar quién eres
sólo para…
preguntas para Juan Gelman a unpaís
unpaís que buscás el reflejo de tu rostro
entre ser o no ser ¿estás?
¿te regás las raíces contra el olvido?
es decir
¿siguen tus muertos sosteniéndote
para poder extenderte al sol?
¿siguen tus vivos empujando
para incendiar las sombras que te cubren?
es decir
¿te inventás día a día?
¿existías allí?
¿crecés en los puños cerrados que se levantan?
¿arena resbalándose de esos puños?
¿hacia dónde?
es decir
¿serás?
¿tocarte será posible?
¿cómo nombrarte y abrigarnos bajo tu calor?
¿calor que aun no encontraste?
Es decir
¿qué esperás
para encontrarte en nosotros
paraditos allí
entre ser y no ser?
por si no lo sabías
lo que no fue
no ha parado de crecer
casi tanto
como lo que es
desde que la incertidumbre
desarrugó manteles de agua
sobre los cuales
desayunaron los cimientos de tu casa
desde aquí te parecías a la calle de la piedad
traías anuncios de demolición
pegados en las lagañas de esta mañana
eso y un puño cerrado
dentro la noche lamía
con la boca del suicida
los ojos del ahogado
como camalotes cruzaba por tus ojos
mi casa es este colchón
rodeado de otros colchones
que también son casas
lo que se salvó
/cuando todo pase/
regresará con nosotros
sueños que se parecían a la revolución
la invisibilidad
la sarna
los piojos
lo que no
ahora forma parte del paisaje
como camalotes
cruzaba por nuestros ojos
la sed no era más que un charquito de agua
dije la palabra sed
la encerré en sí misma
la medí en métrica perfecta
y no en úteros o naciones
contra toda inclinación
no usé tu idioma
no la asocié sino que
la disocié sobre la mesa
llevándome todo seis días
y al séptimo pude escapar
regresar no va a ser fácil
si pienso que quedó algo sobre la mesa
dentro de una casa que ya no podía ser casa
sino charquito de agua
arrastrándose de labios secos
diciendo tu nombre
aún sin besar
(*) Norman Petrich: Nació en Hasenkamp (provincia de Entre Ríos, Argentina) en 1972. Reside desde el año 1975 en la ciudad santafesina de Rosario. Milita en el Colectivo Editorial Último Recurso. Tiene editado cuatro libros de poemas “Bajo la sombra de tu nombre” (1998), “La espera” (2000), “Fuegos levantados en las sombras vigiladas” (2002) y “De qué boca caerán los silencios” (2007), todos ellos editados por la Editorial rosarina Ciudad gótica.
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 243/2011
“No basta con abrir el Libro de la Poesía
y leer en público. La luz no es suficiente.
Está en otra parte, y nos abandona
en la mesa, ante una verdad ilegible…”
Osvaldo Picardo
Poeta invitado: NORMAN PETRICH (*)
mirando colectivos se aprenden muchas cosas
no hacemos poesía
apenas una grotesca antología de soledades
donde vidrios empeñados escriben paradas
sobre el cordón de tu nombre
pidiendo ser los próximos en bajar
fatigando eternidad
a ojos llenos
ubicación gramatical de un sueño
habíamos soñado con esto
ahora
visto desde acá
era tan sólo un paisaje de sobrevivientes
eso puedo
es mía esta boca digo
con ella te nombro
junto tus pedacitos por un rato
te coso los fragmentos
antes de que me cosan
/y hace falta tan poco/
si me preguntan
eso puedo hacer por ti
agitar antes de usar
el resto es tuyo
unpaís
el resto es tuyo
como veían que resistía fueron a llamar a otro
elefante
desaprender el círculo improvisado
hecho de nombres y más nombres
que se deshacen en dirección arriba – abajo
hacia lo profundo de lo no nombrado
donde diecinueve generaciones
practicaron la barbarie
de preguntar quién eres
sólo para desaprender el círculo improvisado
hecho de nombres y más nombres
que se deshacen en dirección arriba – abajo
hacia lo profundo de lo nombrado
donde veinte generaciones
practicaron la barbarie
de preguntar quién eres
sólo para…
preguntas para Juan Gelman a unpaís
unpaís que buscás el reflejo de tu rostro
entre ser o no ser ¿estás?
¿te regás las raíces contra el olvido?
es decir
¿siguen tus muertos sosteniéndote
para poder extenderte al sol?
¿siguen tus vivos empujando
para incendiar las sombras que te cubren?
es decir
¿te inventás día a día?
¿existías allí?
¿crecés en los puños cerrados que se levantan?
¿arena resbalándose de esos puños?
¿hacia dónde?
es decir
¿serás?
¿tocarte será posible?
¿cómo nombrarte y abrigarnos bajo tu calor?
¿calor que aun no encontraste?
Es decir
¿qué esperás
para encontrarte en nosotros
paraditos allí
entre ser y no ser?
por si no lo sabías
lo que no fue
no ha parado de crecer
casi tanto
como lo que es
desde que la incertidumbre
desarrugó manteles de agua
sobre los cuales
desayunaron los cimientos de tu casa
desde aquí te parecías a la calle de la piedad
traías anuncios de demolición
pegados en las lagañas de esta mañana
eso y un puño cerrado
dentro la noche lamía
con la boca del suicida
los ojos del ahogado
como camalotes cruzaba por tus ojos
mi casa es este colchón
rodeado de otros colchones
que también son casas
lo que se salvó
/cuando todo pase/
regresará con nosotros
sueños que se parecían a la revolución
la invisibilidad
la sarna
los piojos
lo que no
ahora forma parte del paisaje
como camalotes
cruzaba por nuestros ojos
la sed no era más que un charquito de agua
dije la palabra sed
la encerré en sí misma
la medí en métrica perfecta
y no en úteros o naciones
contra toda inclinación
no usé tu idioma
no la asocié sino que
la disocié sobre la mesa
llevándome todo seis días
y al séptimo pude escapar
regresar no va a ser fácil
si pienso que quedó algo sobre la mesa
dentro de una casa que ya no podía ser casa
sino charquito de agua
arrastrándose de labios secos
diciendo tu nombre
aún sin besar
(*) Norman Petrich: Nació en Hasenkamp (provincia de Entre Ríos, Argentina) en 1972. Reside desde el año 1975 en la ciudad santafesina de Rosario. Milita en el Colectivo Editorial Último Recurso. Tiene editado cuatro libros de poemas “Bajo la sombra de tu nombre” (1998), “La espera” (2000), “Fuegos levantados en las sombras vigiladas” (2002) y “De qué boca caerán los silencios” (2007), todos ellos editados por la Editorial rosarina Ciudad gótica.
Poemania Nº 242 - Florencia Lo Celso
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 242/2011
“La poesía moderna se interna en una empresa
cuya finalidad es perseguir la plena
integración del hombre…”
Saint-John Perse
Poeta invitada: FLORENCIA LO CELSO (*)
No intento explicar
la geografía más profunda
ni la indiferencia erguida
de las sombras,
tengo la sed y el agua
juntas;
por ello la certidumbre de vivir
me asombra
y transforma
la carne
en inciensos y penumbras.
***
Me he puesto
este pretexto
de humo y deseo,
como si el origen
fuera
canto pluvial,
arañando el paño oscuro
de tus ojos,
sabes,
el destino afiló
el deleite
y el oscuro rincón,
la vida es este pedazo
de aquello que nos honra.
***
Hay una geografía
silenciosa
que me avanza por los pies,
por las manos,
un devenir
que me involucra
cada día,
como si ayer fuera
un matiz,
y el día corriera
plagado de rabonas.
***
Entretejo m libertad
como el límite
de lo posible,
y la que no está
dada
pero
se esconde
en algún
río distante
o
en aquella sonrisa
que quedó esperando
la palma
de la mano,
o
aquella que transformó
la noche
en lugar
preciso.
***
La noche adelanta
la certidumbre de la ausencia,
ardiente ausencia,
que se expande
con fulgor desamparado
bajo la sombra y
la quietud,
en este ávido minuto
donde alguien ama
hasta el olvido.
***
Ahogarme
en este fuego
que confunde
el abrazo
arrancándome
esta mitad,
como si los bordes
se llenaran
en aquel punto
donde nací y
he muerto.
***
Un prodigio de color
habita,
y surge de la mano
la trama oscura
deletreando los huesos,
es allí
donde mueren los momentos
y es estéril
la huída.
***
Cambian los tiempos,
no los símbolos,
estos,
se mueven entre apariencias
y contradicciones,
revolucionando el
lenguaje,
la naturaleza que lo cobijó
y el hombre que los sostiene.
(*) Florencia Lo Celso: Maestra normal nacional y profesora de Letras. Ejerció la docencia en los distintos niveles. Coordinadora de los "Cursos de capacitación para la formación de talleres literarios" organizado por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe para la ciudad de Rosario y localidades del interior de la provincia. Fue panelista en diferentes instituciones y fundaciones y jurado en concursos relacionados con su actividad. Como gestora cultural ha participado en la presentación d elibros de escritores locales y regionales y en numerosas ferias de libros en Buenos Aires y Rosario. Coordinadora por la pcia de Santa Fe del festival latinoamericano y luego internacional de poesía de Rosario. Coordinadora y colaboradora en medios radiales y televisivos. Publicó "El color de nosotros" junto al poeta Rubén Plaza y "La vuelta del instante". Su último libro "La palabra que nombra".Fue supervisora del nivel superior del Ministerio de Educación, Jefa del área de letras de la Subsecretaria de Cultura (Delegación Rosario) y Subsecretaria de Cultura de la pcia de Santa Fe (1999-2003).
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 242/2011
“La poesía moderna se interna en una empresa
cuya finalidad es perseguir la plena
integración del hombre…”
Saint-John Perse
Poeta invitada: FLORENCIA LO CELSO (*)
No intento explicar
la geografía más profunda
ni la indiferencia erguida
de las sombras,
tengo la sed y el agua
juntas;
por ello la certidumbre de vivir
me asombra
y transforma
la carne
en inciensos y penumbras.
***
Me he puesto
este pretexto
de humo y deseo,
como si el origen
fuera
canto pluvial,
arañando el paño oscuro
de tus ojos,
sabes,
el destino afiló
el deleite
y el oscuro rincón,
la vida es este pedazo
de aquello que nos honra.
***
Hay una geografía
silenciosa
que me avanza por los pies,
por las manos,
un devenir
que me involucra
cada día,
como si ayer fuera
un matiz,
y el día corriera
plagado de rabonas.
***
Entretejo m libertad
como el límite
de lo posible,
y la que no está
dada
pero
se esconde
en algún
río distante
o
en aquella sonrisa
que quedó esperando
la palma
de la mano,
o
aquella que transformó
la noche
en lugar
preciso.
***
La noche adelanta
la certidumbre de la ausencia,
ardiente ausencia,
que se expande
con fulgor desamparado
bajo la sombra y
la quietud,
en este ávido minuto
donde alguien ama
hasta el olvido.
***
Ahogarme
en este fuego
que confunde
el abrazo
arrancándome
esta mitad,
como si los bordes
se llenaran
en aquel punto
donde nací y
he muerto.
***
Un prodigio de color
habita,
y surge de la mano
la trama oscura
deletreando los huesos,
es allí
donde mueren los momentos
y es estéril
la huída.
***
Cambian los tiempos,
no los símbolos,
estos,
se mueven entre apariencias
y contradicciones,
revolucionando el
lenguaje,
la naturaleza que lo cobijó
y el hombre que los sostiene.
(*) Florencia Lo Celso: Maestra normal nacional y profesora de Letras. Ejerció la docencia en los distintos niveles. Coordinadora de los "Cursos de capacitación para la formación de talleres literarios" organizado por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe para la ciudad de Rosario y localidades del interior de la provincia. Fue panelista en diferentes instituciones y fundaciones y jurado en concursos relacionados con su actividad. Como gestora cultural ha participado en la presentación d elibros de escritores locales y regionales y en numerosas ferias de libros en Buenos Aires y Rosario. Coordinadora por la pcia de Santa Fe del festival latinoamericano y luego internacional de poesía de Rosario. Coordinadora y colaboradora en medios radiales y televisivos. Publicó "El color de nosotros" junto al poeta Rubén Plaza y "La vuelta del instante". Su último libro "La palabra que nombra".Fue supervisora del nivel superior del Ministerio de Educación, Jefa del área de letras de la Subsecretaria de Cultura (Delegación Rosario) y Subsecretaria de Cultura de la pcia de Santa Fe (1999-2003).
Poemania Nº 241 - Juan Carlos Bustriazo Ortíz
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 241/2011
“En cada poema uno se despide
de un instante cenital…”
Enrique Molina
Poeta invitado: JUAN CARLOS BUSTRIAZO ORTÍZ (*)
Tan huesolita que te ibas
tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita
la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era
una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla
dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran
tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia piedra
te ibas quién te roba última brisa de la brisa o
flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan
de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis
días oh piedra llena llaga
hermosa!
Te regalé unas cuentas indias
y había un color de aroma hereje tan sobre mí caía el
cielo amarilleaba su piel verde yo sé que labro joya
oscura sólo por vos que me la entiendes porque a vos
te hablo en esta piedra enrumorada de caldenes quién
sino vos me la naciste y en quién sin vos ellas se mece
te di en la tierra qué colores sonorositos magamente
remotas gemas de collares ascuas de piedras de otras
gentes besos de piedras recobradas entre tus manos
vieja fiebre alegría vieja o amoríos de aquella aquel que
están sin frente te regalé gualicheríos piedras de dulces
redondeles
En mi tazón te traeré músicas
para no verte tan callada flautas pisadas templadoras
bellas guitarras mordereadas en mi tazón de soledades
de uvas sangrosas carne gualda y moliditas qué milongas
arrobadoras y rasgueadas piedra sonriente piedra
mía digo que mía por cantada lejosa vientre de tu
ausencia en estos lados de la patria oh ruidoroso
continente piedra no piedra sí muchacha lo más hermoso
de la piedra lo que nos da tras de la lágrima lo que
nos queda de la piedra su carocito y perdurada en mi
tazón o en mi esqueleto o en su ceniza si es que
canta
balada arcaica
ya te vas vegetal tornasolada no me prendas la flor del exterminio fulgimiento del agua de los ojos no me prendas la flor del exterminio hinchamiento del cielo qué potencias no me prendas la flor del exterminio qué hinchadura del mundo taza turbia no me prendas la flor del exterminio con el hijo salido de tu entraña no me prendas la flor del exterminio con el ala punteada de tu ángel no me prendas la flor del exterminio con arcillas que vuelan soberanas no me prendas la flor del exterminio en olor de adiós que me espeluza no me prendas la flor del exterminio con tu boca antañera tras tu boca no me prendas la flor del exterminio en amor de tu sombra sonadora no me prendas la flor del exterminio!
17
y anduve solo y no era la luz
fuíme por duros corredores
por los pasillos pesaroso
y saquéme un papel azafrán
con un saludo de tez granate
“he aquí que llégueme a verte
juancarlos estuvo en esta torre”
y fuíme solo y no era la luz
por los pasillos musitantes
atrás dejé los corredores
negros y más que hechos con cuervos
quedóse el papel inclinado
esperando tus ojos de mora
y como un ciego fui con las manos
interrogando a las paredes
buscando la puerta brillante
los tragaluces del castillo
el aire que andaba en el mundo
“juancarlos estuvo en este cuarzo”
fuíme solo y no era la luz
el intenso dice
un adiós el intenso dice una sombra mi amor aterciopelada palaciega en esta tarde regocijante y tristonosa las gentes se ponen máscaras oh mi amor se sacan los rostros se arrancan infantilizados la identidad remota y saltan saltan y no son langostas siquier y tristemente remedan al ancestral sagrado qué estoy diciendo mi amor yo celebrante rojo celebrante amarillo y negro y azul huelo a collón a piedra pintada a sien quemada huelo a corazón ahumado huelo a rodillas blanconas a canillas bermejas mi amor dios quiera que no pienses como yo en esta tarde que huele a tambores colorados a bajo vientre castaño a tobillos simulones a talón pintarrajo mientras la soledad los va comiendo y chilla
Guardo tus ramas en mi casa
y tan del monte o hijas del árbol entenaditas de la
noche hijas de diablo hijas de santo día me dan su
mancha de oro en madrugadas pencos largos yo me las
traje de tu ausencia son un adiós ensortijado yo me
las tengo creo y creo supersticioso las ensalzo sus
pequeñeces son un mundo terrible y fino desangrado y se
están quietas como piedra briznal piedra de pájaro
quiero decir pájaro seco crucificado en cal y clavos
rama del pájaro bebido corazón del dulcevaciado están
están pena de leña tan piedrosita en mi
costado!
Primera Palabra
Y aquí estoy yo, pensoso y descendiente,
junto a esta luz meralda que se mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué tonto.
Quién me dirá qué-buscas-en-lo-huyente?-,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.
Décima Séptima Palabra
Renqueante voy bajo esta luz, confuso,
a tu fulgor, ay vino. Yo me acuso
de ir a robarte donde un dios te puso
en el mesón sabido. Yo, que iluso
ando en dolor violeta. Quién dispuso
que pase así? Perdón si yo te uso.
Es mi destino y el telar y el huso:
mi Tejedora Tinta, vino infuso.
Vigésima Primera Palabra
Cómo será la cola de una bruja?
Azafranada, viola, miel, canela,
color durazna, de damasca prieta,
poma escarlata, ciclamor de luna?
Cómo será la cola de una bruja?
Color de espiga, leche, tuna, hoguera,
o de ostra de oro, de sirena intensa?
Cómo será la Cola de una Bruja?
Yo me pregunto, pobre Juanca. Nunca
sabrás del todo, porque te es tiniebla!
Vigésima Séptima Palabra
Yo les pregunto y a las gentes duchas
qué es esta música que se me bifurca?
Valse, ranchera, polca, si es mazurca,
minué del ángel, chotis de la bruja?
Esta feliz sonorería oriunda
del corazón, de la pasión nocturna,
la rara avis que me canta y turba,
me amasa nuevo, que me descorrupta?
Yo no lo sé. Son hartas las preguntas.
Quid de la sien, la lengua. Me disculpan?
(*) Juan Carlos Bustriazo Ortiz: nació en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa, Argentina) en 1929. Autodidacta. Su actividad de radiotelegrafista lo llevó a recorrer y conocer la mayor parte del Territorio de la Pampa Central. Durante muchos años fue corrector y linotipista del diario La Arena. Animador cultural de varios boliches y peñas de la ciudad de Santa Rosa. Varios de sus poemas han sido musicalizados por los músicos pampeanos. Su obra fue declarada de interés provincial. La profesora Teresa Girbal lo incluye en el texto de investigación Estudios de Literatura Pampeana (1974), 1981. Ha sido publicado en las revistas Bardo; La Danza del Ratón; Alguien llama. Carpeta de poesía argentina; Diario de Poesía; Patagonia/Poesía; Museo Salvaje; Alter Ego; y en los suplementos “Confines” (diario El Patagónico, Comodoro Rivadavia, Chubut) y “Caldenia” (diario La Arena, Santa Rosa, La Pampa). Entre sus libros publicados, podemos mencionar: “Elegías de la piedra que canta” (1969); “Aura del estilo” (1970); “Unca bermeja” (1984); “Poemas Puelches”; “Quetrales. Cantos del añorante” (1991); “Libro del Ghenpín” (1977). Falleció en su ciudad natal, en 2010.
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 241/2011
“En cada poema uno se despide
de un instante cenital…”
Enrique Molina
Poeta invitado: JUAN CARLOS BUSTRIAZO ORTÍZ (*)
Tan huesolita que te ibas
tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita
la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era
una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla
dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran
tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia piedra
te ibas quién te roba última brisa de la brisa o
flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan
de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis
días oh piedra llena llaga
hermosa!
Te regalé unas cuentas indias
y había un color de aroma hereje tan sobre mí caía el
cielo amarilleaba su piel verde yo sé que labro joya
oscura sólo por vos que me la entiendes porque a vos
te hablo en esta piedra enrumorada de caldenes quién
sino vos me la naciste y en quién sin vos ellas se mece
te di en la tierra qué colores sonorositos magamente
remotas gemas de collares ascuas de piedras de otras
gentes besos de piedras recobradas entre tus manos
vieja fiebre alegría vieja o amoríos de aquella aquel que
están sin frente te regalé gualicheríos piedras de dulces
redondeles
En mi tazón te traeré músicas
para no verte tan callada flautas pisadas templadoras
bellas guitarras mordereadas en mi tazón de soledades
de uvas sangrosas carne gualda y moliditas qué milongas
arrobadoras y rasgueadas piedra sonriente piedra
mía digo que mía por cantada lejosa vientre de tu
ausencia en estos lados de la patria oh ruidoroso
continente piedra no piedra sí muchacha lo más hermoso
de la piedra lo que nos da tras de la lágrima lo que
nos queda de la piedra su carocito y perdurada en mi
tazón o en mi esqueleto o en su ceniza si es que
canta
balada arcaica
ya te vas vegetal tornasolada no me prendas la flor del exterminio fulgimiento del agua de los ojos no me prendas la flor del exterminio hinchamiento del cielo qué potencias no me prendas la flor del exterminio qué hinchadura del mundo taza turbia no me prendas la flor del exterminio con el hijo salido de tu entraña no me prendas la flor del exterminio con el ala punteada de tu ángel no me prendas la flor del exterminio con arcillas que vuelan soberanas no me prendas la flor del exterminio en olor de adiós que me espeluza no me prendas la flor del exterminio con tu boca antañera tras tu boca no me prendas la flor del exterminio en amor de tu sombra sonadora no me prendas la flor del exterminio!
17
y anduve solo y no era la luz
fuíme por duros corredores
por los pasillos pesaroso
y saquéme un papel azafrán
con un saludo de tez granate
“he aquí que llégueme a verte
juancarlos estuvo en esta torre”
y fuíme solo y no era la luz
por los pasillos musitantes
atrás dejé los corredores
negros y más que hechos con cuervos
quedóse el papel inclinado
esperando tus ojos de mora
y como un ciego fui con las manos
interrogando a las paredes
buscando la puerta brillante
los tragaluces del castillo
el aire que andaba en el mundo
“juancarlos estuvo en este cuarzo”
fuíme solo y no era la luz
el intenso dice
un adiós el intenso dice una sombra mi amor aterciopelada palaciega en esta tarde regocijante y tristonosa las gentes se ponen máscaras oh mi amor se sacan los rostros se arrancan infantilizados la identidad remota y saltan saltan y no son langostas siquier y tristemente remedan al ancestral sagrado qué estoy diciendo mi amor yo celebrante rojo celebrante amarillo y negro y azul huelo a collón a piedra pintada a sien quemada huelo a corazón ahumado huelo a rodillas blanconas a canillas bermejas mi amor dios quiera que no pienses como yo en esta tarde que huele a tambores colorados a bajo vientre castaño a tobillos simulones a talón pintarrajo mientras la soledad los va comiendo y chilla
Guardo tus ramas en mi casa
y tan del monte o hijas del árbol entenaditas de la
noche hijas de diablo hijas de santo día me dan su
mancha de oro en madrugadas pencos largos yo me las
traje de tu ausencia son un adiós ensortijado yo me
las tengo creo y creo supersticioso las ensalzo sus
pequeñeces son un mundo terrible y fino desangrado y se
están quietas como piedra briznal piedra de pájaro
quiero decir pájaro seco crucificado en cal y clavos
rama del pájaro bebido corazón del dulcevaciado están
están pena de leña tan piedrosita en mi
costado!
Primera Palabra
Y aquí estoy yo, pensoso y descendiente,
junto a esta luz meralda que se mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué tonto.
Quién me dirá qué-buscas-en-lo-huyente?-,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.
Décima Séptima Palabra
Renqueante voy bajo esta luz, confuso,
a tu fulgor, ay vino. Yo me acuso
de ir a robarte donde un dios te puso
en el mesón sabido. Yo, que iluso
ando en dolor violeta. Quién dispuso
que pase así? Perdón si yo te uso.
Es mi destino y el telar y el huso:
mi Tejedora Tinta, vino infuso.
Vigésima Primera Palabra
Cómo será la cola de una bruja?
Azafranada, viola, miel, canela,
color durazna, de damasca prieta,
poma escarlata, ciclamor de luna?
Cómo será la cola de una bruja?
Color de espiga, leche, tuna, hoguera,
o de ostra de oro, de sirena intensa?
Cómo será la Cola de una Bruja?
Yo me pregunto, pobre Juanca. Nunca
sabrás del todo, porque te es tiniebla!
Vigésima Séptima Palabra
Yo les pregunto y a las gentes duchas
qué es esta música que se me bifurca?
Valse, ranchera, polca, si es mazurca,
minué del ángel, chotis de la bruja?
Esta feliz sonorería oriunda
del corazón, de la pasión nocturna,
la rara avis que me canta y turba,
me amasa nuevo, que me descorrupta?
Yo no lo sé. Son hartas las preguntas.
Quid de la sien, la lengua. Me disculpan?
(*) Juan Carlos Bustriazo Ortiz: nació en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa, Argentina) en 1929. Autodidacta. Su actividad de radiotelegrafista lo llevó a recorrer y conocer la mayor parte del Territorio de la Pampa Central. Durante muchos años fue corrector y linotipista del diario La Arena. Animador cultural de varios boliches y peñas de la ciudad de Santa Rosa. Varios de sus poemas han sido musicalizados por los músicos pampeanos. Su obra fue declarada de interés provincial. La profesora Teresa Girbal lo incluye en el texto de investigación Estudios de Literatura Pampeana (1974), 1981. Ha sido publicado en las revistas Bardo; La Danza del Ratón; Alguien llama. Carpeta de poesía argentina; Diario de Poesía; Patagonia/Poesía; Museo Salvaje; Alter Ego; y en los suplementos “Confines” (diario El Patagónico, Comodoro Rivadavia, Chubut) y “Caldenia” (diario La Arena, Santa Rosa, La Pampa). Entre sus libros publicados, podemos mencionar: “Elegías de la piedra que canta” (1969); “Aura del estilo” (1970); “Unca bermeja” (1984); “Poemas Puelches”; “Quetrales. Cantos del añorante” (1991); “Libro del Ghenpín” (1977). Falleció en su ciudad natal, en 2010.
Poemania Nº 240 - Cristina Ramb
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 240/2011
“La poesía es en sí misma una invitación
al vuelo. Leer una sola línea, suele equivaler
a una experiencia memorable…”
Ana Emilia Lahitte
Poeta invitada: CRISTINA RAMB (*)
2 DE NOVIEMBRE
No puedo nombrarme en este espacio
este silencio que engangrena mi boca
esta humedad que enmohece mis uñas.
Olvidé las letras bajo un cielorraso
estrellado contra mis pupilas.
Hay una tumba con huesos
que fueron mi regazo
con restos de alguien
que me amó de veras.
¿Quién soy entre estos libros de poemas sin madre?
¿En las lágrimas disimuladas de las salas de espera?
¿Dónde estoy cuando llueve y no hay barro en mis botas
cuando el alba lacera las entrañas de la noche
y apenas he logrado disfrazarme de sombra?.
No puedo nombrarme en esta ausencia
mientras guardo escorpiones debajo de mi almohada
para seguir despierta
para besar con lujuria el vidrio del retrato
hasta tragar la foto lejana y ajena de mi cara.
¿Cuándo vuelvo al deseo?
si naufragan los peces
y los gatos comienzan a caerse de espaldas.
Y esta certeza:
Mi nombre y yo no somos las mismas circunstancias
apenas somos fragmentos diminutos
un tiempo
atravesado por la flecha siniestra
del amor y la nada.
MIEDO
“Ninguna llaga de las que me abriera el miedo
ha podido cicatrizar”
Glauce Baldovín
Ese grano de arena
esa nube rosada con su cursi metáfora
este invierno impiadoso con sus noches heladas
sólo saben asirme a las cosas perdidas.
El mundo que de pronto
se transforma en extraño
a la casa, al amigo, a su boca, a mis manos…
a ese lienzo siniestro que nos pinta el recuerdo
como un hijo malvado engendro del pasado.
Y vuelve la tristeza
sobre la misma cosa que ayer era la gloria.
Y otra vez soy la niña que le teme a las sombras
huyendo del espeso vacío que me envuelve.
El llanto pide a gritos a otro que contenga
que destruya el silencio
que moldee a la nada.
Un otro que no llega
o quizás ya no exista.
Es entonces que el miedo
se empeña en abrir llagas
con dolores de ausencia.
INESPERADA
Ahora que empiezo a ser yo
soy la otra
la que nadie esperaba que fuese
la que nadie deseaba conocer
la que no debería mostrarse tan feliz.
Me decido a ser yo y ahí está el miedo
por ponerme fuera del circuito
por no jugar el rol establecido
por sacar un eslabón a la cadena.
Entonces me refugio en este nuevo latir
en el sentido estricto de la vida
en el vuelo infinito de tu boca
en el alma que estreno cada noche.
Soy la otra
la que viene a creer en lo imposible
a fundar un país sin golpes bajos
en la dulce geografía de tu espalda.
Aprender a ser yo
aunque alguien no soporte mi sonrisa
y ser la otra
la que perdió el antifaz en el pasado
la que dejó el deseo ajeno
para jugar el propio
Aunque muchos
ya no puedan invitarme
a su fiesta de disfraces.
MÍSTICO
Perderme en un territorio desconocido
tras las puertas de tu cuerpo
caminos de presagios, cauces frescos.
El pasado cae como la luz del día
acontece otra vez la esquina incandescente
un rosario, el dolor, mis metacarpos
y tu piel vuelca gotas de aceite redimido.
Voy a tientas entonces recorriendo el espacio
alienada de vos y tanto otoño.
Tu calor que derrite desagravios antiguos
la moral del placard y tanta ausencia.
A la inversa de Dios cuatro serpientes
nuestras manos reptando por los cuerpos
y la calma final
y las miradas
como un poema escrito sobre el agua.
OBSESIÓN
Porque llegó el amor sin yo buscarlo
y fue el dolor quien ocupó su sitio
tengo que atar mis manos para no tocar
los restos de tu ausencia en esta casa.
He besado los bordes de los vasos,
las tazas que han tocado tu boca
para robar un roce final, un pseudo beso.
Esta herida que duele aunque no sangre
o mi nombre que ya nunca me llama
en los sitios comunes de tu voz.
Esperarte es el juego más siniestro
donde apuesto las lágrimas y el duelo
a negar el final que todo cubre.
Arrancarme la piel porque me quema
la distancia real y los silencios.
Este rito obsesivo de escribirte
sólo pone palabras a la nada
al vacío de vos cada mañana
a ese hueco de noches sin soñarnos
a tu olor que se aleja y no rescato.
Las rodillas me sangran y no encuentro
a un dios que te vuelva hasta mis brazos.
No me alcanza el poema, no me basta
no reemplaza la íntima ternura
el goce de volar, místico y bello.
No me alcanza tu adiós para entender
lo real, lo imposible, lo incorrecto
me repito en un sueño cada noche
donde no se quien soy pero te llamo.
Cuando llegó el dolor supe que nada
ocupará mañana lo que estuvo
pleno de amor donde hoy apenas queda
este envase vacío de mi alma
que cuelga de la silla donde entonces
se durmió tu camisa y mi pasado
sin intuir el hoy
sin presagiarlo.
DEVENIR
“ No nos bañamos dos veces en el mismo río”
Heráclito
Al mismo río lo suceden
nuevas y nuevas aguas.
Nadie regresa.
Una misteriosa y profunda transformación
nos alcanza
en la luz que sucede
entre el adiós y el regreso.
Nada aparente
y sin embargo
ya no volvemos.
El dolor ha tallado en el alma
otra forma y espacio
como una duna al viento.
Invisible y constante
el devenir transcurre
entre el ser y dejar de ser
y ser tan nuevos
tan otros
tan ajenos.
Nuestros cuerpos luciendo
las grietas y las lunas
mareas de otros mares
vejaciones del cambio
que forjó la experiencia.
La distancia ofreció
la real perspectiva.
Entonces
No regresamos
no nosotros
los que fuimos
no los mismos.
ACTO POÉTICO
Sobre la hoja en blanco he abierto mi boca
goteando la saliva que no ha llegado al beso
dejé caer un coágulo que salió desde el pecho
rojo, envenenado, pútrido de silencio.
Después fueron tres gotas desde el ojo derecho
arrugando el papel, como lluvia de invierno
saladas como flechas certeras del recuerdo
venían de la noche, de un nido de tormentas
amargas como el miedo que nos desvela el sueño.
Sobre el papel mis manos apoyé como un ciego
para imprimir la piel, memoria de mis dedos
algún sudor ajeno, la huella de algún cuerpo
el pulso en mis latidos, el temblor de mi sexo.
He pegado la hoja sobre un vidrio de espejo
para buscar mi rostro, el antiguo, el reverso
el que viera mi amante, cuando hacer un poema
requería de un lápiz, un puñado de letras
no de sangre y de lágrima, de vacío y desierto.
Sobre la hoja en blanco he gritado mi nombre
la he tomado luego a golpes de miradas
y no fue necesario decirle mis motivos
ni rubricar al pie, ni corregir palabras
ya había escrito en ella lo que hierve en mi alma.
HERIDA DE OCASO
Luce la tarde su color de herida
un pájaro muestra su espalda en la distancia
algo late tenue
semejante al miedo
a reloj sin pausas.
Evado la nostalgia
la sutileza del tiempo para empañar los ojos
el recuerdo que llega a mostrar la impotencia.
Esto que corroe
arrastra ese nombre del pecho a la lengua
amordazo entonces la palabra al cuerpo.
No le doy cabida
le quito el sonido, la esencia, el impacto.
La tarde ha mutado a un carmín intenso.
Vuelvo a ser silencio.
Lo que en mí vibraba lo vacié en su boca
rojo como el cielo
abismo o desgarro
puñalada, coágulo, ausencia, imposible.
Luce la tarde su color de herida
sabe mi herida su color
tan tarde.
DESIGNIO DE LO CIERTO
La única certeza que me habita
en el paso de las horas
es el pulso en mi muñeca.
El curso de la sangre que se escapa
por la piel de las heridas
el líquido salobre que cae de mis ojos
en la emoción de un vuelo emotivo y remoto.
Saberme entre los vivos
es un dolor añejo a la altura del pecho
un tendón que sostiene el peso de la noche
el sudor de una mano que acaricia la mía.
Sé tan poco de mí
que me rastreo
en la mirada amada
en la voz que me nombra desde el tiempo
o el silencio que baña las nostalgias.
Me habitan los temblores
súbitos o tenues de los besos
lunas llenas de sombras o dulzuras.
La única certeza de mis pasos
es la arena en mis pies
un puñado de letras que reordeno
para decir de mí lo que se agita.
Sólo sé de la muerte
la ausencia de los otros
los amados, los nuestros
cuya voz ya no escucho.
Sólo sé de la vida
el vientre que estalló en cada hijo
volviéndome milagro las entrañas.
La única certeza que me habita
es el nombre que digo cuando amo
entonces, sobre el miedo
el amor
se me vuelve designio de lo cierto.
BENDITA SED
Otra vez la sed y este agua que no me atrevo a pronunciar
fluye tan cerca de mi boca
arrastra hacia ella todas las raíces de mi alma
bendita sed.
Desde el vientre repta un escorpión
demora el movimiento.
La razón se diluye
al punto que apresuran los latidos
un tambor de ritual retumba dentro.
Y la sed
incompletud del caos que se encauza
hembra hambrienta
concavidad del sexo
cataratas de lágrimas desnudas.
Otra vez el deseo y el nombre que no me atrevo a pronunciar
tras la boca donde hundir la noche
humedad del alma,
fiebre de jaurías al acecho.
Es desierto mi carne
la palabra amordaza el gemido del miedo
y el agua
apunto de estallar desde tu centro
por tus poros
tu saliva
tu simiente.
Otra vez el instinto y el final de la espera
la ilusión del uno, la fusión del grito
la completud del sexo.
Bendita sed.
EL FINAL DEL SUEÑO
No voy a pronunciarte
ni emprender el viaje terrible del olvido
ni esperar en la puerta los golpes del regreso.
Has salido del sueño
atravesado noches de húmedas almohadas
pesadillas de ausencias reiteradas y mudas.
No caeré en el tiempo
que desgrana almanaques amarillos e inertes
aclarando cabellos, arrugando las manos.
No tocaré tu piel ni en un mero recuerdo
ni habrá atardeceres con colores antiguos
ni lunas dibujando tu sombra entre mis sábanas.
Cuando rompa la aurora
daré gracias al tiempo porque lo atravesaste
y con él a mi vida marcándole un estigma
de lo eterno y lo efímero
lo vano y lo perpetuo.
Drenará por mis venas la sangre necesaria
la que cobra latidos gestándose en deseo
arrastrando mis nervios como raíz al agua.
No voy a pronunciarte
será gloria el pasado sin flores ni memorias.
Has salido del sueño
aunque el presente tenga un tatuaje en los labios
aunque el olvido sea tan sólo una palabra.
DIGO, LA PALABRA
“Los poemas suelen ser papel mojado”
Mario Benedetti
La palabra que se quita la ropa
y muestra sin pudores las heridas
los rastros de las lágrimas
cicatrices del tiempo.
La que no se maquilla para otros
ni adula los oídos
como una prostituta
que miente su sonrisa.
La palabra sin piel
que se cae del pecho del poeta
cuando ya se han quebrado sus espejos.
La palabra que calla
para dar lugar al beso
que vendrá a decir con los sentidos.
La palabra disparo
sin un blanco preciso
traspasando los muros
de las censuras previas.
La palabra que vuela
encima de las letras como límites ciertos
que surge del abismo
del instinto, del fuego.
Esa palabra digo
tan pura y tan obscena
que no se escribe nunca con lápiz ni con tinta
la que no se pronuncia
para adornar un verso.
La palabra que amo
se forma con la sangre
de la artería más honda
descarnada de formas
parida en el silencio
la verdad del sentido
la palabra que amo
la que hace al poema.
(*) Cristina Ramb: nació en Córdoba (Argentina) en 1966, lugar donde reside. Es Licenciada en Psicología, estudió en la Universidad Nacional de Córdoba. Ha publicado tres libros de poemas: “Bendita Sed” (2011; Edit. Milena Cacerola y El asunto), “Escandalosamente Viva” (2001; Sol Rojo Editora) y “La luna del Centauro” (2004; Sol Rojo Editora). Ha participado de diversas antologías: “El Ojo del martes” 1997. “El Andén de los Juglares” 1999, 2000, 2001, 2002, 2010. “Homenaje a Juan Filloy - Poesías Premiadas” 2001. Obtuvo numerosos premios por su obra literaria. Conformó e integra el Grupo Literario: “El Andén de los Juglares” desde 1997. Participó de Espectáculos Poéticos musicales en el marco de la Feria del Libro de Córdoba. Realiza y coordina anualmente la Mesa: “Erotismo y Poesía” con poetas invitados. Participa de programas radiales y actividades culturales como charlas y presentaciones en diversas instituciones. Publica en su Blog: www.cristinaramb.blogspot.com.
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 240/2011
“La poesía es en sí misma una invitación
al vuelo. Leer una sola línea, suele equivaler
a una experiencia memorable…”
Ana Emilia Lahitte
Poeta invitada: CRISTINA RAMB (*)
2 DE NOVIEMBRE
No puedo nombrarme en este espacio
este silencio que engangrena mi boca
esta humedad que enmohece mis uñas.
Olvidé las letras bajo un cielorraso
estrellado contra mis pupilas.
Hay una tumba con huesos
que fueron mi regazo
con restos de alguien
que me amó de veras.
¿Quién soy entre estos libros de poemas sin madre?
¿En las lágrimas disimuladas de las salas de espera?
¿Dónde estoy cuando llueve y no hay barro en mis botas
cuando el alba lacera las entrañas de la noche
y apenas he logrado disfrazarme de sombra?.
No puedo nombrarme en esta ausencia
mientras guardo escorpiones debajo de mi almohada
para seguir despierta
para besar con lujuria el vidrio del retrato
hasta tragar la foto lejana y ajena de mi cara.
¿Cuándo vuelvo al deseo?
si naufragan los peces
y los gatos comienzan a caerse de espaldas.
Y esta certeza:
Mi nombre y yo no somos las mismas circunstancias
apenas somos fragmentos diminutos
un tiempo
atravesado por la flecha siniestra
del amor y la nada.
MIEDO
“Ninguna llaga de las que me abriera el miedo
ha podido cicatrizar”
Glauce Baldovín
Ese grano de arena
esa nube rosada con su cursi metáfora
este invierno impiadoso con sus noches heladas
sólo saben asirme a las cosas perdidas.
El mundo que de pronto
se transforma en extraño
a la casa, al amigo, a su boca, a mis manos…
a ese lienzo siniestro que nos pinta el recuerdo
como un hijo malvado engendro del pasado.
Y vuelve la tristeza
sobre la misma cosa que ayer era la gloria.
Y otra vez soy la niña que le teme a las sombras
huyendo del espeso vacío que me envuelve.
El llanto pide a gritos a otro que contenga
que destruya el silencio
que moldee a la nada.
Un otro que no llega
o quizás ya no exista.
Es entonces que el miedo
se empeña en abrir llagas
con dolores de ausencia.
INESPERADA
Ahora que empiezo a ser yo
soy la otra
la que nadie esperaba que fuese
la que nadie deseaba conocer
la que no debería mostrarse tan feliz.
Me decido a ser yo y ahí está el miedo
por ponerme fuera del circuito
por no jugar el rol establecido
por sacar un eslabón a la cadena.
Entonces me refugio en este nuevo latir
en el sentido estricto de la vida
en el vuelo infinito de tu boca
en el alma que estreno cada noche.
Soy la otra
la que viene a creer en lo imposible
a fundar un país sin golpes bajos
en la dulce geografía de tu espalda.
Aprender a ser yo
aunque alguien no soporte mi sonrisa
y ser la otra
la que perdió el antifaz en el pasado
la que dejó el deseo ajeno
para jugar el propio
Aunque muchos
ya no puedan invitarme
a su fiesta de disfraces.
MÍSTICO
Perderme en un territorio desconocido
tras las puertas de tu cuerpo
caminos de presagios, cauces frescos.
El pasado cae como la luz del día
acontece otra vez la esquina incandescente
un rosario, el dolor, mis metacarpos
y tu piel vuelca gotas de aceite redimido.
Voy a tientas entonces recorriendo el espacio
alienada de vos y tanto otoño.
Tu calor que derrite desagravios antiguos
la moral del placard y tanta ausencia.
A la inversa de Dios cuatro serpientes
nuestras manos reptando por los cuerpos
y la calma final
y las miradas
como un poema escrito sobre el agua.
OBSESIÓN
Porque llegó el amor sin yo buscarlo
y fue el dolor quien ocupó su sitio
tengo que atar mis manos para no tocar
los restos de tu ausencia en esta casa.
He besado los bordes de los vasos,
las tazas que han tocado tu boca
para robar un roce final, un pseudo beso.
Esta herida que duele aunque no sangre
o mi nombre que ya nunca me llama
en los sitios comunes de tu voz.
Esperarte es el juego más siniestro
donde apuesto las lágrimas y el duelo
a negar el final que todo cubre.
Arrancarme la piel porque me quema
la distancia real y los silencios.
Este rito obsesivo de escribirte
sólo pone palabras a la nada
al vacío de vos cada mañana
a ese hueco de noches sin soñarnos
a tu olor que se aleja y no rescato.
Las rodillas me sangran y no encuentro
a un dios que te vuelva hasta mis brazos.
No me alcanza el poema, no me basta
no reemplaza la íntima ternura
el goce de volar, místico y bello.
No me alcanza tu adiós para entender
lo real, lo imposible, lo incorrecto
me repito en un sueño cada noche
donde no se quien soy pero te llamo.
Cuando llegó el dolor supe que nada
ocupará mañana lo que estuvo
pleno de amor donde hoy apenas queda
este envase vacío de mi alma
que cuelga de la silla donde entonces
se durmió tu camisa y mi pasado
sin intuir el hoy
sin presagiarlo.
DEVENIR
“ No nos bañamos dos veces en el mismo río”
Heráclito
Al mismo río lo suceden
nuevas y nuevas aguas.
Nadie regresa.
Una misteriosa y profunda transformación
nos alcanza
en la luz que sucede
entre el adiós y el regreso.
Nada aparente
y sin embargo
ya no volvemos.
El dolor ha tallado en el alma
otra forma y espacio
como una duna al viento.
Invisible y constante
el devenir transcurre
entre el ser y dejar de ser
y ser tan nuevos
tan otros
tan ajenos.
Nuestros cuerpos luciendo
las grietas y las lunas
mareas de otros mares
vejaciones del cambio
que forjó la experiencia.
La distancia ofreció
la real perspectiva.
Entonces
No regresamos
no nosotros
los que fuimos
no los mismos.
ACTO POÉTICO
Sobre la hoja en blanco he abierto mi boca
goteando la saliva que no ha llegado al beso
dejé caer un coágulo que salió desde el pecho
rojo, envenenado, pútrido de silencio.
Después fueron tres gotas desde el ojo derecho
arrugando el papel, como lluvia de invierno
saladas como flechas certeras del recuerdo
venían de la noche, de un nido de tormentas
amargas como el miedo que nos desvela el sueño.
Sobre el papel mis manos apoyé como un ciego
para imprimir la piel, memoria de mis dedos
algún sudor ajeno, la huella de algún cuerpo
el pulso en mis latidos, el temblor de mi sexo.
He pegado la hoja sobre un vidrio de espejo
para buscar mi rostro, el antiguo, el reverso
el que viera mi amante, cuando hacer un poema
requería de un lápiz, un puñado de letras
no de sangre y de lágrima, de vacío y desierto.
Sobre la hoja en blanco he gritado mi nombre
la he tomado luego a golpes de miradas
y no fue necesario decirle mis motivos
ni rubricar al pie, ni corregir palabras
ya había escrito en ella lo que hierve en mi alma.
HERIDA DE OCASO
Luce la tarde su color de herida
un pájaro muestra su espalda en la distancia
algo late tenue
semejante al miedo
a reloj sin pausas.
Evado la nostalgia
la sutileza del tiempo para empañar los ojos
el recuerdo que llega a mostrar la impotencia.
Esto que corroe
arrastra ese nombre del pecho a la lengua
amordazo entonces la palabra al cuerpo.
No le doy cabida
le quito el sonido, la esencia, el impacto.
La tarde ha mutado a un carmín intenso.
Vuelvo a ser silencio.
Lo que en mí vibraba lo vacié en su boca
rojo como el cielo
abismo o desgarro
puñalada, coágulo, ausencia, imposible.
Luce la tarde su color de herida
sabe mi herida su color
tan tarde.
DESIGNIO DE LO CIERTO
La única certeza que me habita
en el paso de las horas
es el pulso en mi muñeca.
El curso de la sangre que se escapa
por la piel de las heridas
el líquido salobre que cae de mis ojos
en la emoción de un vuelo emotivo y remoto.
Saberme entre los vivos
es un dolor añejo a la altura del pecho
un tendón que sostiene el peso de la noche
el sudor de una mano que acaricia la mía.
Sé tan poco de mí
que me rastreo
en la mirada amada
en la voz que me nombra desde el tiempo
o el silencio que baña las nostalgias.
Me habitan los temblores
súbitos o tenues de los besos
lunas llenas de sombras o dulzuras.
La única certeza de mis pasos
es la arena en mis pies
un puñado de letras que reordeno
para decir de mí lo que se agita.
Sólo sé de la muerte
la ausencia de los otros
los amados, los nuestros
cuya voz ya no escucho.
Sólo sé de la vida
el vientre que estalló en cada hijo
volviéndome milagro las entrañas.
La única certeza que me habita
es el nombre que digo cuando amo
entonces, sobre el miedo
el amor
se me vuelve designio de lo cierto.
BENDITA SED
Otra vez la sed y este agua que no me atrevo a pronunciar
fluye tan cerca de mi boca
arrastra hacia ella todas las raíces de mi alma
bendita sed.
Desde el vientre repta un escorpión
demora el movimiento.
La razón se diluye
al punto que apresuran los latidos
un tambor de ritual retumba dentro.
Y la sed
incompletud del caos que se encauza
hembra hambrienta
concavidad del sexo
cataratas de lágrimas desnudas.
Otra vez el deseo y el nombre que no me atrevo a pronunciar
tras la boca donde hundir la noche
humedad del alma,
fiebre de jaurías al acecho.
Es desierto mi carne
la palabra amordaza el gemido del miedo
y el agua
apunto de estallar desde tu centro
por tus poros
tu saliva
tu simiente.
Otra vez el instinto y el final de la espera
la ilusión del uno, la fusión del grito
la completud del sexo.
Bendita sed.
EL FINAL DEL SUEÑO
No voy a pronunciarte
ni emprender el viaje terrible del olvido
ni esperar en la puerta los golpes del regreso.
Has salido del sueño
atravesado noches de húmedas almohadas
pesadillas de ausencias reiteradas y mudas.
No caeré en el tiempo
que desgrana almanaques amarillos e inertes
aclarando cabellos, arrugando las manos.
No tocaré tu piel ni en un mero recuerdo
ni habrá atardeceres con colores antiguos
ni lunas dibujando tu sombra entre mis sábanas.
Cuando rompa la aurora
daré gracias al tiempo porque lo atravesaste
y con él a mi vida marcándole un estigma
de lo eterno y lo efímero
lo vano y lo perpetuo.
Drenará por mis venas la sangre necesaria
la que cobra latidos gestándose en deseo
arrastrando mis nervios como raíz al agua.
No voy a pronunciarte
será gloria el pasado sin flores ni memorias.
Has salido del sueño
aunque el presente tenga un tatuaje en los labios
aunque el olvido sea tan sólo una palabra.
DIGO, LA PALABRA
“Los poemas suelen ser papel mojado”
Mario Benedetti
La palabra que se quita la ropa
y muestra sin pudores las heridas
los rastros de las lágrimas
cicatrices del tiempo.
La que no se maquilla para otros
ni adula los oídos
como una prostituta
que miente su sonrisa.
La palabra sin piel
que se cae del pecho del poeta
cuando ya se han quebrado sus espejos.
La palabra que calla
para dar lugar al beso
que vendrá a decir con los sentidos.
La palabra disparo
sin un blanco preciso
traspasando los muros
de las censuras previas.
La palabra que vuela
encima de las letras como límites ciertos
que surge del abismo
del instinto, del fuego.
Esa palabra digo
tan pura y tan obscena
que no se escribe nunca con lápiz ni con tinta
la que no se pronuncia
para adornar un verso.
La palabra que amo
se forma con la sangre
de la artería más honda
descarnada de formas
parida en el silencio
la verdad del sentido
la palabra que amo
la que hace al poema.
(*) Cristina Ramb: nació en Córdoba (Argentina) en 1966, lugar donde reside. Es Licenciada en Psicología, estudió en la Universidad Nacional de Córdoba. Ha publicado tres libros de poemas: “Bendita Sed” (2011; Edit. Milena Cacerola y El asunto), “Escandalosamente Viva” (2001; Sol Rojo Editora) y “La luna del Centauro” (2004; Sol Rojo Editora). Ha participado de diversas antologías: “El Ojo del martes” 1997. “El Andén de los Juglares” 1999, 2000, 2001, 2002, 2010. “Homenaje a Juan Filloy - Poesías Premiadas” 2001. Obtuvo numerosos premios por su obra literaria. Conformó e integra el Grupo Literario: “El Andén de los Juglares” desde 1997. Participó de Espectáculos Poéticos musicales en el marco de la Feria del Libro de Córdoba. Realiza y coordina anualmente la Mesa: “Erotismo y Poesía” con poetas invitados. Participa de programas radiales y actividades culturales como charlas y presentaciones en diversas instituciones. Publica en su Blog: www.cristinaramb.blogspot.com.
Poemania Nº 239 - Cruz González Cerdeñosa
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 239/2011
“La poesía es uno de los pocos
lugares donde la palabra
no fracasa”
Roberto Juarroz
Poeta invitada: CRUZ GONZÁLEZ CARDEÑOSA (*)
TIEMPOS POR VENIR
Caminan por la arena
tronchada por los años
sombras de árboles
que nos vieron nacer.
Campo a través,
el océano se pierde
en países extranjeros.
Sentada en el verano
escribo mi nombre
entre otros nombres.
Bordo,
con manos artesanas,
tiempos por venir.
AQUÍ ESTAS
Aquí estás, pequeño tumulto,
inquieto huracán desnivelado,
sonido acontecido entre los dedos.
LA OTRA MUERTE
La otra,
la que viene sin fin y sin comienzo,
la que se nombra entre las letras
para que exista el verso.
La otra muerte,
la de mi corazón naciendo
a un nuevo despertar.
EN PENDIENTES DE PAPEL
Rostro sin espejo,
mudo arlequín de ropa usada
y zapatos vendidos al mejor postor.
¿Por qué querrá el aire verter sus labios
en este laberinto apaciguado?
Luz que asesina el tiempo
y especula partículas adheridas a la piel.
Es un efecto de la noche sin rumbo
mi cuerpo,
aligerado de espantos y quimeras,
en pendientes de papel.
ESCUCHO PALABRAS
Digo palabras que no tocan el riego sanguíneo
que recorre mi cuerpo. Hablo del mar y digo:
camino por el mar, escucho el oleaje
que transcurre entre los dedos de la noche
y abanico los ojos del diablo que me habita.
Escucho palabras,
me amenazan
resbalan,
vuelan,
estallan.
PISO LA TIERRA
Piso la tierra: uva del tiempo
almacenada en mi corazón.
Respiro en tu silueta
el estigma bravío de la muerte.
Piso la tierra, pongo mis pies
sobre el hosco precipicio
de tus ojos, cayendo.
EL TIEMPO
Los labios besan la frente de los heridos,
hacen el amor con la muerte
cuando llega de improviso
arrasando amores de siglos,
nacimientos sencillos de la historia.
Ruptura de los espejos,
palabras construyendo el tiempo.
LOS DÍAS DESIGUALES
Escarbo la tierra buscando transeúntes subterráneos:
hombres de piedra que no necesitan aire para respirar.
Encuentro: hondas pasiones impregnando los días desiguales,
vientos de futuro escrutando silencios en la piel.
¿Quién se animará a ese rostro sin forma definida
a esos labios que nombran un otoño sin hambre
a esas manos que hablan sin saber?
Estoy aquí, trepando las paredes de la noche,
aquietando las sombras que se agitan, invisibles,
mientras descubro sonidos inquietantes,
desconocidas espirales girando
impredecibles letras de papel.
(*) Cruz González Cardeñosa: nació en Madrid (España), en 1959. Responsable de la Página de Poesía de la Escuela de Poesía Grupo Cero. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: “Letras de fuego” (1998); “A golpe de lluvia” (2002) y “La ciudad desnuda” (2007). En colaboración “Cortina de humo” (2003). Ha obtenido diversos galardones por su obra literaria. En su carrera cinematográfica ha colaborado con Miguel Oscar Menassa en la adaptación del guión “De mutuo acuerdo”. Participó como actriz protagonista en “Millonarios con la Poesía”, corto finalista en el Festival Europeo de Cine Independiente.
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 239/2011
“La poesía es uno de los pocos
lugares donde la palabra
no fracasa”
Roberto Juarroz
Poeta invitada: CRUZ GONZÁLEZ CARDEÑOSA (*)
TIEMPOS POR VENIR
Caminan por la arena
tronchada por los años
sombras de árboles
que nos vieron nacer.
Campo a través,
el océano se pierde
en países extranjeros.
Sentada en el verano
escribo mi nombre
entre otros nombres.
Bordo,
con manos artesanas,
tiempos por venir.
AQUÍ ESTAS
Aquí estás, pequeño tumulto,
inquieto huracán desnivelado,
sonido acontecido entre los dedos.
LA OTRA MUERTE
La otra,
la que viene sin fin y sin comienzo,
la que se nombra entre las letras
para que exista el verso.
La otra muerte,
la de mi corazón naciendo
a un nuevo despertar.
EN PENDIENTES DE PAPEL
Rostro sin espejo,
mudo arlequín de ropa usada
y zapatos vendidos al mejor postor.
¿Por qué querrá el aire verter sus labios
en este laberinto apaciguado?
Luz que asesina el tiempo
y especula partículas adheridas a la piel.
Es un efecto de la noche sin rumbo
mi cuerpo,
aligerado de espantos y quimeras,
en pendientes de papel.
ESCUCHO PALABRAS
Digo palabras que no tocan el riego sanguíneo
que recorre mi cuerpo. Hablo del mar y digo:
camino por el mar, escucho el oleaje
que transcurre entre los dedos de la noche
y abanico los ojos del diablo que me habita.
Escucho palabras,
me amenazan
resbalan,
vuelan,
estallan.
PISO LA TIERRA
Piso la tierra: uva del tiempo
almacenada en mi corazón.
Respiro en tu silueta
el estigma bravío de la muerte.
Piso la tierra, pongo mis pies
sobre el hosco precipicio
de tus ojos, cayendo.
EL TIEMPO
Los labios besan la frente de los heridos,
hacen el amor con la muerte
cuando llega de improviso
arrasando amores de siglos,
nacimientos sencillos de la historia.
Ruptura de los espejos,
palabras construyendo el tiempo.
LOS DÍAS DESIGUALES
Escarbo la tierra buscando transeúntes subterráneos:
hombres de piedra que no necesitan aire para respirar.
Encuentro: hondas pasiones impregnando los días desiguales,
vientos de futuro escrutando silencios en la piel.
¿Quién se animará a ese rostro sin forma definida
a esos labios que nombran un otoño sin hambre
a esas manos que hablan sin saber?
Estoy aquí, trepando las paredes de la noche,
aquietando las sombras que se agitan, invisibles,
mientras descubro sonidos inquietantes,
desconocidas espirales girando
impredecibles letras de papel.
(*) Cruz González Cardeñosa: nació en Madrid (España), en 1959. Responsable de la Página de Poesía de la Escuela de Poesía Grupo Cero. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: “Letras de fuego” (1998); “A golpe de lluvia” (2002) y “La ciudad desnuda” (2007). En colaboración “Cortina de humo” (2003). Ha obtenido diversos galardones por su obra literaria. En su carrera cinematográfica ha colaborado con Miguel Oscar Menassa en la adaptación del guión “De mutuo acuerdo”. Participó como actriz protagonista en “Millonarios con la Poesía”, corto finalista en el Festival Europeo de Cine Independiente.
Poemania Nº 238 - Daniel José Erne
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 238/2011
“Escoged un material cualquiera, sí, un material
cualquiera; no obstante, un material cualquiera
determina la biología del poeta, la diagnostica;
escoged un material cualquiera, como quien escoge
estrellas entre gusanos...”
Pablo de Rokha
Poeta invitado: DANIEL ERNE (*)
LA PURA VERDAD
Alabados sean
cuando gritan,
gimen,
giran.
Cuando se desatan,
aplastan,
rebotan,
Cuando estallan,
multiplican,
despedazan.
Cuando llegan al pulso,
al rito exacto de la nada.
Cuando pierden la palabra
y se encuentran en la pura verdad.
TUS PASOS
Ahora el camino me hace huella,
tierra
nada…
fingiré vivir sin tu aliento.
La senda se parece a la ausencia.
(a la tuya)
A lo lejos el horizonte,
a la vista la arena árida.
Esta noche
haré un fuego en la ribera de tus ojos.
Esperaré tu ausencia como en todos los fuegos.
Me quemaré lento y en silencio.
Mañana seguiré.
a la intemperie y
siempre detrás de tus pasos
BAJO PALABRA
Es un nombre que convoca
una letra
al menos una letra
que me llama.
Un abrir y cerrar las pestañas
con tu silueta recortada
en mi mirada.
Es tu amor, blandiendo
la espada inicial
de mi palabra.
El discurso que prometí
esconder en mis entrañas.
Volveré como las oraciones
que descansan.
Aguardaré el destino final
y la almohada que cobije
mi amor
y la distancia.
NO IMPORTA
1
No me importa que comas morcillas con lentejas. Aprecio de tu entusiasmo gastronómico la vivaz pertenencia por lo absurdo.
Te quede claro puedo comer con vos lo que sea / porque siento que te como en pedacitos. Como se fueras la lenteja eterna y yo la cuchara que te eleva. No me asustan tus soberanas fuerzas por alcanzar la libertad de los tuyos, de los nuestros y de todos lo oprimidos. Admiro ese vendaval en tu mirada que hace libre a los esclavos del sigilo. No te necesito para calmar mi sed ni para que escampes mis instintos, te quiero para saber que el día comienza a clarear por tus costados.
Contáme como se explica un cariño, cómo se proyecta una caricia, quien puede susurrarme el milagro de sentirnos guerrilleros sin comandantes.
Podría estar horas buscándote dentro mió, porque adoro encontrarte en el lugar exacto, en el punto justo de mis alegrías.
Justo ahí estas, cuando mi sonrisa comienza a dibujarse cuando tu ja… resuena con un tambor en mi inocencia.
2
De la tristeza sacamos una sonrisa, piqueteros del abrazo/ compañeros del anhelo. Detrás de tus ojos, busco tus ojos, en ellos me abandono hasta secar mi rió. Vamos siempre juntos al remanso, al minuto donde la muerte nos encuentra agazapados. No pocos logran en una hora suplantar la vida. Alguna vez repartiremos esa carga cuando sepamos que nuestros nombres son la historia. Esta tarde te busco en el almanaque que tengo en frente, los días juegan un partido inútil. En cada fecha, en los domingos pintados de rojos se asoman tus labios hambrientos de los míos. Hoy no me conviene morir en la esperanza, prefiero saciarme en tu presente, saberme en tu minuto, crecer en tu confianza. Hoy prefiero olvidar los versos y solo abrazar tu alma.
QUE SERÁ
No te pasa Juan Carlos
a veces sospechas que la vida
te robo algunos años.
Se llevo con sigilo ciertos suspiros.
Que jamás volvieron….ni para decirte gracias.
No sospechas Juan Carlos
que hemos recibido mucho amor
solo por estar,
por ofrecer la mejor sonrisa.
Sabes Juan Carlos ser buena persona,
al fin a cabo nos ha salvado…..
además siempre se llevaron cosa buena.
NEGADO
Fernando se paro y de un salto
escribió 17 poemas.
Daniel, que mira, respira,
Corre, teje y desteje,
que todos los días comienza
y renueva los pactos
de sueños no cumplidos
Daniel, con dolores..
Daniel, con venturas.
ni quiere
no puede,
no logra hoy
escribir un puto poema.
MATEMATICO
Coseno,
seno,
raíz cuadrada.
La fabulosa matemática
ordena las miradas,
edificios
y la geométrica luna que se mueve
al compás de logaritmos.
Se acabaron el infinito
la tinta y las palabras.
Se perdió la batalla.
El número pudo a todo
(hasta con el amor que nos quedaba).
Ahora somos una cuenta.
Un depósito.
Una causa judicial clasificada
Ahora importa el día por la fecha
y el vencimiento.
Se acabaron las mañanas, los días sin tiempo.
Te importa más la hora
que el momento de abrazar.
Maniático del orden
cemento duro,
proyecto arquitectónico de traumas.
Recuerda que te forma la carne vulnerable,
y vienes de un túnel de piernas.
Crees conocer el universo
y tan sólo recuerdas
de las estrellas las distancias-
EL RIO QUE NOS PARIO
El vértigo del oleaje nos convirtió
en estatuas de barro y arena,
fuimos la crecida que no se anima
y se ahoga en esperanzas sin riberas.
Encarnamos con los sueños
que corrieron por las costas.
En tus aguas sofocamos.
las quimeras que nos extraviaron…
Esponjas doradas.
Conchas de nácar siempre vacías
sobre vientres de palabras yertas,
Tus profundidades amasaron el silencio
de las madres que perdieron sus hijos.
Tuviste el valor de los que nunca volvieron,
de los que jamás huyeron de sus luchas
Creció con en los remolinos
el crepitar del fusil
que cercenaba la vida,
la palabra y el aliento de aquellos
pensaban mas allá de tus costas.
Río, mi río, hondura golpeada
por lo mal nacidos.
Los de botas y votos,
los de hambre para el pueblo
sin dignidad
sin esperanza
ni trabajo.
Río herido, pronto,
en el amanecer
tronara el escarmiento
de los alumbrados en tus costas
EL PELUQUERO
A América le han crecido pelo
por sus llanuras.
Se han levantado pelos en sus montañas…
Crecen los pelos por su textura.
América toda es un matorral de pelos
que se mezclan con el barro y los riachos.
De vez en cuando
por las quebradas asoman pelos rubios,
como de otras partes,
como extranjeros pelos
en otros pelos,
como tristes ovejas
de otros rebaños…
Los pelos se pierden por los caminos
y vuelven a encontrarse
en las piedras……………..
en los lamentos,
en las manchas oscuras de los arbustos.
América ya no tiene colores, tiene pelos.
Invasores pelos que han crecido
a la vera del tiempo
desde los descuidos
y se han hecho melena en su geografía.
Los hombres de la América
impasibles,
miran con desgano
su tierra dulce
su horizonte de líneas
y de inmensos espantos…
Che…Che………..
a nuestra América le hace falta
un peluquero
LA DIGNIDAD
Somos extraños que miramos
desde una ventana el pasar
de nuestras muertes cotidianas.
Sin embargo seguimos pensado:
“ continuo prefiriendo
el carrusel irrespetuoso
de estos días”.
Para sentir la tierra
hay que ser parte de ella,
para llorar este dolor,
que fluye en nuestras venas,
sólo nos consuela un pedazo del infierno.
( Satanás,
el desángel,
no es más que un pobre idiota
al que se le termino la visa de bueno)
Somos extraños,
somos especie desconocida.
Conservamos el olvido
que hace sentirnos futuro de un fósforo,
que se enciende,
apaga
y muere.
Sencillamente el salario del amor
no nos alcanza para pagar el desastre.
Buscarnos
matarnos
arrepentirnos.
no basta.
Nunca basta ser testigos de desgracias
cuando somos extraños ,
que miramos,
sin saber,
en que vidriera nos estamos regalando.
PATRIA O MUERTE
Si la incertidumbre te carcome,
olvida el siglo, la década, la hora o el minuto.
Si la bandera te llama para tapar un grito
que se me metan la patria
en las hectáreas que no te tocaron,
en la rifa donde te rifaron
en el jueves que no fuiste convocado.
Patria o muerte…
No jodan,
mejor pasión y vida.
LOS AMIGOS
No quiero amigos de fierro,
los prefiero de carne y hueso.
Que cumplan años
y que incumplan promesas.
Quiero los amigos por lo que son
y no por lo que aparentan.
Por lo que tímidamente les puedo dar
y no por lo que ofrecen.
Por el consejo que no me dieron
y por el abrazo que me contuvo.
Quiero a los amigos que no preguntan
pero si responden.
Prefiero a la buena gente
y no solo a la gente buena.
Quiero a los amigos para que mi vida
no sea solo una sucesión de días………..
para eso,
pera eso están los almanaques
(*) Daniel José Erne: nació en San Nicolás (Buenos Aires, Argentina) en 1960. Poeta, narrador y periodista. Fue miembro fundador del Grupo Literario Disámara. Ha sido seleccionado en 1977 entre los 20 nuevos poetas jóvenes de América por la Fundación Givre. Obtuvo numerosos premios por su labor literaria en distintos concursos nacionales e internacionales. Publicó en diversas antologías, entre ellas, "Primera antología de la poesía nicoleña" (Fondo Editorial San Nicolás, 1986).
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 238/2011
“Escoged un material cualquiera, sí, un material
cualquiera; no obstante, un material cualquiera
determina la biología del poeta, la diagnostica;
escoged un material cualquiera, como quien escoge
estrellas entre gusanos...”
Pablo de Rokha
Poeta invitado: DANIEL ERNE (*)
LA PURA VERDAD
Alabados sean
cuando gritan,
gimen,
giran.
Cuando se desatan,
aplastan,
rebotan,
Cuando estallan,
multiplican,
despedazan.
Cuando llegan al pulso,
al rito exacto de la nada.
Cuando pierden la palabra
y se encuentran en la pura verdad.
TUS PASOS
Ahora el camino me hace huella,
tierra
nada…
fingiré vivir sin tu aliento.
La senda se parece a la ausencia.
(a la tuya)
A lo lejos el horizonte,
a la vista la arena árida.
Esta noche
haré un fuego en la ribera de tus ojos.
Esperaré tu ausencia como en todos los fuegos.
Me quemaré lento y en silencio.
Mañana seguiré.
a la intemperie y
siempre detrás de tus pasos
BAJO PALABRA
Es un nombre que convoca
una letra
al menos una letra
que me llama.
Un abrir y cerrar las pestañas
con tu silueta recortada
en mi mirada.
Es tu amor, blandiendo
la espada inicial
de mi palabra.
El discurso que prometí
esconder en mis entrañas.
Volveré como las oraciones
que descansan.
Aguardaré el destino final
y la almohada que cobije
mi amor
y la distancia.
NO IMPORTA
1
No me importa que comas morcillas con lentejas. Aprecio de tu entusiasmo gastronómico la vivaz pertenencia por lo absurdo.
Te quede claro puedo comer con vos lo que sea / porque siento que te como en pedacitos. Como se fueras la lenteja eterna y yo la cuchara que te eleva. No me asustan tus soberanas fuerzas por alcanzar la libertad de los tuyos, de los nuestros y de todos lo oprimidos. Admiro ese vendaval en tu mirada que hace libre a los esclavos del sigilo. No te necesito para calmar mi sed ni para que escampes mis instintos, te quiero para saber que el día comienza a clarear por tus costados.
Contáme como se explica un cariño, cómo se proyecta una caricia, quien puede susurrarme el milagro de sentirnos guerrilleros sin comandantes.
Podría estar horas buscándote dentro mió, porque adoro encontrarte en el lugar exacto, en el punto justo de mis alegrías.
Justo ahí estas, cuando mi sonrisa comienza a dibujarse cuando tu ja… resuena con un tambor en mi inocencia.
2
De la tristeza sacamos una sonrisa, piqueteros del abrazo/ compañeros del anhelo. Detrás de tus ojos, busco tus ojos, en ellos me abandono hasta secar mi rió. Vamos siempre juntos al remanso, al minuto donde la muerte nos encuentra agazapados. No pocos logran en una hora suplantar la vida. Alguna vez repartiremos esa carga cuando sepamos que nuestros nombres son la historia. Esta tarde te busco en el almanaque que tengo en frente, los días juegan un partido inútil. En cada fecha, en los domingos pintados de rojos se asoman tus labios hambrientos de los míos. Hoy no me conviene morir en la esperanza, prefiero saciarme en tu presente, saberme en tu minuto, crecer en tu confianza. Hoy prefiero olvidar los versos y solo abrazar tu alma.
QUE SERÁ
No te pasa Juan Carlos
a veces sospechas que la vida
te robo algunos años.
Se llevo con sigilo ciertos suspiros.
Que jamás volvieron….ni para decirte gracias.
No sospechas Juan Carlos
que hemos recibido mucho amor
solo por estar,
por ofrecer la mejor sonrisa.
Sabes Juan Carlos ser buena persona,
al fin a cabo nos ha salvado…..
además siempre se llevaron cosa buena.
NEGADO
Fernando se paro y de un salto
escribió 17 poemas.
Daniel, que mira, respira,
Corre, teje y desteje,
que todos los días comienza
y renueva los pactos
de sueños no cumplidos
Daniel, con dolores..
Daniel, con venturas.
ni quiere
no puede,
no logra hoy
escribir un puto poema.
MATEMATICO
Coseno,
seno,
raíz cuadrada.
La fabulosa matemática
ordena las miradas,
edificios
y la geométrica luna que se mueve
al compás de logaritmos.
Se acabaron el infinito
la tinta y las palabras.
Se perdió la batalla.
El número pudo a todo
(hasta con el amor que nos quedaba).
Ahora somos una cuenta.
Un depósito.
Una causa judicial clasificada
Ahora importa el día por la fecha
y el vencimiento.
Se acabaron las mañanas, los días sin tiempo.
Te importa más la hora
que el momento de abrazar.
Maniático del orden
cemento duro,
proyecto arquitectónico de traumas.
Recuerda que te forma la carne vulnerable,
y vienes de un túnel de piernas.
Crees conocer el universo
y tan sólo recuerdas
de las estrellas las distancias-
EL RIO QUE NOS PARIO
El vértigo del oleaje nos convirtió
en estatuas de barro y arena,
fuimos la crecida que no se anima
y se ahoga en esperanzas sin riberas.
Encarnamos con los sueños
que corrieron por las costas.
En tus aguas sofocamos.
las quimeras que nos extraviaron…
Esponjas doradas.
Conchas de nácar siempre vacías
sobre vientres de palabras yertas,
Tus profundidades amasaron el silencio
de las madres que perdieron sus hijos.
Tuviste el valor de los que nunca volvieron,
de los que jamás huyeron de sus luchas
Creció con en los remolinos
el crepitar del fusil
que cercenaba la vida,
la palabra y el aliento de aquellos
pensaban mas allá de tus costas.
Río, mi río, hondura golpeada
por lo mal nacidos.
Los de botas y votos,
los de hambre para el pueblo
sin dignidad
sin esperanza
ni trabajo.
Río herido, pronto,
en el amanecer
tronara el escarmiento
de los alumbrados en tus costas
EL PELUQUERO
A América le han crecido pelo
por sus llanuras.
Se han levantado pelos en sus montañas…
Crecen los pelos por su textura.
América toda es un matorral de pelos
que se mezclan con el barro y los riachos.
De vez en cuando
por las quebradas asoman pelos rubios,
como de otras partes,
como extranjeros pelos
en otros pelos,
como tristes ovejas
de otros rebaños…
Los pelos se pierden por los caminos
y vuelven a encontrarse
en las piedras……………..
en los lamentos,
en las manchas oscuras de los arbustos.
América ya no tiene colores, tiene pelos.
Invasores pelos que han crecido
a la vera del tiempo
desde los descuidos
y se han hecho melena en su geografía.
Los hombres de la América
impasibles,
miran con desgano
su tierra dulce
su horizonte de líneas
y de inmensos espantos…
Che…Che………..
a nuestra América le hace falta
un peluquero
LA DIGNIDAD
Somos extraños que miramos
desde una ventana el pasar
de nuestras muertes cotidianas.
Sin embargo seguimos pensado:
“ continuo prefiriendo
el carrusel irrespetuoso
de estos días”.
Para sentir la tierra
hay que ser parte de ella,
para llorar este dolor,
que fluye en nuestras venas,
sólo nos consuela un pedazo del infierno.
( Satanás,
el desángel,
no es más que un pobre idiota
al que se le termino la visa de bueno)
Somos extraños,
somos especie desconocida.
Conservamos el olvido
que hace sentirnos futuro de un fósforo,
que se enciende,
apaga
y muere.
Sencillamente el salario del amor
no nos alcanza para pagar el desastre.
Buscarnos
matarnos
arrepentirnos.
no basta.
Nunca basta ser testigos de desgracias
cuando somos extraños ,
que miramos,
sin saber,
en que vidriera nos estamos regalando.
PATRIA O MUERTE
Si la incertidumbre te carcome,
olvida el siglo, la década, la hora o el minuto.
Si la bandera te llama para tapar un grito
que se me metan la patria
en las hectáreas que no te tocaron,
en la rifa donde te rifaron
en el jueves que no fuiste convocado.
Patria o muerte…
No jodan,
mejor pasión y vida.
LOS AMIGOS
No quiero amigos de fierro,
los prefiero de carne y hueso.
Que cumplan años
y que incumplan promesas.
Quiero los amigos por lo que son
y no por lo que aparentan.
Por lo que tímidamente les puedo dar
y no por lo que ofrecen.
Por el consejo que no me dieron
y por el abrazo que me contuvo.
Quiero a los amigos que no preguntan
pero si responden.
Prefiero a la buena gente
y no solo a la gente buena.
Quiero a los amigos para que mi vida
no sea solo una sucesión de días………..
para eso,
pera eso están los almanaques
(*) Daniel José Erne: nació en San Nicolás (Buenos Aires, Argentina) en 1960. Poeta, narrador y periodista. Fue miembro fundador del Grupo Literario Disámara. Ha sido seleccionado en 1977 entre los 20 nuevos poetas jóvenes de América por la Fundación Givre. Obtuvo numerosos premios por su labor literaria en distintos concursos nacionales e internacionales. Publicó en diversas antologías, entre ellas, "Primera antología de la poesía nicoleña" (Fondo Editorial San Nicolás, 1986).
Poemania Nº 237 - Álvaro Mata Guillé
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 237/2011
“Por lejos que la ciencia haga retroceder sus fronteras,
en toda la extensión del arco de esas fronteras,
se oirá correr todavía la jauría
cazadora del poeta…”
Saint–Johm Perse
Poeta invitado: ÁLVARO MATA GUILLÉ (*)
Del libro: “Sobre los fragmentos”
1.
Como el riachuelo en la laguna de piedra,
como el viento que escucha el gemido que viene del cerro, al ladrido de los
perros y el ruido de cadenas en el cerco, junto al llanto que recorre el monte
entre los huecos de las nubes,
los insectos,
las ramas en los árboles,
los tablones,
los huecos;
como los pájaros que calan la lluvia que huye hacia la sombra empozada en la
laguna muerta, la historia
reseña de nubes
de escamas,
de polvo,
se hace en relación con lo otro:
es bruma, vacío
odio;
se disipa en la ceniza como el humo en las cámaras,
como el vaho que adormece las paredes cercenando las urnas,
los rincones,
los cabellos,
las cabezas,
los gritos las gavetas,
los cajones que acumulan nieve en la nieve del barro,
huesos en las bóvedas de los cráneos,
en los pasillos,
en las puertas,
en los cuartos:
es miedo,
deseo,
soliloquio,
transcurso del límite en la transparencia,
vértigo que deslumbra el acontecer;
resabio de días y noches inmersos en las letras de días y noches,
el grito, el aliento,
en la nube en la nieve en la ceniza,
en el viento,
en el polvo;
parpadeo de lo que somos:
ecos que persiguen ecos, pasos que observan pasos en los surcos
de los rostros,
en el titilar de los fragmentos:
encuentro y desencuentro,
fulgor que transparenta el espejismo…
2.
El otro,
lo otro,
diálogos vinculados a la otra orilla,
a otro sitio, otro lugar,
otros inicios;
titubeo alejado de la conciencia,
voces escondidas en las voces
desaparecen en ellas
las trascienden,
vislumbre que opaca la mirada
la niebla en la mirada
el mutismo en la piedra en la mirada
el vapor en las urnas,
en el ruido,
en las cadenas,
en el gemido del cerro incrustado en el humo, en la nieve, en el lodo,
como una estaca;
envuelve al eco,
las palabras y el rumor de palabras en el eco,
al mutismo que opaca el sentido en el humo, en la reminiscencia
en la niebla
en el mutismo:
sombras que persiguen sombras,
voces que buscan voces,
presencias que disimulan lo ausente persiguiendo lo ausente,
como penumbra,
como ocaso,
como velos que ensueñan la penumbra
en el humo
en el ocaso,
en el horizonte en la lejanía,
en el abandono:
balbuceo del mutismo en las sombras,
sigilo que muta en el retorno
como eco
como niebla
como ocaso…
3.
El intento de aplacar la orfandad que ocasiona la presencia del límite,
(saberse solos ante la indiferencia del entorno,
ante el abismo que transparenta como vaho que oscurece,
como arena en el exilio del polvo
que arrastra el grito hacia las sombras
al abismo,
al humo en la ceniza
al polvo cubierto del polvo en las sombras)
haya consuelo en el abrazo del otro
mezcla del uno y del todo
de nada;
ilusión que persigue la identidad en lo absoluto
desfigura los gestos en los márgenes del rostro,
del beso
en la indiferencia que se seca en el rostro:
dejamos de ser
(atraídos por la incertidumbre del deseo,
por el delirio que borra los límites con su alumbramiento,
por la ilusión que relumbra como ahogo,
como el temor que acosa las urnas,
en el deseo
en el vaho que penetra las cámaras, junto a la sangre que mancha de blanco la
arcilla y los dedos encogidos, tirados, muertos en el piso,
en el túmulo en el ara
en las llamas que gotean la luz de la flama en los cirios
escapándonos
persiguiéndonos
poseyendo la niebla)
para volver a ser:
ocaso convertido en ceniza
en sueño, en ceniza
en ocaso,
sombra que busca al sol en la penumbra
en la luz,
en el vaho de la ceniza,
los insectos…
abandono que persigue lo semejante en su fugacidad,
horizonte sumergido en la penumbra
en el vaho,
en la ceniza
en las sombras
en el crepúsculo.
4.
Extrañeza,
otredad,
fragmentos de recuerdo que evidencian sentirse
y saberse solos,
presienten lo ajeno,
al límite que agrieta el entorno abrazando el curso de los hechos, que al
acercarse a los márgenes de lo cotidiano, a los márgenes que se acercan a la
ausencia siendo ausencia,
se dispersan manchando el espacio…
5.
En nuestros días,
(días alejados del estupor de los campos
del hedor calcinado de hueso en los hornos de hueso
del ahogo y el miedo de gas y dientes de polvo en el lodo,
en las grietas del ahogo
las arrugas;
de ojos y el terror de los ojos en los dientes
en la hendedura negra del ojo
en los dientes;
de rezos incrustados en las vigas,
en las manchas del cuerpo y el cuerpo que mancha el color destiñendo el
sopor en los ladrillos
los trazos
los vagones
el rostro aplastado en las columnas;
de sal negra en la nieve negra del fango
del sopor en la ausencia
en los huecos que perforan la carne de hueso en las piedras,
en el susurro abatido en los huecos de las urnas,
en las cámaras,
en el silencio que vulnera el sopor muerto del silencio asimilando el tiempo
violado del mutismo,
sosegado en la costumbre,
en el tiempo,
en el túmulo,
los tablones
los insectos…
la costumbre)
el otro
-el yo el vos el tú-
desaparece como un espejismo en la avidez del prisma,
como una fosa perdida en la oscuridad del brillo,
como un espectro que persigue el moho en el fulgor del moho,
reflejo de una alucinación sin pétalos
ni fulgor;
pero,
qué quiero decir con estas frases:
que se han ido los pájaros
y la mirada se ausenta en la ceniza,
en la bruma en la tiniebla,
en el llanto del riachuelo próximo al cerco, que atrapa el susurro que
baja del viento,
poseído por un brillor de abolorios muertos:
que nos hemos convertido en el esplendor gris de lo que ocurre, hacinados en
la oscuridad de un espectáculo que acumula rostros como celdas de una
colmena, que pudren lo luminoso,
en el brillor del espejismo,
en la soledad de la ausencia
en el miedo;
que se ha ido el deseo
y el umbrío cubre la sonrisa en la sombra y las nubes machan las arrugas de
pus en los ojos, en los dedos en la pus en el espejo,
en el rostro de la laguna muerta:
la lluvia oscurece la poza estancada en la imagen de piedra,
las piedras del riachuelo
los pétalos de piedra
los tablones
los dedos yertos desfigurados en el piso,
los insectos...
(*) Álvaro Mata Guillé: nació en San José, Costa Rica, en 1965. Director de teatro y escritor. Director de la revista cultural Hoja en Blanco y la editorial Aire en el agua editores, subdirector del Laboratorio del cuerpo en escena y del grupo Baco teatro-danza, de Costa Rica. Miembro de la revista K, Director del Instituto de Creación Poética de la Casa de Refugio y de la Revista Locutorio, México, tiene varios libros publicados, entre ellos “Debajo del viento” (Argentina, Venezuela); “Escenas de una tarde” (Costa Rica), “Intemperies” (México) y dos más en preparación, como ensayos en revistas y periódicos nacionales e internacionales. Con Baco teatro-danza, ha montado varias obras, la última “Antes que amanezca”, monólogo presentado en Costa Rica, México y Argentina.
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 237/2011
“Por lejos que la ciencia haga retroceder sus fronteras,
en toda la extensión del arco de esas fronteras,
se oirá correr todavía la jauría
cazadora del poeta…”
Saint–Johm Perse
Poeta invitado: ÁLVARO MATA GUILLÉ (*)
Del libro: “Sobre los fragmentos”
1.
Como el riachuelo en la laguna de piedra,
como el viento que escucha el gemido que viene del cerro, al ladrido de los
perros y el ruido de cadenas en el cerco, junto al llanto que recorre el monte
entre los huecos de las nubes,
los insectos,
las ramas en los árboles,
los tablones,
los huecos;
como los pájaros que calan la lluvia que huye hacia la sombra empozada en la
laguna muerta, la historia
reseña de nubes
de escamas,
de polvo,
se hace en relación con lo otro:
es bruma, vacío
odio;
se disipa en la ceniza como el humo en las cámaras,
como el vaho que adormece las paredes cercenando las urnas,
los rincones,
los cabellos,
las cabezas,
los gritos las gavetas,
los cajones que acumulan nieve en la nieve del barro,
huesos en las bóvedas de los cráneos,
en los pasillos,
en las puertas,
en los cuartos:
es miedo,
deseo,
soliloquio,
transcurso del límite en la transparencia,
vértigo que deslumbra el acontecer;
resabio de días y noches inmersos en las letras de días y noches,
el grito, el aliento,
en la nube en la nieve en la ceniza,
en el viento,
en el polvo;
parpadeo de lo que somos:
ecos que persiguen ecos, pasos que observan pasos en los surcos
de los rostros,
en el titilar de los fragmentos:
encuentro y desencuentro,
fulgor que transparenta el espejismo…
2.
El otro,
lo otro,
diálogos vinculados a la otra orilla,
a otro sitio, otro lugar,
otros inicios;
titubeo alejado de la conciencia,
voces escondidas en las voces
desaparecen en ellas
las trascienden,
vislumbre que opaca la mirada
la niebla en la mirada
el mutismo en la piedra en la mirada
el vapor en las urnas,
en el ruido,
en las cadenas,
en el gemido del cerro incrustado en el humo, en la nieve, en el lodo,
como una estaca;
envuelve al eco,
las palabras y el rumor de palabras en el eco,
al mutismo que opaca el sentido en el humo, en la reminiscencia
en la niebla
en el mutismo:
sombras que persiguen sombras,
voces que buscan voces,
presencias que disimulan lo ausente persiguiendo lo ausente,
como penumbra,
como ocaso,
como velos que ensueñan la penumbra
en el humo
en el ocaso,
en el horizonte en la lejanía,
en el abandono:
balbuceo del mutismo en las sombras,
sigilo que muta en el retorno
como eco
como niebla
como ocaso…
3.
El intento de aplacar la orfandad que ocasiona la presencia del límite,
(saberse solos ante la indiferencia del entorno,
ante el abismo que transparenta como vaho que oscurece,
como arena en el exilio del polvo
que arrastra el grito hacia las sombras
al abismo,
al humo en la ceniza
al polvo cubierto del polvo en las sombras)
haya consuelo en el abrazo del otro
mezcla del uno y del todo
de nada;
ilusión que persigue la identidad en lo absoluto
desfigura los gestos en los márgenes del rostro,
del beso
en la indiferencia que se seca en el rostro:
dejamos de ser
(atraídos por la incertidumbre del deseo,
por el delirio que borra los límites con su alumbramiento,
por la ilusión que relumbra como ahogo,
como el temor que acosa las urnas,
en el deseo
en el vaho que penetra las cámaras, junto a la sangre que mancha de blanco la
arcilla y los dedos encogidos, tirados, muertos en el piso,
en el túmulo en el ara
en las llamas que gotean la luz de la flama en los cirios
escapándonos
persiguiéndonos
poseyendo la niebla)
para volver a ser:
ocaso convertido en ceniza
en sueño, en ceniza
en ocaso,
sombra que busca al sol en la penumbra
en la luz,
en el vaho de la ceniza,
los insectos…
abandono que persigue lo semejante en su fugacidad,
horizonte sumergido en la penumbra
en el vaho,
en la ceniza
en las sombras
en el crepúsculo.
4.
Extrañeza,
otredad,
fragmentos de recuerdo que evidencian sentirse
y saberse solos,
presienten lo ajeno,
al límite que agrieta el entorno abrazando el curso de los hechos, que al
acercarse a los márgenes de lo cotidiano, a los márgenes que se acercan a la
ausencia siendo ausencia,
se dispersan manchando el espacio…
5.
En nuestros días,
(días alejados del estupor de los campos
del hedor calcinado de hueso en los hornos de hueso
del ahogo y el miedo de gas y dientes de polvo en el lodo,
en las grietas del ahogo
las arrugas;
de ojos y el terror de los ojos en los dientes
en la hendedura negra del ojo
en los dientes;
de rezos incrustados en las vigas,
en las manchas del cuerpo y el cuerpo que mancha el color destiñendo el
sopor en los ladrillos
los trazos
los vagones
el rostro aplastado en las columnas;
de sal negra en la nieve negra del fango
del sopor en la ausencia
en los huecos que perforan la carne de hueso en las piedras,
en el susurro abatido en los huecos de las urnas,
en las cámaras,
en el silencio que vulnera el sopor muerto del silencio asimilando el tiempo
violado del mutismo,
sosegado en la costumbre,
en el tiempo,
en el túmulo,
los tablones
los insectos…
la costumbre)
el otro
-el yo el vos el tú-
desaparece como un espejismo en la avidez del prisma,
como una fosa perdida en la oscuridad del brillo,
como un espectro que persigue el moho en el fulgor del moho,
reflejo de una alucinación sin pétalos
ni fulgor;
pero,
qué quiero decir con estas frases:
que se han ido los pájaros
y la mirada se ausenta en la ceniza,
en la bruma en la tiniebla,
en el llanto del riachuelo próximo al cerco, que atrapa el susurro que
baja del viento,
poseído por un brillor de abolorios muertos:
que nos hemos convertido en el esplendor gris de lo que ocurre, hacinados en
la oscuridad de un espectáculo que acumula rostros como celdas de una
colmena, que pudren lo luminoso,
en el brillor del espejismo,
en la soledad de la ausencia
en el miedo;
que se ha ido el deseo
y el umbrío cubre la sonrisa en la sombra y las nubes machan las arrugas de
pus en los ojos, en los dedos en la pus en el espejo,
en el rostro de la laguna muerta:
la lluvia oscurece la poza estancada en la imagen de piedra,
las piedras del riachuelo
los pétalos de piedra
los tablones
los dedos yertos desfigurados en el piso,
los insectos...
(*) Álvaro Mata Guillé: nació en San José, Costa Rica, en 1965. Director de teatro y escritor. Director de la revista cultural Hoja en Blanco y la editorial Aire en el agua editores, subdirector del Laboratorio del cuerpo en escena y del grupo Baco teatro-danza, de Costa Rica. Miembro de la revista K, Director del Instituto de Creación Poética de la Casa de Refugio y de la Revista Locutorio, México, tiene varios libros publicados, entre ellos “Debajo del viento” (Argentina, Venezuela); “Escenas de una tarde” (Costa Rica), “Intemperies” (México) y dos más en preparación, como ensayos en revistas y periódicos nacionales e internacionales. Con Baco teatro-danza, ha montado varias obras, la última “Antes que amanezca”, monólogo presentado en Costa Rica, México y Argentina.
Poemania Nº 236 - Mario Meléndez
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 236/2011
“La poesía, con un despliegue que no reconoce fronteras,
va del razonamiento a la alucinación, de la embriaguez
al juicio de valores, de la fantasía más acabada
al pensamiento estricto. Exalte, nombre o dictamine,
consagre o afirme, renuncie al mundo o lo categorice,
la poesía supera los límites de la retórica y del mero
estilo y se instala en el plano de la revelación…”
Osvaldo Rossler
Poeta invitado: MARIO MELÉNDEZ (*)
TRES KILOS PESÓ LA MUERTE
Cuando nació la muerte
nadie quiso tomarla en brazos
era tan fea como las gordas de Botero
No durará mucho
dijo la madre al salir del parto
tan resignada y ausente
como una piedra en medio del temporal
Pero la muerte traía en los ojos
una luz endiablada
un dulce escalofrío de eternidad
Se equivocaron los médicos
y la matrona
y aquél que pasó la noche
llamando a la funeraria
Ahora es un bebé robusto
comentan las enfermeras
y a veces hasta Dios le cambia de pañales
CRIATURAS
Tus muñecas tienen las manos heladas
parece que juegan con la muerte a la escondida
y no se cansan jamás
Quién peina a tus muñecas cuando te duermes
Tus muñecas se peinan solas
y cuentan hasta diez con los ojos cerrados
mientras la muerte envejece bajo tu cama
LA MUERTE EN EL CALVARIO
Evangelios apócrifos*
Acuérdate de mí cuando estés en tu reino
le dijo la muerte a Jesús
y al instante quitaré la lanza de tu costado
y esos clavos que desangran tus manos desaparecerán
y esa corona de espinas se hará polvo
y esas viejas que sollozan a contraluz
esos curiosos que nunca faltan
esos turistas japoneses con sus cámaras infernales
esos tipos que te daban de latigazos
el centurión con cara de gay que no deja de mirarte
la toalla de Pilatos, el fantasma de Barrabás
todos se irán al más allá sin boleto de vuelta
Si me llevas contigo, si te animas
te prometo otra noche con María Magdalena
que el beso de Judas lo recibirá tu padre
que Pedro te negará mil veces en el purgatorio
que haré un pastel con 34 velas
pedirás un deseo y soplarás con tanta fuerza
que arrasarás los jardines de Roma
te doy mi palabra que eso ocurrirá si te decides
Y Cristo vio a la muerte colgada junto a él
con el rostro perdido en la noche infinita
entonces pidió a su madre que le cerrara los ojos
*Escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret y que no fueron aceptados por la ortodoxia católica por no anunciar la buena nueva. Llamados también evangelios falsos o extra canónicos.
EL DÍA D
Evangelios apócrifos 6
1
Primeros informes
(Martes, 1.52 hrs.)
Dios andaba en bicicleta
cuando la muerte lo fue a buscar
Ha fallecido tu hijo, le reveló
lo acabo de oír en la radio
2
Instituto Médico Legal
(3.15 hrs.)
Llegaron a la morgue
a reconocer el cadáver
El cuerpo de Cristo mostraba
signos visibles de tortura
latigazos, patadas, contusiones
una herida con arma blanca
dos agujeros en las muñecas
cien piquetes en la frente
fracturas de toda índole
y su camisa bañada de sangre
3
Reporte del forense
(3.30 hrs.)
Murió de un lanzazo en el costado
luego de desvariar durante horas
llamando a un tal Dios
(no se consigna el apellido)
y prometiendo la vida eterna
a quien se lo pidiera
4
Al tercer día
(Viernes, 20.05 hrs.)
Y quién resucitó, entonces
preguntó la muerte, sorprendida
Y Dios no supo qué decir
LLEGAMOS TARDE AL ENTIERRO DE LA MUERTE
Llegamos tarde al entierro de la muerte
por eso nos dejó de hablar
y ya no sabremos de ella por un tiempo
hasta que pase la rabia, seguro
o le soplen donde estábamos a esa hora
mientras todos la despedían con grandes discursos
y lloraban desconsolados y se abrazaban al ataúd
silbando la canción del adiós
entre pancartas que decían: good bye
que Dios te bendiga, no te mueras nunca
escribe y manda fruta, y otras tantas
que no pudimos ver ni escuchar
que nos contaron a medias
porque llegamos tarde al entierro de la muerte
y no hay excusa que valga, ninguna
por eso seguiremos pintando el cementerio
tumba por tumba
hasta que un día nos perdone
AUTORRETRATO DE LA MUERTE
Qué puedo agregar de mí
que no se haya dicho o escrito
o publicado por esa manga de reporteros
parados noche y día en las afueras del cementerio
subidos en las cruces
escondidos en los nichos vacíos
atrincherados en la fosa común con sus cámaras hambrientas
para ver si me atrapan en algo poco digno
o consiguen una instantánea de mi esbelta anatomía
o se llevan la exclusiva de mi rostro al despertar
saliendo de ese féretro que parece congelador
o tomando el sol en traje de Eva
recostada sobre la tumba de mi madre
Qué puedo agregar de mí
que los gusanos no aclararan en su momento
que Chagall no tuviera en mente
mientras colgaba detrás de su tela
o esas moscas que acompañaban los restos
de Baudelaire no hayan hablado en la sobremesa
o el fantasma de Vallejo no haya previsto
en esa noche de aguacero
Qué puedo agregar de mí
salvo que he sido feliz en los campos de batalla
aconsejando a los suicidas
mientras se miran al espejo por última vez
visitando a los enfermos terminales
tomando la palabra en el entierro de Cervantes
cargando el ataúd de Miguel Ángel o John Lennon
probándome el pijama de Mandela
Qué puedo agregar de mí
si cada letra de mi loca biografía
la escribirán ustedes tarde o temprano
LA MUERTE HABLÓ CON BENEDETTI
17 de mayo de 2009
La muerte habló con Benedetti
Ya es hora, le dijo, no te hagas el tonto
sabes muy bien como es la cosa
no me hagas perder el tiempo
y empieza a caminar hacia esa puerta
lentamente, donde mis ojos te vean
Olvida tus zapatos, tu voz, tu dentadura
y déjate llevar, disfruta de este viaje
ponte cómodo, verás que tengo razón
y te acostumbras a tu nueva identidad de muerto
donde no podrás escribir, es verdad
no podrás contarle a los amigos
que tu sombra crece hasta el infinito
que la noche se colgó de una estrella
y su cuerpo sigue tibio en la morgue de los sueños
Pero sabrás de antemano, eso sí
por qué la vida se cortó las venas este domingo
LA MUERTE HABLÓ CON MICHAEL JACKSON
25 de junio de 2009
Si me enseñas ese paso para atrás
te dejaré más blanco que los pechos de Madonna
ya no requerirás injertos ni cosas raras
serás joven para siempre, tal como has soñado
desde que viste a Dios entre tus sábanas
y bailarás como las amapolas desnudas
dándole cuerda a tus zapatos infinitos
a tu traje de ceniza confitada
a tu canto que anestesia la memoria
y a la vez golpea con su latido de piedra
Si me enseñas a mover el esqueleto
te sentarás a la derecha de Jehová
y yo estaré a la izquierda vestida de boy scout
haciendo sonar la trompeta de Louis
esperando a que unos ángeles te den la bienvenida
y te carguen en andas al país de nunca jamás
del que ya no querrás volver
porque allí todo tiene tu perfume
todo lleva tu color verdadero
el color de los muertos que preguntan por ti
LA MUERTE HABLÓ CON VAN GOGH
29 de julio de 1890
Yo también estoy loca, le dijo al oído
y mis demonios salen de noche
a estirar las piernas
y queman los campos de trigo
mientras se emborrachan
o le cortan la cabeza a las abejas
y ahogan los gatos pequeños
porque traen mala suerte
Mis demonios son como yo
calvos y huesudos
y tienen mal humor
cuando despiertan a las 5 de la tarde
para tomar el té con galletas
o son interrumpidos mientras
se retratan los unos a los otros
en sesiones infinitas
Pero les tengo cariño, sabes
son los hijos dejados en la puerta
que lloran de hambre y de frío
Entonces los abrazo y les digo
Vamos donde el tío Vincent
el último en llegar, desaparece
LA MUERTE HABLÓ CON SU ÁNGEL DE LA GUARDA
La muerte está embarazada de mí
tiene tres meses, me dice
Tú estás loca, le respondo
te acuestas con medio mundo
desde el principio de los siglos
y me quieres encajar la criatura
Piensas que soy idiota, acaso
o que me falta un tornillo
Espero un hijo tuyo, me insiste
con los ojos llorosos
crees que jugaría con algo tan serio
Déjate de tonterías, le contesto indignado
ese niño es de Dios y tú lo sabes
LA MUERTE QUISO SER RIMBAUD
La muerte quiso ser Rimbaud
y sentó a la belleza en una silla eléctrica
Me falta práctica
comentó a un medio local
pero esperen a que reciba la enciclopedia de oro
Poetas del más allá
con Whitman a la cabeza
y ese loco de Artaud que ahogaba a las palabras
en agua bendita
Verán como en semanas manejaré la pluma
me llamarán la nueva Rimbaud
la vedette que todos esperaban
Mientras tanto
llevaré a la belleza de compras
le diré que todo fue un mal entendido
Ojalá y no me haga la cruz por igualada
LA MUERTE QUISO SER (O NO SER)
para William, lógicamente
Agarró su propia cabeza
y comenzó a decir una serie de incoherencias
todas ellas referidas al más allá
sobre el alza en el precio de los ataúdes
que los gusanos se llevan la mejor parte
que Hamlet es un bueno para nada y esas cosas
Alucina con hacerlo todo
desde tirar el córner e irlo a cabecear
Si Shakespeare estuviera en la platea
le diría sus cuantas verdades
pero eso a la muerte no le va ni le viene
Escribir, dirigir, actuar, son cosas que soñó desde niña
cuando su padre la llevaba al teatro de Sófocles
e imaginaba con tener los pechos de Electra
o los labios de Casandra
Ahora prepara un gran monólogo
no apto para cardiacos ni enfermos terminales
Se llamará: La muerte no tiene rating
Para ello se levanta de amanecida a ensayar cada línea
es muy profesional en eso y detallista a rabiar
Se instala durante horas frente al espejo
pasando su cabeza de mano en mano
haciendo la eterna pregunta del ser o no ser
convencida que Dios la espía del otro lado
LA MUERTE LLEVA UNA CAMISA DE FUERZA
La muerte lleva una camisa de fuerza
la confundieron con Artaud
o con la sombra de Panero
y la cargaron en andas hasta el viejo sanatorio
de Las tres hormigas
Ahora pasa los días esperando a Godot
o a Picasso o a un triste marinero
que le corte las amarras con los dientes
Lo que ella quiere en verdad
es lanzarse en paracaídas desde un décimo piso
o arrojarse en alas delta desde la torre Eiffel
mientras es fotografiada por Man Ray
o el mismísimo Tunick
Pero odia aparecer en las revistas
o en algún calendario de moda
Prefiere tomar el sol en traje de Eva
en una playa exótica, con una botella de ron
y la brisa desgastando su anatomía
La muerte lleva una camisa de fuerza
la confundieron con Dios
o con el loco de su hijo
ése que divaga por las calles
con una lanza en el costado
POR TU PROPIO BIEN
La muerte tiene sobrepeso y cuando se ve al espejo
le da una vergüenza terrible y hasta ganas de llorar
He intentado todo, le dice a su mejor amiga
desde dietas estrictas a liposucciones
Voy al gimnasio tres veces a la semana
salgo a correr por las tardes aún bajo la lluvia
hago aeróbica en casa de una vecina
sigo todos los consejos de Cyndy Crawford
media hora en bicicleta, flexiones, sentadillas
abdominales, en fin. Pero no hay caso
llevo una panza que se adivina de lejos
y esta piel de naranja inmerecida
Qué horror, mira mis pechos
cierto que da lástima mi facha
El problema es que eres una golosa
le dice su amiga del alma
Vuélvete vegetariana, okey
y deja a los vivos tranquilos
aunque sea por esta noche
AÑOS DESPUÉS
Cuando mi abuelo sacó por fin
los muertos del baúl
un grillo ensayaba
sobre un esqueleto sin nombre
su primera sinfonía
ACLARACIONES POST-MORTEM
Nunca pensé que moriría
primero que mi sombra
ahora entiendo
que se hacía la enferma
para que yo no la dejara
OBSESIÓN FATAL
a Hugo de Mendoza
La cabeza del Bautista rodará
hasta el fin de los tiempos
mientras la muerte
no deje de creerse Maradona
(*) Mario Meléndez: nació en la localidad de Linares, Chile, en 1971. Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Autocultura y juicio” (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), “Poesía desdoblada”, “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel” y “La muerte tiene los días contados”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer y Segundo Encuentro de Escritores Latinoamericanos, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Santiago, 2001 y 2002, y el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las prestigiosas revistas “Other Voices Poetry” y “Literati Magazine”. Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa y catalán. Actualmente vive en Ciudad de México, donde realiza talleres literarios y diversos proyectos culturales.
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 236/2011
“La poesía, con un despliegue que no reconoce fronteras,
va del razonamiento a la alucinación, de la embriaguez
al juicio de valores, de la fantasía más acabada
al pensamiento estricto. Exalte, nombre o dictamine,
consagre o afirme, renuncie al mundo o lo categorice,
la poesía supera los límites de la retórica y del mero
estilo y se instala en el plano de la revelación…”
Osvaldo Rossler
Poeta invitado: MARIO MELÉNDEZ (*)
TRES KILOS PESÓ LA MUERTE
Cuando nació la muerte
nadie quiso tomarla en brazos
era tan fea como las gordas de Botero
No durará mucho
dijo la madre al salir del parto
tan resignada y ausente
como una piedra en medio del temporal
Pero la muerte traía en los ojos
una luz endiablada
un dulce escalofrío de eternidad
Se equivocaron los médicos
y la matrona
y aquél que pasó la noche
llamando a la funeraria
Ahora es un bebé robusto
comentan las enfermeras
y a veces hasta Dios le cambia de pañales
CRIATURAS
Tus muñecas tienen las manos heladas
parece que juegan con la muerte a la escondida
y no se cansan jamás
Quién peina a tus muñecas cuando te duermes
Tus muñecas se peinan solas
y cuentan hasta diez con los ojos cerrados
mientras la muerte envejece bajo tu cama
LA MUERTE EN EL CALVARIO
Evangelios apócrifos*
Acuérdate de mí cuando estés en tu reino
le dijo la muerte a Jesús
y al instante quitaré la lanza de tu costado
y esos clavos que desangran tus manos desaparecerán
y esa corona de espinas se hará polvo
y esas viejas que sollozan a contraluz
esos curiosos que nunca faltan
esos turistas japoneses con sus cámaras infernales
esos tipos que te daban de latigazos
el centurión con cara de gay que no deja de mirarte
la toalla de Pilatos, el fantasma de Barrabás
todos se irán al más allá sin boleto de vuelta
Si me llevas contigo, si te animas
te prometo otra noche con María Magdalena
que el beso de Judas lo recibirá tu padre
que Pedro te negará mil veces en el purgatorio
que haré un pastel con 34 velas
pedirás un deseo y soplarás con tanta fuerza
que arrasarás los jardines de Roma
te doy mi palabra que eso ocurrirá si te decides
Y Cristo vio a la muerte colgada junto a él
con el rostro perdido en la noche infinita
entonces pidió a su madre que le cerrara los ojos
*Escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret y que no fueron aceptados por la ortodoxia católica por no anunciar la buena nueva. Llamados también evangelios falsos o extra canónicos.
EL DÍA D
Evangelios apócrifos 6
1
Primeros informes
(Martes, 1.52 hrs.)
Dios andaba en bicicleta
cuando la muerte lo fue a buscar
Ha fallecido tu hijo, le reveló
lo acabo de oír en la radio
2
Instituto Médico Legal
(3.15 hrs.)
Llegaron a la morgue
a reconocer el cadáver
El cuerpo de Cristo mostraba
signos visibles de tortura
latigazos, patadas, contusiones
una herida con arma blanca
dos agujeros en las muñecas
cien piquetes en la frente
fracturas de toda índole
y su camisa bañada de sangre
3
Reporte del forense
(3.30 hrs.)
Murió de un lanzazo en el costado
luego de desvariar durante horas
llamando a un tal Dios
(no se consigna el apellido)
y prometiendo la vida eterna
a quien se lo pidiera
4
Al tercer día
(Viernes, 20.05 hrs.)
Y quién resucitó, entonces
preguntó la muerte, sorprendida
Y Dios no supo qué decir
LLEGAMOS TARDE AL ENTIERRO DE LA MUERTE
Llegamos tarde al entierro de la muerte
por eso nos dejó de hablar
y ya no sabremos de ella por un tiempo
hasta que pase la rabia, seguro
o le soplen donde estábamos a esa hora
mientras todos la despedían con grandes discursos
y lloraban desconsolados y se abrazaban al ataúd
silbando la canción del adiós
entre pancartas que decían: good bye
que Dios te bendiga, no te mueras nunca
escribe y manda fruta, y otras tantas
que no pudimos ver ni escuchar
que nos contaron a medias
porque llegamos tarde al entierro de la muerte
y no hay excusa que valga, ninguna
por eso seguiremos pintando el cementerio
tumba por tumba
hasta que un día nos perdone
AUTORRETRATO DE LA MUERTE
Qué puedo agregar de mí
que no se haya dicho o escrito
o publicado por esa manga de reporteros
parados noche y día en las afueras del cementerio
subidos en las cruces
escondidos en los nichos vacíos
atrincherados en la fosa común con sus cámaras hambrientas
para ver si me atrapan en algo poco digno
o consiguen una instantánea de mi esbelta anatomía
o se llevan la exclusiva de mi rostro al despertar
saliendo de ese féretro que parece congelador
o tomando el sol en traje de Eva
recostada sobre la tumba de mi madre
Qué puedo agregar de mí
que los gusanos no aclararan en su momento
que Chagall no tuviera en mente
mientras colgaba detrás de su tela
o esas moscas que acompañaban los restos
de Baudelaire no hayan hablado en la sobremesa
o el fantasma de Vallejo no haya previsto
en esa noche de aguacero
Qué puedo agregar de mí
salvo que he sido feliz en los campos de batalla
aconsejando a los suicidas
mientras se miran al espejo por última vez
visitando a los enfermos terminales
tomando la palabra en el entierro de Cervantes
cargando el ataúd de Miguel Ángel o John Lennon
probándome el pijama de Mandela
Qué puedo agregar de mí
si cada letra de mi loca biografía
la escribirán ustedes tarde o temprano
LA MUERTE HABLÓ CON BENEDETTI
17 de mayo de 2009
La muerte habló con Benedetti
Ya es hora, le dijo, no te hagas el tonto
sabes muy bien como es la cosa
no me hagas perder el tiempo
y empieza a caminar hacia esa puerta
lentamente, donde mis ojos te vean
Olvida tus zapatos, tu voz, tu dentadura
y déjate llevar, disfruta de este viaje
ponte cómodo, verás que tengo razón
y te acostumbras a tu nueva identidad de muerto
donde no podrás escribir, es verdad
no podrás contarle a los amigos
que tu sombra crece hasta el infinito
que la noche se colgó de una estrella
y su cuerpo sigue tibio en la morgue de los sueños
Pero sabrás de antemano, eso sí
por qué la vida se cortó las venas este domingo
LA MUERTE HABLÓ CON MICHAEL JACKSON
25 de junio de 2009
Si me enseñas ese paso para atrás
te dejaré más blanco que los pechos de Madonna
ya no requerirás injertos ni cosas raras
serás joven para siempre, tal como has soñado
desde que viste a Dios entre tus sábanas
y bailarás como las amapolas desnudas
dándole cuerda a tus zapatos infinitos
a tu traje de ceniza confitada
a tu canto que anestesia la memoria
y a la vez golpea con su latido de piedra
Si me enseñas a mover el esqueleto
te sentarás a la derecha de Jehová
y yo estaré a la izquierda vestida de boy scout
haciendo sonar la trompeta de Louis
esperando a que unos ángeles te den la bienvenida
y te carguen en andas al país de nunca jamás
del que ya no querrás volver
porque allí todo tiene tu perfume
todo lleva tu color verdadero
el color de los muertos que preguntan por ti
LA MUERTE HABLÓ CON VAN GOGH
29 de julio de 1890
Yo también estoy loca, le dijo al oído
y mis demonios salen de noche
a estirar las piernas
y queman los campos de trigo
mientras se emborrachan
o le cortan la cabeza a las abejas
y ahogan los gatos pequeños
porque traen mala suerte
Mis demonios son como yo
calvos y huesudos
y tienen mal humor
cuando despiertan a las 5 de la tarde
para tomar el té con galletas
o son interrumpidos mientras
se retratan los unos a los otros
en sesiones infinitas
Pero les tengo cariño, sabes
son los hijos dejados en la puerta
que lloran de hambre y de frío
Entonces los abrazo y les digo
Vamos donde el tío Vincent
el último en llegar, desaparece
LA MUERTE HABLÓ CON SU ÁNGEL DE LA GUARDA
La muerte está embarazada de mí
tiene tres meses, me dice
Tú estás loca, le respondo
te acuestas con medio mundo
desde el principio de los siglos
y me quieres encajar la criatura
Piensas que soy idiota, acaso
o que me falta un tornillo
Espero un hijo tuyo, me insiste
con los ojos llorosos
crees que jugaría con algo tan serio
Déjate de tonterías, le contesto indignado
ese niño es de Dios y tú lo sabes
LA MUERTE QUISO SER RIMBAUD
La muerte quiso ser Rimbaud
y sentó a la belleza en una silla eléctrica
Me falta práctica
comentó a un medio local
pero esperen a que reciba la enciclopedia de oro
Poetas del más allá
con Whitman a la cabeza
y ese loco de Artaud que ahogaba a las palabras
en agua bendita
Verán como en semanas manejaré la pluma
me llamarán la nueva Rimbaud
la vedette que todos esperaban
Mientras tanto
llevaré a la belleza de compras
le diré que todo fue un mal entendido
Ojalá y no me haga la cruz por igualada
LA MUERTE QUISO SER (O NO SER)
para William, lógicamente
Agarró su propia cabeza
y comenzó a decir una serie de incoherencias
todas ellas referidas al más allá
sobre el alza en el precio de los ataúdes
que los gusanos se llevan la mejor parte
que Hamlet es un bueno para nada y esas cosas
Alucina con hacerlo todo
desde tirar el córner e irlo a cabecear
Si Shakespeare estuviera en la platea
le diría sus cuantas verdades
pero eso a la muerte no le va ni le viene
Escribir, dirigir, actuar, son cosas que soñó desde niña
cuando su padre la llevaba al teatro de Sófocles
e imaginaba con tener los pechos de Electra
o los labios de Casandra
Ahora prepara un gran monólogo
no apto para cardiacos ni enfermos terminales
Se llamará: La muerte no tiene rating
Para ello se levanta de amanecida a ensayar cada línea
es muy profesional en eso y detallista a rabiar
Se instala durante horas frente al espejo
pasando su cabeza de mano en mano
haciendo la eterna pregunta del ser o no ser
convencida que Dios la espía del otro lado
LA MUERTE LLEVA UNA CAMISA DE FUERZA
La muerte lleva una camisa de fuerza
la confundieron con Artaud
o con la sombra de Panero
y la cargaron en andas hasta el viejo sanatorio
de Las tres hormigas
Ahora pasa los días esperando a Godot
o a Picasso o a un triste marinero
que le corte las amarras con los dientes
Lo que ella quiere en verdad
es lanzarse en paracaídas desde un décimo piso
o arrojarse en alas delta desde la torre Eiffel
mientras es fotografiada por Man Ray
o el mismísimo Tunick
Pero odia aparecer en las revistas
o en algún calendario de moda
Prefiere tomar el sol en traje de Eva
en una playa exótica, con una botella de ron
y la brisa desgastando su anatomía
La muerte lleva una camisa de fuerza
la confundieron con Dios
o con el loco de su hijo
ése que divaga por las calles
con una lanza en el costado
POR TU PROPIO BIEN
La muerte tiene sobrepeso y cuando se ve al espejo
le da una vergüenza terrible y hasta ganas de llorar
He intentado todo, le dice a su mejor amiga
desde dietas estrictas a liposucciones
Voy al gimnasio tres veces a la semana
salgo a correr por las tardes aún bajo la lluvia
hago aeróbica en casa de una vecina
sigo todos los consejos de Cyndy Crawford
media hora en bicicleta, flexiones, sentadillas
abdominales, en fin. Pero no hay caso
llevo una panza que se adivina de lejos
y esta piel de naranja inmerecida
Qué horror, mira mis pechos
cierto que da lástima mi facha
El problema es que eres una golosa
le dice su amiga del alma
Vuélvete vegetariana, okey
y deja a los vivos tranquilos
aunque sea por esta noche
AÑOS DESPUÉS
Cuando mi abuelo sacó por fin
los muertos del baúl
un grillo ensayaba
sobre un esqueleto sin nombre
su primera sinfonía
ACLARACIONES POST-MORTEM
Nunca pensé que moriría
primero que mi sombra
ahora entiendo
que se hacía la enferma
para que yo no la dejara
OBSESIÓN FATAL
a Hugo de Mendoza
La cabeza del Bautista rodará
hasta el fin de los tiempos
mientras la muerte
no deje de creerse Maradona
(*) Mario Meléndez: nació en la localidad de Linares, Chile, en 1971. Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Autocultura y juicio” (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), “Poesía desdoblada”, “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel” y “La muerte tiene los días contados”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer y Segundo Encuentro de Escritores Latinoamericanos, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Santiago, 2001 y 2002, y el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las prestigiosas revistas “Other Voices Poetry” y “Literati Magazine”. Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa y catalán. Actualmente vive en Ciudad de México, donde realiza talleres literarios y diversos proyectos culturales.
Poemania Nº 235 - Elisa Dejistani
POEMANÍA
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 235/2011
“Siempre he pensado que la ardua e infinita
empresa de definir la poesía solo puede estar
a cargo de los mismos poetas…”
Joaquín Giannuzzi
Poeta invitada: ELISA DEJISTANI (*)
LA PALABRA
Palabra
escrita
en la arena de los mitos
canto aciago
de las sirenas
Con manos de orfebre
tejedora de intriga
con perfil ambiguo
dimensión de ausencia
Palabra
con soles
colgados en la voz
arrancada del fuego
Palabra
que muerde entrelíneas
señales de humo
EL SILENCIO
Me clausuro
construyo
una bruma indudable
oreja o talismán
de la memoria
En la negritud del signo
la nada se defiende con todo
Y el silencio
es esta luz carnívora
del verbo
ENTREGA
En homenaje a los desaparecidos
Es hora
de entregar los disfraces
la pirueta en el aire
el salto obligado sin red
Una diadema crecida en el desvelo
y los ojos gravados en la ofrenda
Es hora
de entregar los presagios
las grullas y el círculo
tatuado en el canto
el clamor insurrecto
otros códigos
Aunque tal vez
falta algo más:
Esa búsqueda
tallada en los corales
que aún yacen anegados
en el fondo del océano
LA GRACIA
A Ruth Fernández
I
La gracia intuye
indaga en cada línea
la forma del milagro
II
Prolongar el suspenso
después del caos
más allá del fulgor
hasta el final de los ritos
Exorcizar la intemperie
en altares violetas
o en los ojos
de puertas clausuradas
OTOÑO
Un viento golpea
el ocre del otoño
la gota de vidrio
debajo de la puerta
Una carta arrugada
con el último aliento
el fondo
de una botella en el mar
y esa frágil promesa
pequeña
distraída
como la muerte
HAMACARSE EN GRANADA
A Federico García Lorca
Hamacarse
hamacarse en las lunas
de la casa
en la casa de la luna
En la piedra de los libros
en la cueva de los ritos
Hamacarse
es la consigna
musicar el lamento
en el fuego del cante
Hamacarse
es la contracara
la llave maestra
Hamacarse
desde Uruk
hasta Granada
Hamacarse
en la púrpura del acorde
en que Federico se encuentra
o vuelve
Pero hamacarse en sol mayor
en el mi sostenido
de los campanarios
Hamacarse
en lo alto de las grullas
en los juegos
que improvisa la luz
Hamacarse
enamorado a todo volumen
Hamacarse a solas
hamacarse en Granada
PERFILES
En cuál
de las dos máscaras
quedaron los perfiles
la confesión errante
desconcierto
que devora
esta pasión
hecha canto
LEGADO
Tengo aquí
el peso arrugado
de la historia:
Esa infamia latente
inmolación en los campos
complicidad del silencio
Tengo aquí
una sucesión de espanto
siempre joven
el gobierno inhábil
de mi cuerpo
y el olor del cinismo
mezclado a la ternura
Qué más puedo pedir
LA CITA ES EL POEMA
Hay una reja
escondida en cada letra
la espina afilada
del silencio
Esperma sangrante
entre vaivenes
y bramidos
Tinta del hijo naciente
cintura del aire
en que los relojes titubean
Hay una reja crispada
en la ronda
de los magos
y un brote de abandono
mordiendo la entrepierna
Todo
por un choque furtivo
o talvez
por una caricia
en la cita
del poema
(*) Elisa Dejistani: nació en Buenos Aires (Argentina). Poeta, escritora y artista plástica. Ex miembro del Consejo Directivo de la Asociación Argentina de Artistas Escultores, colaboró en diversos periódicos y revistas del país y el extranjero, desempeñándose como corresponsal y traductora de dos periódicos latinoamericanos de Roma, Italia. Vivió, trabajó y expuso en Italia desde el año 1995 donde continúa exponiendo hasta el momento, sin perder el vínculo entrañable que la une al país de sus ancestros. Entre sus obras literarias editadas, podemos mencionar: “Misteriosa magia “ (poesía, 1977); “Exilio para no morir” (poesía, 1986); “Disonancia del bronce en Makhac- kala“ (poesía, 1990); “Con el sol en las manos” (poesía, aforismos, grabados, 19994); “Jeroglífico” (Argentores, muestra espectáculo/video, 1991); “Una estética del silencio” (Argentares, muestra espectáculo monografía, video, 1992); “Dualidad del silencio” (2009). Para indagar más sobre su obra, ingresar a: www.dejistani.com.
la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Nº 235/2011
“Siempre he pensado que la ardua e infinita
empresa de definir la poesía solo puede estar
a cargo de los mismos poetas…”
Joaquín Giannuzzi
Poeta invitada: ELISA DEJISTANI (*)
LA PALABRA
Palabra
escrita
en la arena de los mitos
canto aciago
de las sirenas
Con manos de orfebre
tejedora de intriga
con perfil ambiguo
dimensión de ausencia
Palabra
con soles
colgados en la voz
arrancada del fuego
Palabra
que muerde entrelíneas
señales de humo
EL SILENCIO
Me clausuro
construyo
una bruma indudable
oreja o talismán
de la memoria
En la negritud del signo
la nada se defiende con todo
Y el silencio
es esta luz carnívora
del verbo
ENTREGA
En homenaje a los desaparecidos
Es hora
de entregar los disfraces
la pirueta en el aire
el salto obligado sin red
Una diadema crecida en el desvelo
y los ojos gravados en la ofrenda
Es hora
de entregar los presagios
las grullas y el círculo
tatuado en el canto
el clamor insurrecto
otros códigos
Aunque tal vez
falta algo más:
Esa búsqueda
tallada en los corales
que aún yacen anegados
en el fondo del océano
LA GRACIA
A Ruth Fernández
I
La gracia intuye
indaga en cada línea
la forma del milagro
II
Prolongar el suspenso
después del caos
más allá del fulgor
hasta el final de los ritos
Exorcizar la intemperie
en altares violetas
o en los ojos
de puertas clausuradas
OTOÑO
Un viento golpea
el ocre del otoño
la gota de vidrio
debajo de la puerta
Una carta arrugada
con el último aliento
el fondo
de una botella en el mar
y esa frágil promesa
pequeña
distraída
como la muerte
HAMACARSE EN GRANADA
A Federico García Lorca
Hamacarse
hamacarse en las lunas
de la casa
en la casa de la luna
En la piedra de los libros
en la cueva de los ritos
Hamacarse
es la consigna
musicar el lamento
en el fuego del cante
Hamacarse
es la contracara
la llave maestra
Hamacarse
desde Uruk
hasta Granada
Hamacarse
en la púrpura del acorde
en que Federico se encuentra
o vuelve
Pero hamacarse en sol mayor
en el mi sostenido
de los campanarios
Hamacarse
en lo alto de las grullas
en los juegos
que improvisa la luz
Hamacarse
enamorado a todo volumen
Hamacarse a solas
hamacarse en Granada
PERFILES
En cuál
de las dos máscaras
quedaron los perfiles
la confesión errante
desconcierto
que devora
esta pasión
hecha canto
LEGADO
Tengo aquí
el peso arrugado
de la historia:
Esa infamia latente
inmolación en los campos
complicidad del silencio
Tengo aquí
una sucesión de espanto
siempre joven
el gobierno inhábil
de mi cuerpo
y el olor del cinismo
mezclado a la ternura
Qué más puedo pedir
LA CITA ES EL POEMA
Hay una reja
escondida en cada letra
la espina afilada
del silencio
Esperma sangrante
entre vaivenes
y bramidos
Tinta del hijo naciente
cintura del aire
en que los relojes titubean
Hay una reja crispada
en la ronda
de los magos
y un brote de abandono
mordiendo la entrepierna
Todo
por un choque furtivo
o talvez
por una caricia
en la cita
del poema
(*) Elisa Dejistani: nació en Buenos Aires (Argentina). Poeta, escritora y artista plástica. Ex miembro del Consejo Directivo de la Asociación Argentina de Artistas Escultores, colaboró en diversos periódicos y revistas del país y el extranjero, desempeñándose como corresponsal y traductora de dos periódicos latinoamericanos de Roma, Italia. Vivió, trabajó y expuso en Italia desde el año 1995 donde continúa exponiendo hasta el momento, sin perder el vínculo entrañable que la une al país de sus ancestros. Entre sus obras literarias editadas, podemos mencionar: “Misteriosa magia “ (poesía, 1977); “Exilio para no morir” (poesía, 1986); “Disonancia del bronce en Makhac- kala“ (poesía, 1990); “Con el sol en las manos” (poesía, aforismos, grabados, 19994); “Jeroglífico” (Argentores, muestra espectáculo/video, 1991); “Una estética del silencio” (Argentares, muestra espectáculo monografía, video, 1992); “Dualidad del silencio” (2009). Para indagar más sobre su obra, ingresar a: www.dejistani.com.
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